Tal como lo pidió el Papa Francisco, la Iglesia chilena ingresó en un estado de oración para que le ayude a sanar sus "llagas" y a determinar claramente su devenir, luego de la carta episcopal y el llamado a los obispos para que se reúnan con el Sumo Pontífice próximamente en Roma.

La convocatoria fue a nivel nacional y los fieles de Calama no estuvieron ausentes y se congregaron la tarde del sábado en la Catedral de la ciudad.

En la ocasión el obispo de Calama Oscar Blanco, reiteró que el objetivo propuesto es orar y reflexionar sobre los hechos ocurridos y que finalizaron con la solicitud de perdón del Papa a las víctimas de abusos y la citación al Vaticano.

"Es necesario que también nosotros nos sintamos responsables de "las llagas" de nuestra Iglesia y comprometernos a pedir a Dios los remedios que le ayuden a curar y sanar las heridas que le hemos provocado", decía la convocatoria.

La oración contó con gran participación de fieles, quienes comprendieron las palabras de su pastor en torno a que "sólo a través de la oración" es posible retomar el camino que Dios ha trazado.