Pablo Orellana G.
Una seria y compleja denuncia efectuaron las empresarias Macarena Farías y Yubithza Plaza, dueñas de una sociedad educativa, al informar el robo de más de 72 millones de pesos desde su cuenta corriente empresas del banco Itaú, hecho que al o los autores de este delito les tomó sólo dos horas para vaciar la millonaria cifra con destino a otras cuentas del BancoEstado.
"Esto ocurrió el pasado 23 de febrero, y en la cual prácticamente nos vaciaron la cuenta, vulnerando todas las medidas internas de seguridad, incluso sobrepasando el límite de estas transacciones las cuales no pueden superar los 7 millones de pesos", explicó Macarena Farías.
Vaciado
Lo ocurrido a las empresarias, "se repitió en Vallenar, Antofagasta y Arica respectivamente, y las víctimas tienen el mismo patrón: emprendedores y microempresarios, todos compartíamos el mismo tipo de cuenta y en el mismo banco", precisó Yubithza Plaza, agregando que "en otros casos se efectuaron transacciones por sobre los 120 millones de pesos y en cosa de horas".
De acuerdo a lo expresado por las denunciantes con documento que así lo avala-, el banco Itaú entregó el detalle de las transacciones efectuadas maliciosamente por él o los autores de este hecho, "y donde efectivamente reconocen los movimientos, aduciendo a que se hicieron con éxito. Respuesta inaudita para la seriedad de lo que nos pasó al ser vulnerados todos los sistemas internos del banco", dijo Farías con respecto a los controles que el mismo soporte de esa plaza bancaria debería haber detectado.
"Lo raro de esto último es que por disposición del banco, no podemos girar más allá de los siete millones de pesos como tope. Pero quienes hayan cometido este vaciado y hackeo, efectuaron transacciones, todas estas a cuentas del BancoEstado, superando ostensiblemente esa suma tope", agregó Macarena Farías, acerca de las dudas que les generó la capacidad de control que tiene el banco en cuestión.
Problemas
Este delito no sólo causó mermas en la cuenta de las dos empresarias, "nos trastocó a todo lo que habíamos proyectado para el pago de sueldos e incluso la inversión para la construcción de dependencias de nuestro centro educativo. Nos demandó que tuviéramos que dar abasto a otros deberes que necesitaban de pagos por estos servicios, y obvio los malos ratos que ello conlleva y la poca ayuda del banco desde el cual nos vaciaron la cuenta", comentó Yubithza Plaza.
"De momento esperamos contactar a todas las personas que han sido víctimas, al igual que nosotras, de estos hackeos. Ya hemos logrado ubicar a un cliente y microempresario de Vallenar y otro de Arica, pero esperamos llegar a todos y con ello poder configurar una demanda colectiva ante el Servicio Nacional del Consumidor", proyectó Farías al respecto.
Este medio de comunicación intentó comunicarse con la casa matriz del banco aludido sin obtener alguna respuesta al requerimiento periodístico, basado en la documentación e información proporcionada por las afectadas de este hackeo a su cuenta pyme.
"En los próximos días efectuaremos algunas acciones con quienes ya hemos podido contactarnos y que han sufrido el mismo tipo de hackeo y con las millonarias cifras robadas", agregaron las dos profesionales afectadas.
Un delito más común de lo que se cree
Lo ocurrido a las dos empresarias loínas es una situación más común de lo que parece. Desde la Policía de Investigaciones no sólo corroboraron esto, sino que además explicaron que es deber de los clientes el mantener un monitoreo constante a cuentas y otras que permitan saber que no hay movimientos no autorizados o la sustracción de dinero desde cuentas bancarias a través del hackeo de estas. Sólo en el 2017 el Ministerio Público encauzó más de mil denuncias por este tipo de delitos y otros asociados, como el uso fraudulento de cuentas y tarjetas bancarias y de débito en Calama.