Rodrigo Pérez dejó de ser el técnico de Cobreloa por malos resultados. Al menos ese es el argumento de la directiva minera para finiquitarlo de la banca a mitad de año junto a su cuerpo técnico. Los números no mienten: por torneo oficial ganó seis partidos, perdió la misma cantidad y empató tres. Por Copa Chile, jugó cuatro juegos y ganó tres, clasificando a tercera ronda.
El problema parece no ser ese. Los fracasos reiterativos en la búsqueda de un DT que tenga éxito en la banca de "los zorros" se asemeja más a una búsqueda frenética de un entrenador que consiga objetivos a corto plazo que a la idea de establecer un proceso que devuelva a Cobreloa al primer plano del fútbol nacional.
Hay antecedentes inequívocos. En los últimos diez años, las diferentes directivas hicieron 27 cambios de técnico, con rendimientos distintos pero un denominador común: el fracaso deportivo.
Se habla de un "perfil" pero ese está marcado por el logro inmediato. La rica historia de títulos parece impulsar a los actuales encargados de buscar a quien dirija los destinos del primer equipo.
Si a mediados de 2015, con una regencia dividida hubo dos adiestradores con ideología futbolística distinta -Marco Antonio Figueroa y César Vigevani- esperando en la puerta del camping para iniciar el proceso de retorno a la primera categoría, ese momento fue presagio de lo que vendría. Jefes técnicos con distinta forma de trabajar que nunca pudieron cuajar una forma de trabajo que se mantuviese estable en el tiempo.
Si el extinto presidente del club, Gerardo Mella tuvo la intención a mediados de 2016 de comenzar la refundación deportiva del club, con un grupo marcado por jugadores de las divisiones inferiores y un par de incrustaciones para cimentar un plantel de proyección, la actual directiva apostó por el ascenso rápido, el despido precipitado del DT de ese entonces, Carlos Rojas y un deambular de entrenadores de perfil absolutamente disímil.
Los últimos dos llegaron la misma exigencia: subir. Uno, el más longevo del fútbol chileno -José Sulantay- y el otro, Rodrigo Pérez, en su primera experiencia a cargo de un plantel profesional.
El sistema de juego de las divisiones inferiores contrasta con la estrategia y fondo del equipo estelar. Y al parecer, tras la salida de Pérez se volverá a apostar por lo mismo. Se busca un estratego que lleve a Cobreloa a Primera División en el más corto plazo, una meta que termina "espantando" a profesionales que estuvieron cerca de llegar a Calama pero rehuyen por la inestabilidad que significa venir a una institución urgida por resultados. Lo demás, parece no importar.
Candidatos
Lo de Rodrigo Meléndez será un interinato que puede durar dos o cuatro partidos, dependiendo de si el equipo consigue superar la llave de Copa Chile ante San Marcos de Arica.
Pero la comisión de fútbol sigue trabajando en los nombres que tienen en carpeta y las frases parecen repetidas. "Nos vamos a tomar un tiempo prudente porque no nos queremos equivocar" reconoció el presidente de la comisión de fútbol, Adrián León, una vez comunicada la salida del actual entrenador.
León reconoce que tienen nombres y currículums y definirán una terna. Los nombres que suenan son los del entrenador de inferiores -en la capital-, Nelson Soto, quien hizo una brillante campaña en Iberia hace algunas temporadas y conoce la categoría de ascenso.
Los demás varían en precio, experiencia, edad y proyecciones. Miguel Ramírez, Jorge Pellicer, Hugo Vilches y Ricardo Caruso Lombardi convergen en muy pocas características como para hablar de un perfil bien definido.
El dolor del cuerpo técnico saliente
Rodrigo Pérez recibió tanto requerimiento de los medios en las últimas horas que decidió despedirse públicamente en un punto de prensa que realizará hoy en Calama, donde llegó a firmar su finiquito. Quien sí expuso su malestar por la forma en que fueron desafectados fue el preparador físico, Ítalo Traverso. "Uno puede cumplir o no cumplir y allí, espera que le digan que quieren contar con uno o no. Pero acá se especuló mucho con nuestra salida y nunca nadie nos llamó para aclararnos la situación. Eso no lo había vivido nunca en mi carrera", expresó.
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