Cristián Venegas M.
A principios de marzo el Presidente Donald Trump desencadenó una guerra comercial con China, luego de anunciar que subiría en 25% los aranceles de 1.300 productos, lo que significaría ingresos estimados entre 50 y 60 mil millones de dólares para Estados Unidos. En respuesta, el país asiático informó que aumentaría el gravamen de 106 productos estadounidenses, por un total de 50 mil millones de dólares.
Conflicto comercial que en las últimas semanas ha ido escalando entre las dos mayores economías del mundo, que ha juicio de la directora de la Escuela de Economía y Administración de la Universidad Central, María José Becerra, no significará, necesariamente, una derrota para uno u otro.
No perderán
"Cuando se dice que en las guerras comerciales nadie gana, eso no es tan así para los países que han pensado su desarrollo económico. Estados Unidos gana porque está protegiendo una industria, proveyendo que haya un mayor grado de industrialización en sus procesos y productos, y va a ganar porque al aumento de los aranceles tendrá más musculatura fiscal, va a recibir más recursos por esta protección, puede gastar más", explicó la economista.
Por otro lado, continuó Becerra, "China, al devaluar su moneda, el yuan, lo que está diciendo es que son mucho más atractivas sus exportaciones y así su superávit comercial, sus exportaciones, seguirán creciendo y tendrá un estado mucho más robusto".
"El aumento de arancel no necesariamente va a bajar la relación comercial, de compra de los consumidores estadounidenses respecto a China, porque la moneda, el yuan, será más barata y si llega a pasar eso, tendrá profundas implicaciones y no solamente para esta guerra comercial, sino que para todo el mundo, lo que están diciendo ahí, para Chile, es que nuevamente las exportaciones chinas serán más baratas", aclaró la profesional.
"Finalmente estos dos países, a pesar de tener una seudo guerra declarada, igual van a tener un concepto de win-win (ganar-ganar). Va a ganar Estados Unidos y va a ganar China, el tema es qué pasa con países como Chile, que estructuralmente no ha pensado seriamente cuál es su modelo de desarrollo y esto no pasa por políticas de gobierno sino que por políticas de Estado, en torno a cuál es el modelo de desarrollo y cómo queremos desarrollarnos: recursos naturales, pero con qué nivel de tecnología, qué queremos vender, cuánto queremos, por ejemplo", complementó su análisis.
Negociador agresivo
El gerente de Estudios de la corredora de bolsa Renta 4, Guillermo Araya, consultado sobre su apreciación de esta guerra comercial entre Estados Unidos y China, dijo que "estamos viendo que todas las economías están teniendo un crecimiento sólido, pero tendremos un año con alta volatilidad, es decir, fundamentales todavía buenos, pero volatilidad por la forma de negociar de Donald Trump".
Respecto de este último punto, el experto dijo que el Presidente de EEUU "más que la imposición de medidas grandes, lo que uno ve es que su forma de negociar es un poco más agresiva, un estilo diferente".
"A qué me refiero, prosiguió, inicialmente quería imponer aranceles a México y Canadá, después lo descarta, sin embargo está negociando el tratado de libre comercio con ambos países. Entonces si uno lo mira desde la perspectiva de un mexicano y te dicen que te pondrán un arancel del 10% ó 15%, cuando te han dicho que pedirán uno de 30%, capaz que firmes en seguida".
En este mismo sentido, agregó que "cuando le pones una multa por aranceles de US$ 60 mil millones a China y China contragolpea y después dices 'estoy dispuesto a negociar…' entonces hay un estilo diferente de hacer las cosas, muy agresivo, muy empresarial".
Aunque Araya cree que también hay mucho de discurso en la estrategia de Trump, "porque si él implementara cerrar la economía norteamericana a raja tabla, Estados Unidos en vez de crecer, decrece, y eso sería un perjuicio económico, no es llegar, subir los aranceles y cerrar la economía. Por otro lado hay una institucionalidad que no le permite hacer ciertas cosas".
Podría afectar
Gino Lorenzini, magíster en Finanzas en la Universidad de Chile y fundador de Felices y Forrados, explicó que Donald Trump decidió empezar una guerra comercial con China, porque las importaciones de EEUU, desde el país asiático, son el triple y está teniendo grandes déficit comerciales con China y eso afecta su economía.
"Fue entonces cuando empezó con medidas proteccionistas y se ha generado una escalada, en que EEUU pone una restricción y luego China y así sucesivamente y eso finalmente afecta el comercio global y podría afectar a Chile que es un país abierto al comercio internacional. Entonces si esta guerra comercial se vuelve más profunda los próximos meses, obviamente eso podría traer complicaciones, pero depende mucho de qué ocurra con el precio del cobre, porque si se mantiene sobre los US$ 3,0 no debería generar mayores inconvenientes, debido a que el cobre es el 50% de las exportaciones de Chile".
Duraría años
El gerente general y fundador de Previsionarte, Andrés Guerra, cree que la mayor influencia sobre la economía mundial tendrá que ver principalmente con las decisiones que tome Donald Trump y con cómo llevará adelante a Estados Unidos. País, dijo, que "cada vez tiene menos poder y será seguramente China la que tomará la cabeza económica en los próximos años, y mientras perdure ese ajuste, ambos países probarán fuerzas en distintos ámbitos".
El experto en gestión corporativa y estratégica, añadió que "el desequilibrio que tiene EEUU, respecto del rumbo que quiere seguir Trump, mantendrán los mercados internacionales en volatilidad. En general, este año será muy volátil", vaticinó.
Respecto de la cuánto podría extenderse esta guerra de aranceles, Guerra dijo que "desde mi punto de vista podría durar varios años, porque esto tiene que ver con un reacomodo de las figuras a nivel internacional. Estados Unidos quiere volcarse hacia adentro, principalmente por su clase obrera, que ha sido la más golpeada en las últimas décadas, en función de la industrialización de EEUU que comenzó a disminuir porque comenzaron a importar todo desde afuera. Y la clase obrera americana es en definitiva la que votó por Trump".
Optimismo
Pese a que las implicancias de la guerra comercial aún están por conocerse, el seremi de Economía, Geraldo Jusakos, es optimista, al menos de lo que le depara a Chile. "Sin duda que el escenario internacional que se presenta puede tener distintas visiones. Más aun cuando el mayor flujo de exportación de nuestro país se concentra en China (36,4%) y Estados Unidos (15,3%), respectivamente", dijo.
"No obstante, agregó la autoridad, hemos tenido señales claras de una economía que se ha ido robusteciendo, y prueba de ello es la concreción de obras de gran inversión para la industria; lo que en cierta manera habla que hemos llevado bien los procesos, cumpliendo así, el mandato del Presidente Sebastián Piñera sobre destrabar los proyectos que signifiquen una incidencia positiva en el crecimiento y empleo".
Jusakos sumó a su análisis otro antecedente que abriga esperanzas, el hecho que el Fondo Monetario Internacional (FMI) haya elevado la proyección de crecimiento para la economía de 2,5% en octubre a un 3,4%. "Es un espaldarazo que viene a reflejar esta visión; porque genera un clima de confianza que permite nuevas plazas de inversión tanto para el país, como para la región", estimó el secretario regional.