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Cuestionan nombre de leche de soya porque no viene de la vaca

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Las autoridades de salud estadounidenses están cuestionando si la leche de soya o de almendras puede llamarse así, ya que no proviene de la vaca.

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) dijo que comenzará aplicar una norma federal según la cual sólo se puede llamar leche "aquel producto que viene ordeñado de una o más vacas saludables". Sin embargo, hasta ahora la agencia no ha tomado medida alguna contra la proliferación de productos que se llaman leche pero que no vienen de animal alguno.

El comisionado de la FDA Scott Gottlieb dijo que primero deberán informarle a los fabricantes sobre sus planes de hacer cumplir esa norma, lo que comenzaría dentro de un año.

Los productores lácteos desde hace tiempo han exigido que se haga cumplir esa regla. El Good Food Institute, sostiene sin embargo que se debe permitir la palabra "leche" para productos no lácteos siempre y cuando haya una aclaración.


Científicos Crean primer análisis de sangre que detecta melanomas

La Universidad Edith Cowan de Australia anunció ayer el desarrollo del primer análisis de sangre capaz de detectar melanomas en sus primeras etapas, lo que ayudará a salvar miles de vidas y ahorrará millones a los sistemas de salud.

Los científicos probaron el método en 209 personas, 105 de ellas con melanomas, y comprobaron que el test detectó este tipo de tumor en sus primeras etapas en un 81,5 por ciento de los casos.

El procedimiento funciona mediante la detección de los anticuerpos con los que responde el cuerpo humano a la presencia de un melanoma. Los científicos pasarán a continuación a los análisis clínicos para convalidar el descubrimiento.

El pasado marzo, expertos del Instituto de Investigación Médica Berghofer QIMR, en Australia, presentaron un test digital que determina con "gran precisión" el riesgo de desarrollar melanomas en personas de más de 40 años en los próximos tres años y medio.

Descubren cómo activar la grasa "buena", esencial para controlar la obesidad

INVESTIGACIÓN. Científicos trabajan en transformar el tejido adiposo blanco en grasa "buena", que permite frenar el exceso de peso en las personas.
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El metabolismo cuenta con dos tipos de tejido graso: uno adiposo blanco que almacena calorías extra, y otro pardo o marrón, un tipo de grasa buena que las quema para generar calor. Ahora, un nuevo estudio desvela el mecanismo por el que esta última se activa, lo que podría servir para controlar la obesidad.

La investigación, liderada por científicos del español Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), se publica en "Plos Biology" y, según sus autores, además de tener potenciales implicaciones clínicas para el tratamiento de la obesidad, también lo tiene para enfermedades relacionadas con ella, como la diabetes.

La obesidad es un problema epidémico y se calcula que cerca de 2.200 millones de personas sufren sobrepeso u obesidad en el mundo. En los últimos años los investigadores se están centrando en estudiar en profundidad el funcionamiento del tejido adiposo, en concreto de la grasa parda, para entender mejor cómo se puede luchar contra los problemas causados por la obesidad, señaló el CNIC en un comunicado.

Manipular grasa buena

Y es que, una de las líneas de investigación para tratar este problema sería la manipulación de esa grasa "buena" que quema energía para mantener la temperatura corporal adecuada y favorece que el organismo queme la energía almacenada.

Guadalupe Sabio y su equipo trabajan desde hace tiempo en el CNIC en comprender los mecanismos que son necesarios para activar esta grasa parda y eliminar así el exceso de grasa en personas obesas.

La mayoría de la grasa que hay en humanos es blanca -la parda sólo se encuentra a la altura de la yugular-, de ahí el interés en tratar de convertir la blanca en parda para combatir la obesidad.

Por eso, en este trabajo se hicieron experimentos tanto con grasa blanca en muestras humanas como con grasa parda en ratones. En ambos se estudió la proteína p38 alfa, explicó a la agencia EFE Guadalupe Sabio, una de las autoras del estudio.

Personas obesas

Así, en las más de 150 muestras de tejido adiposo humano, se constató que esta proteína se encuentra en menor cantidad en personas obesas, lo que sugiere que por culpa de esto no se regula otra proteína clave, la UCP1, para activar la grasa parda.

Sin embargo, en las investigaciones con ratones manipulados genéticamente y con grasa parda se vio que la ausencia de p38 alfa provoca lo contrario, a pesar incluso de una dieta grasa: la falta de esta proteína en estos animales sí activa la grasa parda y les protege además frente a la diabetes e hígado graso.

Y es que, según esta investigación, la proteína p38 alfa controla la activación de otra proteína de la misma familia, p38 delta, que sería la encargada de regular la temperatura: cuando los ratones son sometidos a bajas temperaturas, p38 delta se activa, aumentando la actividad de la grasa parda.

Los ratones carentes de p38 alfa, añadió, tienen sobreactivada la p38 delta, lo que les confieren protección frente a la obesidad.

millones de personas sufren obesidad en el mundo, razón por la cual se considera este tema como un problema epidémico. 2.200

muestras de 150

Ciencia

Estudian relación entre cabecear balones y problemas cerebrales

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Un estudio buscará la relación entre cabecear balones y enfermedades cerebrales en los exfubolistas de Inglaterra, según informó ayer el diario británico The Daily Telegraph.

El estudio se llevará a cabo durante los próximos dos años por la Fundación Drake y académicos de la London School of Hygiene & Tropical Medicine, la Universidad Queen Mary y el Instituto de Medicina Ocupacional.

Los investigadores tendrán acceso al historial futbolístico de los jugadores así como a su estilo de vida, además de poder realizar un amplio rango de tests, entre lo que se encontrarían exámenes cara a cara, neurológicos, y sangre.

El presidente de la Fundación Draje, James Drake, aseguró que hay gente que ha esperado este estudio "durante muchos años". El profesor Neil Pearce, líder del proyecto, explicó que saben que hay "riesgo de desórdenes neurológicos" por lesiones en la cabeza en deportes como el boxeo.