Iglesia Católica
Después de la lluvia sale el sol, así es el dicho que a los católicos más nos debe hacer ruido en este tiempo. Luego del profundo quiebre y renuncias en nuestra Iglesia Católica, nos toca a cada uno hacer un examen de conciencia de cómo colaboramos -de una u otra forma- a la situación actual que enfrentamos como Iglesia. Con éste realizado, solo queda pedir perdón -desde lo más profundo de nuestro corazón- a la sociedad chilena y en especial a las víctimas de abusos. También queda secarnos las lágrimas, y como buenos chilenos, levantarnos y reconstruir lo roto.
Matías Osses Muñoz
Feminismo
Llama la atención que la discusión sobre equidad de género se haya enfocado en sólo una de las medidas que anunció el Presidente: terminar con la discriminación por género en las Isapres; considerando que, del total de la población chilena que cotiza, sólo un 20% lo hace a través de este sistema. Es decir, la minoría. Entonces, se quitó el foco de las medidas anunciadas que efectivamente afectarán a una gran mayoría.
Expongo aquí algunos datos que, a mí parecer, debiesen ser los que alerten a la opinión pública en esta materia: durante la última década, 441 mujeres han sido asesinadas por sus esposos o convivientes; de 10 chilenos sin ingresos propios, 7 son mujeres (Casen 2015); más de la mitad de los chilenos cree que la familia es abandonada cuando la mujer trabaja jornada completa (Encuesta Bicentenario 2017), y así podríamos seguir.
Poner la discusión en el anuncio de una medida de la que aún no hay una propuesta concreta y así desviarlo de los anuncios que realmente impactan a un importante número de mujeres; como lo son el de tolerancia cero a la violencia y discriminación, la corresponsabilidad familiar y la mayor autonomía laboral económica de la mujer es, decididamente, equivocar el foco.
Soledad Rodríguez
Deuda histórica
Ya se ve que será imposible, de imposibilidad absoluta, que el Estado nos cancele a los profesores hoy jubilados, el reajuste de nuestros sueldos que por disposición del entonces Gobierno Militar nos fue negado en su oportunidad, con la promesa de "hacerlo más adelante". Ese más adelante jamás llegó, e incluso habiendo sido anzuelo de varios candidatos a Presidente de la República en tiempos de la transición.
Sentado este hecho, creo que de todos modos a aquellos profesores jubilados que aún sobrevivimos, debería otorgársenos aunque fuera a modo de compensación, un bono de unos tres millones de pesos, por ejemplo. Y para hacerlo más posible aunque no fuera con derecho a los descendientes que nos sobrevivan, pues entonces la deuda seguiría igual, pero con el calificativo de "rererehistórica", y hasta el fin de los siglos, amén. Dejo hecha la sugerencia para ver si el gobierno actual la hace realidad, o un parlamentario la promueva y creo que su mejor financiamiento, "simbólicamente" sería en base a un impuesto extra al consumo de alcohol y cigarrillos.
Washington Sandoval Gessler
Reforma de la reforma
La reforma del 2014 carece de una cualidad deseable para un sistema tributario: sencillez para ser fácilmente comprendido, aplicado y comunicado. Así por ejemplo, una empresa debe elegir hoy en día entre cuatro sistemas alternativos para tributar.
La Reforma a la Reforma por tanto, debiera tender a simplificar el sistema de tributación existente y llevarlo a un sistema único parcial o totalmente integrado para la tributación en 1ª categoría. Un sistema único simplifica tanto la recaudación como la fiscalización y evita complejos juegos para evitar el pago de impuestos. Ello evitara la elusión tributaria, sabido es que un empresario PYME no conoce de leyes tributarias, ni menos de beneficios y difícilmente podrá contratar asesores capaces de reducir la carga tributaria mediante complejas planificaciones, tal como sucede con empresarios de mayor tamaño.
El Gobierno de la presidenta Bachelet revisó al alza casi la totalidad de los impuestos de la economía bajo la premisa de que más impuestos serían equivalentes a más recaudación; como es sabido los efectos de dicha reforma ralentizaron la economía disminuyendo finalmente la recaudación, ese gobierno debió suplir el faltante con la emisión de deuda soberana, por montos que triplican los iniciales del 2014. La tasa propuesta por el presidente Piñera del 25%, (que implica una reducción de apenas un 10% respecto de la última RT), no parece tan drástica, pero al menos daría luces de que se revierte el alza agresiva que tuvo la última RT y aún situaría al país en los promedios de la OCDE respecto del PIB.
Si bien esta reforma sería la cuarta en seis años, pero su sello distintivo debiera ser la de mayor consenso, profunda en sus efectos, con cuidada elaboración, pro-crecimiento y dar estabilidad a los inversionistas.
Iván Morgado Mardones