Las bajas temperaturas y las amplias oscilaciones de ellas durante el día, han provocado que en la zona aumente el número de consultas por infecciones respiratorias. Esto ha generado hasta la fecha unos 80 casos, de las cuales ocho corresponden a influenza del tipo A H3N2.
Esta situación obliga a redoblar los esfuerzos para mantener controlada esta grave infección respiratoria y que costó la vida de una persona en Calama y a otras dos en Antofagasta.
En los casos de grupos de mayor riesgo era clave acudir a vacunarse, pero lamentablemente mucha gente no considera la campaña de invierno y se ven expuesto a situaciones críticas, como en estos casos que terminó costándole la vida.
Además, toda la comunidad debiera tomar los resguardos básicos para evitar contagios, como lavarse las manos a menudo, desinfectar las superficies, ventilar las piezas que ocupa, evitar lugares de mucha conglomeración de personas, entre otros. Además usar pañuelos desechables, toser y estornudar utilizando el antebrazo para no esparcir el virus. De esta manera estaremos evitando ser contagiados por contacto y resguardarnos de algún virus infeccioso.
Hay que considerar que el virus de la influenza está circulando en la región y muchos lo contraerán, pero la clave está en tomar los resguardos oportunos para no agravarse. En lo que va del año, unos 25 pacientes han debido ser hospitalizados por causa de esta patología y se han recuperado óptimamente.
Para evitar situaciones de mayor riesgo, es aconsejable acudir a un centro asistencial cuando la persona presente fiebre sobre 38 grados, tos, dificultad para respirar. Y en el caso de los niños respiración con dificultad, retracciones costales, irritabilidad, inapetencia, entre otros.
Cada familia debe tomar los resguardos necesarios para evitar el contagio y en caso de ocurrir, actuar oportunamente para proteger la vida de quienes han contraído la influenza que ya deja tres personas fallecidas en la región.