Willy Briceño Romero
Al igual como en años anteriores, se procedió en la presente semana al acuartelamiento de los soldados conscriptos voluntarios que recibirán instrucción militar durante el periodo respectivo en la Brigada Motorizada N°1 "Calama".
Período que se inició con prácticamente el doble del personal femenino que el año anterior.
En total son 577 soldados conscriptos procedentes de Ovalle, La Serena y Santiago, además de aquellos voluntarios de la provincia El Loa.
Además de recibir la tradicional instrucción propia de la institución, los soldados conscriptos tienen la opción de nivelar sus estudios, y también de aprender un oficio que le permitirá desarrollarse de mejor forma en el mundo laboral, de no continuar la carrera militar en las escuelas de suboficiales y oficiales dispuestas para tal fin.
Al respecto, se refirió el comandante Jorge Paredes Bórquez, oficial de Operaciones de la Brigada Motorizada N°1 "Calama", quien señaló que "en este momento se inició con una capacitación propia del personal de la Brimot, con la finalidad de poder adquirir los conocimientos necesarios para poder materializar el periodo de selección que se llevó a cabo un mes atrás".
Luego agregó que "este año llegaron 150 voluntarios a la Brimot, los cuales pasan a un proceso de selección, y no todos están en condiciones de poder materializar el servicio militar", donde el personal encargado de la selección de los soldados conscriptos debe evaluar una serie de factores a tomar en cuenta.
El oficial de Operaciones, resaltó que "desde hace un tiempo atrás, la concurrencia de personal voluntario es bastante alta en la comuna. Hay mucho interés de los ciudadanos por materializar el servicio militar, y con eso poder continuar la carrera militar y materializar estudios dentro de lo que ofrece el servicio militar en forma anual".
Asimismo destacó que durante el período de reclutamiento "hay nivelación de estudios para los ciudadanos, y capacitaciones también por parte de institutos externos. Por lo tanto eso hace más atractivo la concurrencia a los ciudadanos que son voluntarios para materializar el servicio militar".
Es así, como en el proceso de acuartelamiento de 577 soldados conscriptos, se contó con 58 que corresponden al personal femenino de Calama Ovalle y La Serena.
Mientras que el personal militar masculino es preferentemente de la zona central del país.
Instrucción militar
Con cuatro días de instrucción militar, los soldados conscriptos iniciaron el proceso de adaptación a la zona desértica y también a la disciplina propia de esta institución con una trayectoria que se remonta en el tiempo.
El comandante de Sección de la Brimot, el subteniente Pierre Caselli Hernández, manifestó que "la verdad es que es un proceso progresivo, el soldado conscripto cuando ingresa a la brigada prácticamente se transforma de civil a militar. Por lo tanto en una primera fase se le enseña el proceso de formación con normas básicas que tiene que cumplir un militar, tanto en forma como en modales".
"Al soldado conscripto se les enseña las posiciones fundamentales durante un par de semana y después nos vamos a un periodo de entrenamiento en la primera campaña que ellos tienen propiamente tal", explicó el instructor encargado de sección.
Pero, también planteó que "les damos la oportunidad de que nivelen sus estudios, a los soldados que no cumplen con su enseñanza media completa, y durante el año le damos la oportunidad a los soldados que cuentan con cuarto medio de que puedan hacer capacitación o cursos de mecánica, electricidad y repostería, dependiendo de los cupos disponible en el año", con la finalidad de que al terminar la etapa de la instrucción militar voluntaria, y de no continuar ligado a la institución, cuenten con diversas herramientas para la reinserción laboral al ingresar a la vida civil.
Nivelación de Estudios
El cumplir con la instrucción militar de forma voluntaria les permite a los soldados conscriptos nivelar sus estudios de enseñanza media, tal como pretende concretar tres de estos jóvenes, que decidieron sumarse a la Brigada Motorizada N°1 "Calama".
Con 18 años, Israel Murillo Huerta, procedente de la localidad de Rapel, destacó que "porque me gustaba desde pequeño la vida militar y para poder tener un futuro mejor".
Este joven reconoció que sus padres están orgullosos, y que durante este período va a nivelar sus estudios, tercero y cuarto año medio.
Mientras que Diego Mella González (17), de Santiago, señaló que "desde los doce años tengo visto ser militar, y después de cumplir con la instrucción militar pretendo ingresar a la escuela de suboficiales para continuar la carrera militar".
"Me queda por rendir tercero y cuarto medio, además de aprender muchas cosas más que me entrega el Ejército, como son la disciplina, el orden y por supuesto el respeto", confidenciando que sus padres están orgullosos por el camino que decidió tomar.
Con un hermano menor de 8 años, Rodrigo Canales Ríos (18), de Calama, quien también aprovechará el tiempo para nivelar sus estudios de enseñanza media. "Me gusta la milicia, vine a postular hace dos años y por la edad no pude cumplir este sueño. Ahora quiero continuar una carrera militar, ya que mis padres están orgullosos y felices por la decisión", puntualizó.
Personal femenino
Al igual que el año anterior, en la presente temporada se sumaron al proceso regular de acuartelamiento el personal femenino, que prácticamente fue el doble de 2017, donde eran 30, y ahora son 58.
Estas jovencitas también pretenden continuar una carrera en la institución militar, tal como lo da a conocer Javiera Muñoz Ávalos (21), de Calama, quien aseguró que "desde pequeña siempre me llamó la atención la vida militar, y nunca tuve la oportunidad de integrarme antes porque me enfoque en mis estudios".
En el 2014 salió de 4° medio del Instituto Antonio Varas, dio la PSU y con dos años de estudio en kinesiología en la Universidad de Aconcagua, se sumó a la institución militar.
"Estoy súper bien. Mi familia está orgullosa de mi porque estoy cumpliendo uno de mis sueños, y después quiero postular a la escuela de oficiales y continuar mi carrera militar", concluyó.
Esta misma pasión la comparten sus compañera que llegaron procedentes de Ovalle a cumplir con la instrucción militar voluntaria, sin conocer nada de esta ciudad.
Este es el caso de Jéssica Tapia Morales (21), quien con un año aprobado de veterinaria en la Universidad de Las Américas en Santiago debió congelar por fuerza mayor.
"Mi idea de entrar al Ejército la tenía desde que estaba en cuarto medio porque quería vincular dos cosas como la carrera militar y la medicina veterinaria, y después postular a la escuela de oficiales del Ejército", sentenció.
Es la menor de cuatro hermanas, y considera que la disciplina es parte de la vida militar, para lo cual está preparada al contar con el apoyo de su familia.
Mientras que Iryna Villanueva Cortés (19), también procedente de Ovalle, quien enfatizó que "desde muy pequeña siempre me llamo la atención la vida militar, y quería tener una experiencia de vida de algo que me marcará, algo que no se me olvidara en el tiempo, y que cuando sea mayor tener el recuerdo de esto".
Esta joven después de salir de enseñanza media rindió la PSU, con la opción de poder postular a pedagogía de educación física o servicio social. Pero, pudo más el deseo de servir a la patria, y al hecho que quiere continuar una carrera militar en la escuela de suboficiales.
Reconoció que es un referente en su hogar, al ser la mayor de cuatro hermanos, cuyo jefe del hogar es la mamá, quien por estos días no esconde el orgullo de que su hija optará por sumarse a las filas del Ejército de forma voluntaria.
"Mi idea de entrar al Ejército la tenía de 4° medio porque quería vincular dos cosas como la carrera militar y la medicina veterinaria".
Jéssica Tapia Morales"
"Desde los 12 años tengo visto ser militar, después de cumplir con la instrucción militar quiero ingresar a la escuela de suboficiales".
Diego Mella González"
"Desde muy pequeña siempre me llamo la atención, y quería tener una experiencia de vida de algo que me marcará y que no se me olvidara".
Iryna Villanueva Cortés"
"Porque me gustaba desde pequeño, y para poder tener un futuro mejor. Voy a nivelar mis estudios de tercero y cuarto año medio"
Israel Murillo Huerta"
"Mis padres están orgullosos porque estoy cumpliendo uno de mis sueños. Para después postular a la escuela y continuar mi carrera".
Javiera Muñoz Ávalos"
"Quiero continuar una carrera militar después de cumplir con la instrucción como voluntario. Mis padres están orgullosos y felices".
Rodrigo Canales Ríos"