Jesús predicaba y demostraba en cada uno de sus actos la verdadera fraternidad. Con ese amor fraternal que llevó a Jesús al sublime sacrificio en la cruz.
Sin embargo, en el mundo de nuestros días ¿en qué medida se practica la fraternidad? Pareciera que el ejemplo de Judas Iscariote hubiera prendido más en el corazón humano que el excelso y magnífico del Nazareno. No importa, para ellos, ninguna bajeza ni traición para lograr sus designios.
La ingratitud es su norma permanente, Jesús, el Maestro, tantas veces crucificado en todos los tiempos, los habría vuelto a perdonar, porque en realidad no saben lo que hacen. Ni vislumbran que, al hacer olvido absoluto de la hermandad hacia el prójimo, lo único que afianzan en su propia destrucción.
Olvidan el triste fin del mismo Judas, del hombre que habiendo comido del pan y el vino de la fraternidad, abjuró vilmente de ella para obtener un bienestar que jamás pudo lograr. ¿Cómo escapar al remordimiento que despedaza la conciencia y castiga al criminal?
La última cena de Jesús con sus discípulos, selló la alianza espiritual que había que unir a todos los hombres. Sabía, sin embargo, el Maestro, que uno de los eslabones de la hermosa cadena de universal fraternidad que simbolizaban también en ese supremo instante fallaría y traería consigo el dolor, el martirio y la muerte.
El nítido y doloroso presentimiento que atormentaba su alma lo reveló en sus palabras: "En verdad, de verdad os digo que uno de vosotros que hará traición". Y Judas osó aún preguntar, acusándose: "¿Soy yo acaso Maestro?" "¿Quién es, Señor?", preguntó también Juan sin ser oído por los demás. Y el Nazareno contestó: "Aquel a quien ofrezca el pan después de partirlo". Y partido el pan, lo ofreció a Judas Iscariote. Esto todos lo sabemos. Sin embargo, hoy como nunca creemos oportuno reiterarlo.
Es posible que haciéndolo, en la reprobación que merezca la baja actitud del que traiciona que fraternalmente comparte el pan, disminuyan los Judas que envilecen y denigran la condición del hombre sobre la Tierra.
Arturo Mardones Segura,
Rotary Club Chuquicamata