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La meditación y el yoga podrían mejorar la calidad de vida de niños y jóvenes

BIENESTAR. Dos estudios revelan que estas prácticas mejoran su estado psicosocial y emocional, y tienen efectos protectores a largo plazo.
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La investigación se hizo en una escuela pública de Nueva Orleans, con un grupo de estudiantes de tercer curso al que se dividió aleatoriamente en dos subgrupos. El primero de ellos, de control, estuvo formado por 32 estudiantes que recibieron una atención habitual, en la que se incluían el asesoramiento y otras actividades dirigidas por un trabajador social del centro.

El segundo subgrupo estuvo formado por 20 estudiantes que participaron en actividades de yoga y mindfulness durante ocho semanas. Las sesiones, que se hacían a primera hora, incluyeron ejercicios de respiración, relajación guiada y varias posturas de yoga tradicionales adaptadas a los niños.

Pasado el tiempo de intervención, los autores del estudio evaluaron la calidad de vida relacionada con la salud de cada subgrupo, antes y después de las ocho semanas de actividades.

Lo hicieron con dos herramientas de análisis ampliamente reconocidas: una escala multidimensional sobre calidad de vida en los más jóvenes y el Pediatric Quality of Life Inventory (PEDsQL), que mide la calidad de vida de niños y adolescentes en función de su salud. Con estos dos instrumentos se evaluaron las condiciones psicosociales y el bienestar emocional de los niños al principio, a la mitad y al final del estudio.

Según Alessandra Bazzano, autora principal de la investigación, "la intervención mejoró las puntuaciones en calidad de vida psicosocial y emocional de los estudiantes, en comparación con aquellos que habían recibido el tipo de atención estándar".

Efectos

Estos resultados coinciden con los de otro estudio a largo plazo realizado en 2016 por la Universidad de Cincinnati (EEUU), con jóvenes adultos problematizados.

En principio, la investigación pretendía determinar el vínculo entre eventos vitales estresantes y el aumento del abuso de drogas, de comportamientos sexuales de riesgo o de delincuencia en jóvenes de entre 18 y 24 años.

En el transcurso de los 10 años que duró, se descubrieron varias cosas interesantes. En primer lugar que, efectivamente, eventos estresantes habían hecho que los jóvenes adquirieran comportamientos que no les convenían.

Sin embargo, también se constató que un pequeño número de ellos comenzaron a desarrollar comportamientos constructivos por sí solos, para afrontar sus circunstancias, y que estos los protegieron a largo plazo. Esos comportamientos incluyeron el yoga y el mindfulness antes mencionados, explica Jacinda Dariotis, una de las autoras de la investigación.

Pcausas del beneficio

El año pasado, otra investigación más (en este caso, del Instituto Max Planck de Ciencias Cognitivas y del Cerebro de Leipzig, Alemania) determinó las razones por las que la meditación puede ser tan positiva.

En este estudio participaron 160 personas que realizaron tres programas de entrenamiento, cada uno de ellos de tres meses de duración y centrados en un área específica de habilidades.

Al finalizar cada programa, los científicos registraron el estado de los participantes mediante tests psicológicos, la medición de la actividad cerebral a través de resonancia magnética, y también mediante diferentes análisis destinados a establecer niveles de estrés en el cuerpo.

Se reveló así que la meditación es positiva porque cambia la arquitectura de algunas zonas del cerebro, lo que incide en una mejora de las habilidades sociales y en una reducción de los niveles de ansiedad.

En cuanto al yoga, diversos estudios han demostrado que ayuda a reducir la ansiedad generalizada y la tensión emocional, gracias a la respiración rítmica que esta disciplina exige. Cuando respiramos despacio, se sincronizan la frecuencia respiratoria y la zona cerebral que regula nuestras emociones.

Un estudio realizado por especialistas de la Universidad de Tulane, en Luisiana, EEUU, ha revelado que la práctica del yoga y de un tipo de meditación conocida como mindfulness en las escuelas puede ayudar a los alumnos a mejorar su salud emocional y a aumentar su bienestar.

El mar subirá hasta los 6 metros mucho antes de lo que pensamos

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Según explican en un comunicado, los casquetes polares se van a reducir significativamente durante muchos miles de años. Añaden que un calentamiento rápido de los polos supondrá una emisión complementaria de gases de efecto invernadero y que el nivel del mar subirá muchos metros durante los próximos milenios.

Estas observaciones muestran asimismo que un buen número de los modelos climáticos actuales, utilizados para la simulación de los cambios que ocurrirán a lo largo de este siglo, seguramente han subestimado los cambios a largo plazo que pueden esperarse a tenor de lo que ha ocurrido en el pasado de la Tierra en momentos climáticos parecidos al actual.

Los investigadores han identificado muchos periodos climáticos del pasado que ha vivido el planeta a lo largo de los últimos 3,5 millones de años, durante los cuales la temperatura global se situó entre los 0,5ºC y los 2ºC por encima de los que tenía nuestro planeta antes de la era industrial.

Catástrofe

El estudio de esos periodos similares al nuestro ha revelado que las temperaturas más cálidas se registraron en latitudes altas, en vez de las tropicales, lo que coincide con los resultados de las simulaciones surgidas de los modelos climáticos para un calentamiento global de 2ºC en el escenario del año 2100.

Aunque estos períodos cálidos semejantes al actual no siempre fueron causados por el aumento del CO2 atmosférico, su estudio ha permitido a estos investigadores conocer los efectos de un calentamiento global limitado a lo que preconiza el Acuerdo de París sobre el clima.

El estudio confirma que la migración de los ecosistemas y de las zonas climáticas se efectuará en general hacia los polos o las zonas de más altitud. También que el deshielo del permafrost lanzará gas carbónico y metano, lo que provocará un calentamiento adicional.

El análisis de lo que ocurrió en el pasado sugiere asimismo que un calentamiento global limitado a los 2ºC preconizado por el Acuerdo de París, amenaza con una catástrofe derivada de las emisiones de gases de efecto invernadero, incluso sin contabilizar el CO2 adicional que pueden aportar los suelos y el permafrost.

Nivel del mar

Otra constatación extraída de la experiencia pasada señala que un calentamiento global limitado a 1,5ºC o 2ºC por encima de la temperatura anterior a la era industrial, será suficiente para provocar un derretimiento sustancial de Groenlandia y de la Antártida a largo plazo.

También será suficiente para provocar una elevación del nivel del mar por encima de los seis metros, que se mantendrá durante miles de años. Ese proceso ocurrirá a una velocidad superior a la conocida en las últimas décadas de nuestra época actual, según los investigadores.

Las comparaciones entre datos del pasado y las simulaciones informáticas sugieren además que los modelos climáticos creados hasta ahora han subestimado el calentamiento global a largo plazo y su amplificación por lo que ocurre en las regiones polares.

Mientras que las proyecciones de los modelos climáticos parecen fiables para los cambios de amplitud moderada en el curso de las próximas décadas, estos modelos subestiman probablemente el cambio climático que ocurrirá a largo plazo como consecuencia del aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, según estos investigadores.

Un equipo internacional de científicos de 17 países ha realizado un análisis de los periodos climáticos históricos que han sido tan cálidos como el actual y ha concluido que un calentamiento global, incluso limitado a una subida de 2ºC respecto a la temperatura anterior a la revolución industrial, engendrará rápidos desplazamientos de las zonas climáticas y de los ecosistemas asociados.