La Haya
Sin ser experto en el tema, simplemente aplicando la lógica, en lo referente al problema originado por Bolivia y su pretensión de salida soberana al mar , señalo que es imposible en la práctica, dar esa salida, ni siquiera, como tan irresponsablemente señaló el senador Guillier, territorio por territorio, esto debido a que haciendo política ficción.
Por lo tanto a algunos compatriotas chilenos, quienes, lamentablemente, dan conocer sus deseos más íntimos e intensos, sin pensar en una política del Estado de Chile, le están haciendo un daño al pueblo boliviano, incluyo al artista diputado Alarcón, quién debe saber que Chile en el Tratado de Paz y Amistad de 1904, "indemnizó" a Bolivia, cancelando un porcentaje de su deuda externa, las deudas contraídas por las compañías mineras bolivianas Huanchaca, Oruro y Corocoro, la construcción ferrocarril Arica- La Paz y otros beneficios. Además se olvida la cantidad de territorio perdido ante Argentina, justamente, con motivo de la formación de la Confederación Perú-Boliviana.
Rubén Ugalde
Altos mandos
Los altos mandos de las instituciones envueltas en los últimos casos de faltas a la ética profesional, tienen al menos el consuelo de no irse con las manos vacías. Al resto: ¡Que Dios los ampare!
Jorge Valenzuela Araya
La Haya, el mar y F. Motuda
Mientras los chilenos seguían las acciones en el Tribunal de La Haya y las cinematográficas puestas en escena del Presidente Evo Morales, en su fantasiosa demanda marítima; aparece en escena un apoyo en la figura de Florcita Motuda, ahora diputado de la nación, lo que se ha traducido en acciones de repudio desde muchos sectores; pero la verdad es que no hemos caído en cuenta de algo más profundo aun. ¿Qué nombre decía la papeleta del distrito 17 de la región del Maule en las elecciones pasadas?, la respuesta es: Raúl Alarcón Rojas y no "Florcita Motuda", es decir, que hoy el señor Alarcón ha sido gobernado por su alter ego; el personaje se comió al candidato.
Con este ejemplo, dios nos libre ahora de terminar viendo a Junior Playboy de candidato a senador.
Gabriel Quezada Salazar
José Antonio Kast
Recientemente, José Antonio Kast, fue agredido en una Universidad del norte. Los jóvenes agresores, al grito de nazi y fascista lo persiguieron hasta sacarlo de la institución. Esto es grave en dos puntos. Primero, por segunda vez en poco tiempo, ha recibido Kast, un trato que a los menos hace reflexionar en torno a lo que ocurre en nuestras universidades, pues allí es donde se le ha censurado.
Por otro lado, se expresa una paradoja, puesto que aquellos que agreden a Kast, se manifiestan ofendidos por la supuesta violencia de su pensamiento, pero son ellos quienes reaccionan primitiva e irreflexivamente. Escuchar sólo las ideas que nos gustan no es vivir en libertad, sí lo es tener la posibilidad de enfrentarlas intelectualmente.
Matías Jara Varas
Arrojo y valor
El 23 de marzo se conmemoró un nuevo aniversario del combate de Calama, primer acto de armas perpetuado en el contexto de la guerra del Pacífico, que nos recuerda el valor del prócer boliviano Eduardo Abaroa quien defendió heroicamente la plaza. Sin embargo, estas líneas se dedican a los más de 500 soldados chilenos que marcharon desde el campamento de Antofagasta al de Caracoles y posteriormente a Calama cubriendo una distancia superior a los 200 kilómetros, y que participaron con un elevado coraje en la contienda liderada por el coronel Emilio Sotomayor y la destacada participación del 2º de línea al mando del comandante Eleuterio Ramírez, los Cazadores a caballo bajo el mando del sargento mayor Rafael Vargas y los 30 mineros que guiados por el comandante Arístides Martínez, lanzaron los puentes sobre los vados de Topáter y Carvajal permitiendo el avance de las tropas chilenas hacia la victoria.
Hoy que nos vemos enfrentados a una demanda por la reivindicación marítima por parte de Bolivia, es bueno recordar el arrojo y valor de los chilenos, que sin una formación militar formal, entregaron todo por la Patria.
Federico Urra, profesor de Estado, jubilado
La violencia
Cuando se justifica la violencia porque "se lo merecía", "lo estaba pidiendo" o el "yo no lo haría, pero los entiendo", ¿no son las mismas palabras que emplean los que justifican el acoso callejero o incluso las violaciones, culpando a la víctima por andar provocando?
Franco Pardo Ortega