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La historia de amor del crack venezolano que triunfa en el CDA y se consagra en Chile

EDUARD BELLO. Se conocieron en una villa olímpica y después de la partida del jugador al norte, ella decidió seguirlo.
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Francisco Contreras Uribe

Han pasado cerca de tres meses desde que el volante de 22 años y promesa del fútbol venezolano, Eduard Bello, arribó a Club de Deportes Antofagasta. Sus destacadas actuaciones en la temporada pasada con el cuadro llanero de Carabobo, le permitió al jugador cumplir uno de sus anhelados sueños, que era jugar y ser figura en el fútbol extranjero.

Su inmediata adaptación al balompié chileno, lo han llevado a ganarse rápidamente el cariño de sus compañeros de equipo y de la hinchada "Puma". Sin embargo una de sus grandes tristezas fue el estar lejos de su novia venezolana de 24 años, Gabriela Brito, quien sólo hace un par de semanas tomó la determinación de radicarse en Antofagasta.

Ambos jóvenes se conocieron el 2014 en la Villa Olímpica de Carabobo, específicamente cuando Bello llegó a jugar al club de aquel lugar. En ese momento y hasta el día de hoy, ella es integrante de la selección venezolano de vóleibol playa (dupla). Desde ese entonces, han forjado una relación de amor y devoción por la religión cristiana.

El goleador y titular indiscutido de Deportes Antofagasta, aclaró que el tiempo que estuvo distanciado de su novia fue una situación bastante complicada, principalmente por la cantidad de tiempo que llevan como pareja.

"Tanto para ella como para mí fue muy duro. Veníamos de estar mucho tiempo viviendo juntos. Me tocó esperar dos meses para que ella se pudiera venir. Esperé tranquilo y pacientemente, tratar de no perder la compostura. Además, nosotros somos cristianos y el aferrarnos a Dios nos fortalece, nos hace estar tranquilos", comentó.

Al mismo tiempo, Brito señaló que fueron bastantes los sacrificios que tuvo que realizar para trasladarse a Antofagasta, entre ellos el conversar bien la situación de la selección nacional.

"Una de las metas que teníamos, es que él saliera a jugar al extranjero y gracias a Dios se dio la oportunidad. A raíz de ello y en mi calidad de seleccionada de Venezuela, tuve que conversarlo con mis entrenadores, no fue fácil, porque ellos no querían que me fuera, pero yo también quería salir por la situación del país, ya que para nadie es un secreto que todo está difícil", dijo la novia del jugador del CDA.

Dificultad

A pesar de los altibajos que se originaron, Eduard Bello, en enero de este año concretó su deseo de pertenecer a un equipo del extranjero. Incluso a pocas semanas de arribar al club albiceleste, el jugador recibe la noticia de que su abuelo y principal responsable de que siguiera una carrera como futbolista, falleció.

"Cuando falleció mi abuelo, Gabriela estaba en Venezuela aún y fue donde mi familia. A pesar de no estar allá, creo que fue muy importante que ella haya ido a mi casa, a consolarlos. Mi mamá, al verla a ella, fue como verme a mí y en ese momento se desahogó. Gabriela me apoyó al máximo, a pesar de yo estar solo", manifestó.

Al mismo tiempo, agregó que "mi primer gol lo quería hacer frente a Colo Colo. Ese día no pude anotar, de hecho el balón se estrelló en el palo, pero a la semana siguiente terminé haciéndolo y seguramente mi abuelo lo disfrutó. El tenía el sueño de que cuando yo jugara en el extranjero, lo llevara a ver un partido, que le comprara una entrada y lo pusiera en el VIP".

De hecho, la oriunda de la ciudad de Mariara, siempre estuvo presente en aquel momento tan difícil para el volante "puma". "Me imaginaba muchas cosas, porque Eduard estaba solito aquí, pero en sí le daba mi apoyo por teléfono y a su familia también. Creo que ese gol fue una felicidad ante tanta tristeza", mencionó.

Reymúndez: El "rescatador" que salvó al equipo y a una perrita desde las calles

DELANTERO. El jugador que definió el duelo con La Serena encontró a un animal y hoy lo ofrece en adopción.
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Ricardo Pinto Neira

Bien dicen que una buena obra tiene sus recompensas. Y que llegan cuando menos se espera. Algo que sin querer hoy puede contar el delantero uruguayo Leandro Reymúndez (26), el último refuerzo loíno en el torneo, quien vivió una semana más que especial.

Porque si en lo deportivo, el atacante charrúa fue la pieza clave para darle el triunfo al equipo en el difícil choque ante Deportes La Serena -le hicieron un penal tras una lucida jugada personal que finalmente marcaría el desequilibrio en el marcador-, el jugador ya cuenta con una historia a cuestas en Calama que causó la admiración de los fanáticos a través de las redes sociales.

Todo gracias a "Loa", la perrita que el jugador rescató la semana luego de un entrenamiento. "Iba camino del camping a mi casa -reside en las cabañas Harakara- después de un entrenamiento y encontré que había cinco perros atacando y mordiendo a una perrita. La saqué de ahí, la ayudé, espanté a los que la estaban atacando y ella, como suelen hacerlo los animales cuando los proteges, se fue conmigo. Y desde ese día que anda por acá y le damos comida y agua", relata el ariete uruguayo.

Hoy, "Loa" comparte con su esposa y su pequeña hija Julia. "Es juguetona y claramente es cachorra, no tiene más de nueve meses, porque me fijé en sus dientes. Además, se nota que era de casa y la abandonaron por la forma que tiene de relacionarse con la gente. Se nota que sería una gran mascota y como nosotros no sabemos si nos quedaremos mucho tiempo, como familia nos gustaría dejarla en una casa donde la vayan a querer, que la adopten para criarla, porque sería una gran mascota", dice.

Por ahora, la fórmula para aquella familia que quiera llevársela es simple, contactar al atacante cobreloíno a través de su cuenta de twitter -@lea_reymundez- o de instagram leandroreymundez- y allí definirán a quién se la terminan entregando.

"Que sea gente que quiera a los animales y realmente la vaya a cuidar", pide el jugador oriundo de Cardal.

Fútbol

Reymúndez se toma con tranquilidad su actuación del domingo pasado en Calama porque "yo vengo para aportar desde donde sea, jugando cinco minutos, un tiempo o arrancando de titular. Ojalá fuera desde el arranque, pero sé que eso lo ve el técnico y mi disposición con él y con el equipo es estar preparado para cuando me toque entrar", confidencia.

Pero ya superó un tema importante a la hora de vestir la camiseta de Cobreloa, el de la adaptación. "Estoy bien, feliz con mi familia acá, acostumbrado a la altura, al clima, a la ciudad y al club. Sólo espero ser el real aporte que la gente que confió en mí para venir está esperando", dice.

"Chimango" fue factor trascendental en el último triunfo minero en el torneo, cuando en el último minuto sacó una jugada "del barrio" para definir un partido que era casi desfavorable.

"Vi que el lateral estaba fuera de lugar, me anticipé, pedí la pelota en el lateral e hice un control dirigido para sacarle ventaja y cuando sentí que me agarró la camiseta, me dejé caer y por suerte fue penal. Me deja contento saber que con eso ayudé a ganar un partido difícil y pude aportar con lo que yo ofrezco, que es desborde y tratar de ir al frente cuando las defensas están cerradas", afirma.

Y sobre el próximo desafío como visitante, el ex atacante de Coquimbo Unido no cree que el equipo tenga una deuda pendiente. "Lo que pasa es que todos los rivales son complicados y si no ganamos afuera es porque nos hemos encontrado rivales que han hecho muy bien las cosas. Pero tengo confianza en que este sábado podemos romper esa mala racha".