Medicina basada en narrativas: un modo de
OBJETIVOS. Mejorar la comprensión empática de los doctores y profesionales de la salud con sus pacientes y, a la vez proponer cuidados individualizados es lo que plantea este nuevo enfoque de tratamiento.
Un estudio realizado hace algunos años en Estados Unidos reveló que una persona que visita a un médico dispone, en promedio, de apenas 22 segundos para presentarse ante él y explicarle por qué ha solicitado la consulta, antes de que este último la interrumpa, tome la palabra y proceda a dirigir un cuestionario sin mediar más explicaciones.
Si a lo anterior añadimos el hecho de que dos de cada tres pacientes se inhiben frente a un facultativo y en virtud de eso son incapaces de describirle de manera contextualizada y con precisión los malestares que sienten, en especial cuando estos comprenden también aspectos psicológicos o emocionales, es fácil entender por qué la mayoría de la gente tiende a calificar a los doctores coo profesionales "fríos" o "distantes" y, de paso, afirma que es casi imposible mantener una relación empática con ellos.
De hecho, las compañías aseguradoras y los centros asistenciales más importantes del mundo estiman que cada año enfrentan pérdidas superiores a los 3 mil millones de dólares por concepto de reclamos por daños y perjuicios, en función de las demandas que interponen sus usuarios por calidad disminuida de la comunicación entre médico y paciente.
Deterioro del relato
En la actualidad parece haber consenso entre los entendidos en cuanto a que esta situación es consecuencia directa de tres factores esenciales: el gran avance de las tecnologías, la abrumadora generación de conocimientos y el enfoque mercantil con que operan muchos de los sistemas de prestación de salud, que en las últimas décadas han transformado de gran manera la práctica médica al imponerle a ésta restricciones de tiempo y presiones tanto técnicas como financieras.
"Todo esto ha favorecido el deterioro del relato -la conversación- en la medicina en pro de una excesiva confianza en parámetros objetivos, exámenes de laboratorios y procedimientos realizados por equipos altamente tecnológicos, lo que sin duda ha terminado por deshumanizar la experiencia de las personas cuando acceden a un especialista o demandan cuidados clínicos", explica la doctora Pamela Jofré, gastroenteróloga infantil y docente de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso que lleva varios años estudiando este tema.
La respuesta
Este fenómeno fue recogido y analizado en profundidad a fines de los años 90 por investigadores británicos y estadounidenses cuyos trabajos dieron origen a una manera de enfrentar la enseñanza de la disciplina y las prácticas sanitarias denominada Medicina Basada en Narrativas.
Los objetivos de este método son mejorar la compresión de los médicos hacia las personas que atienden y, a la vez, proponer cuidados individualizados y en concordancia con la situación que ellas deben enfrentar cuando pierden su estado de salud.
"Esta mirada propone revalorizar el conocimiento biográfico de cada persona como base de la buena práctica, mediante enseñanzas y entrenamientos destinados a que los profesionales de la salud conozcan bien a sus pacientes -quiénes son, de dónde vienen, cómo viven, entre otras cosas- y, además, comprendan mejor sus expectativas, el significado de la enfermedad que los aqueja y el sufrimiento que enfrentan, para luego iniciar un abordaje clínico mucho más certero que no sólo considere variables biológicas, sino también psicológicas y sociales", afirma la doctora Jofré, quien a su vez es máster en Medicina Narrativa por el ISTUD de Milán e impulsora en la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso de cursos y talleres que incorporan alto contenido humanista al plan de estudios de ese plantel.
Impacto en la formación
Si bien los relatos han jugado siempre un papel trascendental en la medicina, en la actualidad están siendo utilizados cada vez más como instrumentos educativos destinados a "re-elaborar" la experiencia de quienes se forman en la disciplina, en cuanto al contacto que estos han de tener con las personas y a crecer en humanidad, para prevenir así su aislamiento, estrés y agotamiento emocional.
En efecto, en el ámbito formativo este ejercicio contribuye a que los estudiantes -como futuros médicos- incorporen en su formación disciplinar todas sus vivencias, la relación con el sufrimiento de ellos mismos y de otros, el significado de la muerte, la discapacidad y tantos otros aspectos de la vida, la salud y la enfermedad, como una forma de hacerlos reflexionar y comprenden mejor las diferentes dimensiones del ser humano y de su entorno.
"En el aula, la Medicina Basada en Narrativas nos permitir reconocer que vivimos en un mundo hecho de relatos, porque la realidad, tal como es, es inaccesible. Sólo logramos conocerla a través de nuestros sentidos y de nuestros modelos interpretativos. Las narraciones cumplen, por consiguiente, un rol fundamental en la misión de dar sentido al mundo y a nuestras experiencias, en especial cuando se pierde el equilibrio habitual y aparece la enfermedad, el dolor o el sufrimiento", sentencia la especialistas y académica de la UV.
rehumanizar la formación y la práctica clínica
Doctora Pamela Jofré Pavez,
máster en Medicina Narrativa y docente de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso.
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