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Fiesta de Cuasimodo se celebró visitando a enfermos postrados

CONVOCATORIA. Participaron cerca de 120 voluntarios, quienes este año cumplen 33 años realizando esta actividad, la que esperan se siga proyectando.
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Redacción

Cerca del mediodía de ayer comenzó la misa en la parroquia Jesús Obrero, instancia previa al inicio de la fiesta de Cuasimodo, que este año cumplió 33 años en Calama y con cerca de 120 voluntarios que permitieron que los enfermos postrados pudieran recibir la comunión.

El vicario de la parroquia, padre Asencio Calliata, comentó que es un día bastante especial, porque "vamos a ir visitando a los enfermos, llevándole la santa comunión y para estar con ellos, porque Jesús estaba más dedicado a los enfermos y a los marginados".

Una vez que terminó la eucaristía, el padre fue trasladado en una carreta tirada a caballos y acompañado por un centenar de cuasimodistas, algunos también a galope y otros en sus bicicletas y vehículos, todos con vestimentas y adornos para la ocasión.

Calama

El líder de los cuasimodistas en Calama, Rigoberto Callejas, contó que este legado se lo dejó el padre Fernando Vásquez hace 33 años, quien se aseguró que una vez muerto esta tradición debía continuar.

"Esto nació en abril de 1985 y llegó a Calama porque muchos tenemos raíces de la zona central y eso nos motivó, además de la tarea que nos dejó don Fernando Vásquez. Él decía que debíamos seguir con esta tradición, porque es muy chilena, pero que en el norte no se veía y empezamos a crear raíces no sólo acá, sino también en Iquique, San Pedro de Atacama y Antofagasta", contó.

Dijo que desde hace un tiempo que están cobijados en la parroquia Jesús Obrero, donde esperan quedarse de manera indefinida, pues antes estuvieron en La Merced de la villa Caspana.

Asimismo, Callejas comentó que efectivamente en estos 33 años han creado una tradición, pues los enfermos que van a visitar "nos esperan, inclusive tengo una nómina para visitar y no les podemos decir que no. Inclusive, si una persona nos para en el recorrido porque una persona no puede recibir la comunión, nosotros hacemos que el padre se la dé".

Enfatizó que ésta es una tradición muy linda y contó que los cuasimodistas están reunidos, pero "aquí no hay directiva ni nada, esto nace y termina en la comunidad".

Historia

Callejas contó que la fiesta de Cuasimodo nace, aproximadamente, en la época de la Colonia. "Los padres salían por los campos chilenos a darle la comunión a los enfermos postrados que no podían llegar a la iglesia, pero había bandoleros que los asaltaban por las copas de plata y les robaban todo, entonces no podían llegar a su destino".

Por este problema, se agruparon campesinos y huasos para acompañarlo y evitar los asaltos. "De ahí nace esta tradición de los cuasimodistas", contó.

Esta festividad es el domingo seguido al de Pascua de Resurrección y en 1987 el entonces Papa Juan Pablo II al conocer esta actividad la declaró como el "verdadero tesoro del pueblo de Dios".

en abril de ese año comenzó la tradición de los cuasimodistas en Calama. Ya está instaurado y hay cerca de 120 personas participando. 1985

Voluntarios colaboran en Museo Gustavo Le Paige

CONSERVACIÓN. En cuidado de 300 mil piezas arqueológicas en San Pedro.
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La Unidad de Colecciones y Conservación del Museo R.P. Gustavo Le Paige s.j., perteneciente a la Universidad Católica del Norte, ubicado en San Pedro de Atacama, reactivó el programa de voluntariado, recibiendo en los primeros meses de 2018 a alumnos, egresados y profesionales chilenos y extranjeros que estudian y/o se desempeñan en las áreas de conservación y arqueología.

Esta iniciativa no sólo busca contribuir en el compromiso de preservar y conservar las valiosas piezas de la colección, sino que también, aportar en la formación y capacitación de los voluntarios en base a una enriquecedora experiencia profesional.

Trabajos

Dentro de las actividades que desarrollaron los voluntarios se destacan el registro, documentación, catalogación y actualización de las bases de datos del material cultural.

"Las tareas que realizan se van adecuando a las demandas que tenemos. Una de esas es potenciar la base de datos. Esto lo hacemos abriendo las cajas y revisando su contenido. Por ejemplo, si en una caja se registran 10 cerámicas, corroboramos de dónde provienen, qué características tienen y cuál es su estado de conservación con el fin de tener la mayor información posible", dijo Jimena Cruz, encargada de conservación del Museo Gustavo Le Paige.

Por otra parte, a raíz del proyecto del nuevo museo y el embalaje de las piezas a los recintos transitorios, se realizó un recambio de cajas ácidas a cajas libres de ácido. En primera instancia, priorizando el material más relevante y delicado.

"Creemos que somos unos de los museos con mayor cantidad de material en óptimas condiciones con cajas libres de ácido. Esto es importante porque ayuda a que la pieza no se contamine, altere o deteriore. Permiten un mejor resguardo y estabilidad, alargando la vida de las colecciones", dijo Cruz.

Voluntarios

Uno de los voluntarios fue el arqueólogo francés, Denis Guilbeau, quien calificó esta experiencia como muy positiva, llamándole la atención el buen estado de las colecciones. "Es muy interesante la conservación espectacular de los textiles, de la madera, cráneos y momias gracias al clima del desierto y el resguardo", dijo Guilbeau.

Por su parte, Magdalena Guajardo, egresada de Historia y Teoría del Arte de la Universidad de Chile, consideró que su experiencia fue enriquecedora, más aún queriendo especializarse en textiles precolombinos. "Cuando estuvimos haciendo registros fue muy interesante, ya que este Museo es el que tiene la colección más grande de piezas arqueológicas. Tienen la mayoría de las tumbas (fardos funerarios) con su historia. No está descontextualizado, como pasa en otros lados".

Convenio

El voluntariado, que continuará durante todo el año, se realiza gracias a un convenio firmado con el Hotel Cumbres, enmarcado en su compromiso con el patrimonio local.