Sin duda que la tarea de erradicar la maleza llamada mostaza negra parece nunca terminar para los agricultores locales, los cuales encontraron la fórmula para reciclar y reutilizar estos desechos que antes eran quemados y, desde hace un tiempo a la fecha, están realizando una compost que después de varios pasos puede ser utilizada como tierra de hoja o abono para los mismos cultivos, logrando de esta forma la recuperación de no tan solo de este elemento nocivo para el sector agrícola, sino de otros componentes que también eran dejados de lado, al no contar con un uso adecuado.

Por el momento, los principales beneficiados con esta iniciativa son los agricultores de Calama y Chiu Chiu-Lasana, como una forma experimental de concretar en el corto tiempo este proyecto destinado a mejorar los suelos y también aprovechar de manera positiva la maleza de la mostaza negra.