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Intensa búsqueda realiza familia de joven que lleva 16 días desaparecido

PISTAS. Sebastían Rojas Diaz fue visto por última vez en la calle Granaderos.
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Un verdadero calvario está viviendo la familia de Sebastián Nicolás Rojas Díaz que lleva 16 días desaparecido, sin que aún existan pistas sobre el posible paradero del joven de 27 años, que fue visto por última vez pasada la medianoche en calle Antofagasta con Granaderos, pleno centro de la ciudad.

Según los antecedentes entregados por su hermana Andrea, el joven, luego de culminar sus labores en el restaurante Piedras y Brazas, solicitó a un compañero de trabajo que lo acercará hasta el centro, para luego tomar locomoción hasta su casa.

Este trayecto fue realizado con normalidad y Sebastián se bajó en calle Granaderos, sin embargo, desde allí se perdió todo contacto con él, situación que mantiene angustiados a sus familiares y amigos.

"Sebastián es una persona tranquila, dedicada a su trabajo, en el que llevaba cerca de un mes y tiene muchos sueños por cumplir. No sabemos lo que pasó, no tenemos mayores antecedentes y necesitamos que la comunidad nos ayude. Entre familiares y amigos hemos recorrido los diversos sectores de la ciudad, sin que aún tengamos respuestas. Ya pusimos la denuncia por presunta desgracia en Carabineros y la Fiscalía ya inició las diligencias, necesitamos que mi hermano vuelva con nosotros, estamos muy preocupados con lo que está pasando", explicó Andrea.

Proceso

Sebastián, detalla su hermana, es un hombre responsable, cumplía siempre con sus obligaciones en el restaurante donde trabajaba hace un mes. En ciertas ocasiones solicitaba a sus compañeros si lo podían acercar hasta el centro para luego tomar locomoción, debido a que él no cuenta con un vehículo particular.

Ese día, a su hermano Marcos con quien comparte una vivienda, no le extrañó que no llegará en la noche, pero pasadas las horas la situación cambió y comenzó a realizar las indagaciones, sin lograr resultados favorables.

Fue allí que se inició una búsqueda para dar con el paradero de Sebastián, pero hasta el momento no hay nada concreto. "Ahora estamos buscando todas las instancias para saber qué pasó con mi hermano, estamos viendo la factibilidad de conectarnos con alguna vidente, para que nos ayude en la búsqueda, pero apelamos a la solidaridad de la gente, para que nos puedan entregar pistas concretas sobre su paradero", destacó Andrea.

Denuncia

La Fiscalia ya comenzó con las indagaciones del caso por presunta desgracia. La familia en paralelo, sigue rastreando los diversos sectores de Calama para dar con la pista del trabajador.

Entre los antecedentes que entregó su hermana, se destaca que el joven viste jean azul, sweter y zapatillas, mide 1.70 centimetros, cabello corto, tez morena y contextura normal.

Quienes tengan información la pueden entregar al número telefónico 962305597 o también a Carabineros y la Policía de Investigaciones (PDI), quienes ya dispusieron de personal para encontrar a Sebastián Rojas Díaz.

Universidad cierra su carrera y les informa por vía telefónica

CONFLICTO. Once jóvenes que cursaban el primer año de enfermería en la sede de La República, fueron informados que por la falta de matrículas no se dictará.
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Viviana Astudillo Olmos

Llegaron con la ilusión de estudiar enfermería, pero a pocos días de ingresar a la sede Calama de la Universidad de la República, les informaron que el curso de primer año de la carrera cerraría, debido a que no tenían la cantidad mínima de 25 estudiantes para ser impartida. Anuncio que los jóvenes recibieron por vía telefónica.

La situación fue denunciada por Bárbara Campillay, quien asegura que la universidad vulneró sus derechos: "Somos 11 alumnos en la carrera y hace poco nos llamó la secretaria para anunciarnos que no íbamos a continuar estudiando, debido a que no cuentan con la cantidad de alumnos para la carrera", detalló la estudiante.

"Esta situación me llama bastante la atención, debido a la poca formalidad de la universidad. Además, nosotros estamos súper ilusionados con estudiar enfermería y que de un día a otro nos cambien las reglas de juego, lo encuentro insólito", agregó.

"No somos responsables"

"Nosotros no teníamos mayores antecedentes de lo que estaba ocurriendo en la universidad, y si bien entendemos la situación, no somos responsables de lo que pasa. Creemos que la universidad nos debe una explicación, porque aquí hay mucho esfuerzo de parte de nuestras familias, que hicieron lo posible para que cada uno de nosotros tuviera una educación de calidad", agregó la universitaria.

Entre los antecedentes que ha logrado establecer el grupo de estudiantes, confirmaron que los cursos de segundo a quinto año siguen con completa normalidad, sin embargo, el curso de primer año no tiene la posibilidad de continuar ya que para seguir deben contar con 25 estudiantes, lo que por ahora parece difícil.

Campillay espera que la institución superior pueda entregar respuestas favorables al respecto, pues entre las dudas que tienen, están relacionados a los pagos, pues en su caso tiene cancelado hasta julio gracias a una beca universitaria. "Espero que con los dineros también tengamos respuestas ya que es indispensable buscar otras alternativas a pesar que el panorama estudiantil no se nos viene bueno por este problema", recalcó.

Versión de la república

Por su parte, los directivos de la Universidad de la República le bajan el perfil a la problemática, argumentando que están sosteniendo diversas reuniones para explicar la situación actual del establecimiento educacional.

La directora de la sede en Calama, Lorenza Muñoz manifestó que "hemos tenido reuniones con los docentes, con los alumnos y estamos buscando la manera que no se cierre la universidad, sin embargo, entendemos la situación, pero por eso queremos revertirla y nos dispusimos a buscar más alumnos para que ingresen a la carrera y eso será una tarea difícil, pero que pensamos que podremos lograrlo, para no ver intervenidos los estudios de los universitarios".

La autoridad universitaria también hizo hincapié en que si los alumnos podrán recibir la devolución de los dineros, siempre y cuando cuenten con la documentación entregada por la institución, para que el proceso sea en completa normalidad y transparencia.