Raquel Garay consigue doble medalla de plata en el Mercosur
BIKINI FITNESS. La fisicoculturista loína brilló en torneo internacional y ahora se prepara para llegar al Sudamericano.
Fue en diciembre del año pasado cuando Raquel Garay tomó un desafío que a todas luces parece complejo en el fisicoculturismo: bajar de body fitness a bikini fitness y prepararse para llegar al torneo sudamericano de agosto en Asunción, Paraguay.
Pero a poco andar, decidió inscribirse en el Mercosur, la primera gran competencia del año en el continente, que este año se disputó en Santiago y donde la principal exponente de esta disciplina en el norte del país asumía un riesgo claramente mayor.
"Generalmente, las chicas que cambian de categoría lo hacen desde el bikini al body y no al revés. Porque es mucho más fácil subir de peso, aumentar la masa muscular y de allí en adelante hacer el proceso de trabajo específico. Yo tuve que perder mucha masa muscular y adelgazar al menos 15 kilos en cinco meses", relata.
Pero se atrevió. Trabajando en solitario de diciembre a abril, antes de llegar a los últimos treinta días de "secado" -afinamiento específico- junto al preparador Francisco Mir.
Y consiguió dos medallas de plata en una competencia de tal nivel que llegaron atletas de 12 países y que entrega puntuación para el ránking continental. "Participé en novicios y me la jugué y también estuve en másters, donde llegan las que llevan mucho más tiempo participando. Ahí me ganó una argentina, pero con el tiempo que trabajé, estos resultados son más de lo que cualquiera podría esperar".
Rol y logros
Raquel Garay sabe que desde que comenzó a participar en el fisicoculturismo hace dos años a ahora, al menos en Calama se generó un cambio, uno que la motivó a ella misma a adentrarse en una categoría que se condice mucho más con su contextura y su físico.
"Perder peso y músculos siempre es complejo. Pesaba 67 y llegué a los 52, pero yo siempre había sido delgada y cuando gané el nacional del año pasado dije 'no más, hasta acá llegamos'. Pero pensándolo bien, se podía buscar una categoría que me acercara más al peso que siempre tuve. Por eso, ahora no sólo estoy feliz con los logros, sino que me siento tremendamente contenta con cómo me veo físicamente".
También, reconoce que "cuando daba mis primeros pasos en competencias, siempre había gente que criticaba mucho, porque una mujer con músculos en Calama era poco visto. Hoy veo mis redes sociales y hay gente que me agradece por representar a mi ciudad. Saber que algunos se motivan o que ya te conocen por tus esfuerzos y logros, más que por hacer algo poco común, me tiene súper realizada y motivada para seguir adelante".
kilos tuvo que bajar la deportista calameña para entrar a una nueva categoría del fitness. 15