Los representantes antofagastinos en la Academia Chilena de la Lengua
ESTUDIOS. En junio la profesora Patricia Bennett fue nombrada como integrante de la institución, un privilegio que pocos académicos antofagastinos comparten.
Afines de junio fue oficializado el nombramiento de la académica Patricia Bennett como parte de la Academia Chilena de la Lengua (ACL). La experta en educación, quien fue en el pasado alumna de Andrés Sabella, forma parte ahora de un selecto grupo de intelectuales nortinos que velan por el correcto uso del lenguaje.
La Academia Chilena de la Lengua no cumple una función menor. Por ejemplo, en mayo finalizaron las sesiones de trabajo del "Diccionario Fraseológico Panhispánico", obra que cuenta con el respaldo de la Real Academia Española (RAE).
"Es un honor y una gran responsabilidad. La calidad de Académica Correspondiente por Antofagasta implica, además, contribuir a la descripción de nuestros usos lingüísticos y de la complejidad del contexto cultural en que surgen", dijo Bennett tras la ceremonia celebrada en su alma máter, la Universidad Católica del Norte (UCN).
Desafío nortino
Cabe recordar que la institución también es parte de la Asociación de las Academias de la Lengua, compuesta por 23 entidades de América Latina, España y Filipinas, las que aportan con relevantes trabajos de alcance internacional, como la Nueva Gramática.
El presidente de la academia chilena, Alfredo Matus, ejerció como académico en el norte del país en los años sesenta. Recordó que trabajar la lingüística en el norte era complejo, especialmente por la falta de recursos y la distancia geográfica.
"Pudimos hacer universidad y formamos a los primeros profesores de castellano en el norte. Egresó gente como Patricia Bennett, con una pasión por trabajar en los temas locales", manifestó.
Más integrantes
Otro antofagastino que integra la academia es Sergio Gaitán, cuyo padre trabajaba como corrector de pruebas (revisor de textos) en este mismo Diario. En sus palabras, ingresar a la institución fue el resultado del "uso y abuso" de la palabra.
Sin embargo, tras años de estudio considera que ya no existe una dialecto en la ciudad tan distintivo. Esto, producto de que la capital ha sido vista como una "ciudad de paso", hecho que se reflejó en nuestra manera de hablar.
"Hoy estamos 'penetrados' con orgullo y debilidades por migración, no solo el norte sino el país. Estamos en un siglo distinto y hay que esperar que esto nos entregue una Antofagasta más digna y humana", reflexionó.
Sorprendentemente, el secretario de la ACL también es un de la comuna. Se trata de José Luis Samaniego, quien también fue profesor de gramática de Patricia Bennett en la Universidad Católica del Norte.
"Hay una forma de entonación distinta que es muy nortina, más acentuado en algunos. Ahora, cada vez más van desapareciendo las diferencia producto de la televisión, antiguamente las diferencias eran mucho más notables y se van uniformando", dijo el académico, quien también fue decano en la Facultad de Letras UC.
Lamentablemente, el exdecano de la Facultad de Humanidades e integrante de la ACL, Osvaldo Maya, estima que la lingüística ha perdido presencia en nuestra capital. Lo anterior por falta de investigaciones que alguna vez generaron mapas de dialectos.
"Cuando la dictadura militar tomó el control de las universidades, los equipos de investigación se desarmaron gradualmente. Fui parte de uno y terminé como el último representante de esos proyectos de investigación. Luego el panorama que se generó fue de relativa pobreza, la que se ha acentuado", recordó el académico.
Acorde al reglamento de la institución, la entidad chilena tiene tres finalidades: velar por la pureza y esplendor de la lengua española, contribuir a los trabajos tanto de la Real Academia Española (RAE) como la Asociación de Academias de la Lengua Española, y colaborar con otras instituciones en materias relacionadas con el idioma y la literatura (especialmente la chilena).
Para esto se realizan estudios y actividades relacionadas con la materia, para lo cual también tiene comisiones especializadas en materia de lexicografía, gramática y literatura. Su publicación más longeva es el "Boletín" institucional, el que se edita desde 1915 y cuenta hasta ahora con dieciocho volúmenes.
La entidad ha colaborado en importantes publicaciones, como el "Diccionario de la lengua española", "Nueva gramática básica de la lengua española" y la "Ortografía de la lengua española".
34 personas han sido designados como académicos de número en la Academia Chilena de la Lengua. La institución celebró su reunión inaugural en 1885.
23 academias integran la Asociación de las Academias de la Lengua, la que cuenta con representantes en Latinoamérica y en la península para múltiples proyectos.
9 mil definiciones posee el "Diccionario de uso del español de Chile". Cuenta además con 9.500 ejemplos prácticos extraídos de la prensa, blogs y producciones nacionales.