La oposición a Ortega exigió al Gobierno detener la violencia tras nuevas muertes
NICARAGUA. El gobernante nicaragüense declaró que el país está "en normalidad".
La opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia pidió ayer al Gobierno de Nicaragua que "deje de mentir y pare la violencia", en medio de una crisis social y política que ha dejado entre 277 y 351 muertos en los últimos tres meses.
"Mientras el Gobierno asegura que 'todo volvió a la normalidad', sus paramilitares y policías continúan en campaña de violencia, persecución y muerte. Dejen de mentir y paren la violencia ¡Ya! El pueblo exige", destacó la Alianza en un comunicado.
La petición de la Alianza al Gobierno se debe a que por lo menos cuatro personas murieron desde el lunes, luego de que el Presidente Daniel Ortega afirmara a la cadena estadounidense Fox News que Nicaragua se encuentra en "normalidad", al ser cuestionado sobre el estallido social y las víctimas de la represión.
La Alianza también recordó que más de 800 permanecen desaparecidas y al menos 400 detenidas de forma ilegal, en cárceles oficiales y sitios desconocidos.
Entre los cuatro muertos después de las declaraciones de Ortega está la estudiante de medicina Rayneia Gabrielle Lima, nacida en Brasil, y tres nicaragüenses que perecieron en un ataque armado de las "fuerzas combinadas" del Gobierno, compuestas por policías, parapolicías, paramilitares y grupos oficialistas, según EFE.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) han responsabilizado al Gobierno de Nicaragua por "asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, malos tratos, posibles actos de tortura y detenciones arbitrarias".
Nicaragua atraviesa la crisis más sangrienta desde la década de los años 1980, también con Ortega como Presidente.
Las protestas contra el Mandatario y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, comenzaron el 18 de abril pasado, por una fallida reforma de la seguridad social.