Esta semana que recién pasó fue movida para la ciudad de Calama. El descontento social tuvo un punto de inflexión con la intervención en la Municipalidad de un grupo de vecinos que se tomaron el inmueble, y quienes junto con presentar sus históricas demandas, solicitaron el retiro de la empresa de reciclaje de baterías de plomo, RAM-Recimat.
Si bien no comparto la forma, no puedo sino acompañar a los vecinos en el fondo, involucrándome con ellos, y trabajando desde mi área, poniendo la salud de los calameños antes que todo, y estableciendo éste como el punto clave donde las autoridades tienen que tomar posiciones y decisiones.
Somos una zona árida, donde el progreso económico del país ha hecho perder el enfoque sustentable, zona saturada que a la fecha no cuenta con plan de descontaminación.
Calama tiene cualidades de sobra como para no seguir siendo el patio trasero de la industria productiva chilena, y ser un referente nacional e internacional de como hacer bien las cosas. Queremos desarrollo, pero lo queremos con calidad de vida, que lo que esta ciudad genera, se quede también en estas tierras, retribuyendo aquello en transformaciones de fondo en el ámbito urbano y social, para una Calama moderna, sustentable, desarrollada, y que recompense la perseverancia de su gente en actos concretos y palpables.
En este adverso escenario, se ven luces, porque la noche nunca es más oscura que cuando se acerca el amanecer, y hay que destacar los primeros rayos que vienen de la mano de una buena sintonía y recepción que hemos tenido por parte del Gobierno, que entiende la lógica de nuestro norte, que tiene que ser un norte sustentable.
En ese contexto, y atendiendo a la política que queremos de la mano del Gobierno del Presidente Piñera, hace pocos días, nos reunimos con la Ministra de Medio Ambiente, Marcela Cubillos, y el subsecretario Rodrigo Benítez, quienes confirmaron una visita en terreno para revisar la alarmante situación.
Los rayos de sol y las buenas noticias están por llegar a Calama, por lo que esperamos estar a la altura de estos desafíos, para así gratificar a todos y cada uno de los vecinos de este maravilloso lugar, el cariño y compromiso que entregan sin pedir nada a cambio.
José Miguel Castro,
Diputado