Capital loína se arboriza con 5.600 ejemplares promedio al año
ENTREGA. Conaf desde hace 15 años a la fecha tiene un ambicioso programa de arborización para dotar a la comunidad de diversas especies que crecen sin mayor dificultad en el desierto.
Cada año existe un programa de arborización. De hecho, en la provincia El Loa se trabaja en acciones de este tipo desde el año 1997, cuando se trajeron desde San Pedro de Atacama a Calama algunas especies arbóreas por parte de la Corporación Nacional Forestal (Conaf).
"Esta provincia es considerada como pionera en los planes de arborización urbana. Y, más formalmente, desde el año 2002 a la fecha a la fecha se han entregado por parte de Conaf -en conjunto con otros socios estratégicos- a la comunidad (particulares, establecimientos educacionales, juntas de vecinos, empresas, etcétera) 120 mil arboles, aproximadamente", mencionó el jefe provincial de la entidad, Tomás Gero.
Estadística
En Calama se hizo un catastro el año 2002 respecto del arbolado público, que determinó que existían 10 mil 500, considerando árboles, arbustos y palmeras, pero desde esa fecha hasta ahora Calama ha tenido un crecimiento enorme en este sentido, según reconocieron desde la entidad gubernamental.
Así es como en los últimos quince años en Calama se han entregado 84 mil árboles, lo que representa un 700% de incremento respecto a lo que determinó el único catastro de arborización. Esa cifra, al dividirla por esa cantidad de años, revela que cada 365 días Conaf entrega 5.600 árboles en promedio, tanto en espacios urbanos como rurales de la comuna.
"Si contáramos con un catastro actualizado, se podría hacer un plan mucho más detallado, un plan de arborización a nivel ciudad. Con eso podríamos determinar cuál es el estado de ciertas especies, por ejemplo, especies que están con un problema característico donde se necesita hacer un tratamiento. Eso, obviamente, conduce una gestión y es la base para todo. Saber lo que hay y cómo está", dijo el jefe provincial de la entidad.
En una ciudad que cuente con condiciones normales de suelo, tiempo y agua, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere 9 metros cuadrados de vegetación por cada habitante, pero esa estadística, según reconocen en Conaf, es cumplida por muy pocas ciudades en el país.
"Te diría que sólo algunas de la zona sur y ciertas comunas de Santiago cumplen. Sin embargo, tenemos que considerar que en Calama estamos en una zona árida, donde tampoco podemos cambiar lo que tenemos o convertirlo en un gran vergel. Sin embargo, la idea es continuar con nuestros planes, los llevamos por años y siempre está la disponibilidad de que las personas puedan arborizar sus espacios", manifestó Tomás Gero.
En cualquier caso, para el encargado del Departamento de Fomento Forestal de Conaf, Julio Vega, esto se debiera ver de otra forma, que no tiene relación con alcanzar esos 9 metros cuadrados de vegetación por habitante. "Debemos preocuparnos más por definir cuáles son los espacios que tenemos disponibles, cómo podemos mantenerlos y recién ahí podemos evaluar qué capacidad tiene la ciudad para eso. No podemos pretender arborizar todo el desierto", aseguró.
Entrega
Al respecto, señaló que en este proceso de entrega de un árbol, primero se investiga el lugar, para que éste no se transforme en un conflicto más que un beneficio, porque ocurre que el usuario puede tener un metro cuadrado de terreno y desea llevarse un pimiento. Aquello no se condice. Así es como se hace una asesoría al momento del ingreso, para ver si es factible o no.
Lo relevante es generar capacidad y conocimiento en las personas, en el sentido de que no basta con poner la planta en el suelo, porque hay tareas importantes por parte del usuario que podrían ser relevantes para hacer que esta planta crezca o no.
"No es lo mismo plantar un árbol en el sector norte de Calama, que es una zona desértica, que hacerlo en el sur. En el norte de la ciudad, un árbol requerirá de mantención por toda la vida útil que pueda tener, en cambio, en el sur de la ciudad, como está más cerca de la ribera del río, son sectores más húmedos, menos complicados", expresó el encargado del Departamento de Fomento Forestal de Conaf, Julio Vega.
Por la cantidad de árboles que se entregan, se generan muestras, donde se hacen evaluaciones o verificaciones. Eso se realiza año a año y como hay personas que son constantes usuarias de este programa, se hace un seguimiento más regular, viendo cómo se comporta tanto la planta como el beneficiario.
Es tanta la demanda de los loínos por llevarse árboles hasta sus casas o sus juntas de vecinos, que en Conaf reconocen que ni siquiera es necesario difundir. En Calama se trabaja con viveros, donde se hacen producciones anuales, tanto de las especies nativas como exóticas.
Al respecto, este año para El Loa existe una disponibilidad de 7.500 plantas, que se dividen en dos programas: "Más árboles para Chile", que está asociado a lugares urbanos y "Programa de Forestación Subsidiaria", que está enfocado en la ruralidad. Para el primer programa, se dispone de 6.000 plantas este 2018, mientras que para el segundo mil quinientas.
Especies
Hay tres dificultades para la siembra y posterior plantación de especies arbóreas en Calama: las condiciones de suelo, las condiciones del tiempo, clima y la falta de agua. Lo otro, se asocia más al compromiso que puedan tener las personas interesadas en plantar especies vegetales en cuanto a su sustentabilidad.
"El agua es más compleja por su administración que por su falta, quizás. Pero hay alternativas para poder paliar eso, como son la utilización de aguas grises. Si uno quiere optimizar el riego, la idea es no hacerlo con el agua potable, porque significa un costo extra. Por eso, una opción es utilizar aguas grises, de la lavadora o del mismo lavamanos", dijo Tomás Gero.
No todas las aguas grises pueden ser utilizables para estos fines, ejemplo, si se utiliza el agua de la lavadora, ideal es que se ocupen los últimos enjuagues, porque los primeros contienen los residuos de suciedad de la ropa y los elementos químicos del detergente.
En Calama crecen sin mayores dificultades -pese a las condiciones complejas- especies nativas como el algarrobo, chañar, tamarugo y el pimiento. Además, especies exóticas, como se les llama porque vienen de otras zonas o requieren cuidados distintos, donde están las acacias, cipreses, parkinsonia, palmeras, entre otras.
Y dónde están esos árboles que desde el 2002 a la fecha Conaf ha entregado en Calama... Una gran parte de la arborización de sectores tales como la Nueva Oasis Norte, Licantatay, Cerro Negro y Verdes Campiñas, por nombrar algunos, existe gracias al programa "Más árboles para Chile", dependiente de esta entidad gubernamental.
De esta manera, Conaf invita a los interesados en arborizar su entorno a acercarse a la oficina provincial, ubicada en el edificio de los servicios públicos en la avenida Granaderos, para exponer su idea o proyecto y solicitar las especies que necesiten.
"No es lo mismo plantar un árbol en el norte de Calama, que hacerlo en el sur. En el norte, un árbol requerirá de mantención por toda su vida útil y en el sur, como está más cerca de la ribera del río, son sectores más húmedos".
Julio Vega
Encargado Depto, Forestal Conaf"
"El agua es más compleja por su administración que por su falta. Pero hay alternativas para paliar eso, como la utilización de aguas grises. Si uno quiere optimizar el riego, la idea es no hacerlo con agua potable".
Tomás Gero, Jefe provincial de Conaf"