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El chofer de caso coimas declara como imputado colaborador

ARGENTINA. Según fuentes judiciales, Óscar Centeno aportó información "sustanciosa" y confirmó que los cuadernos con los detalles de los montos entregados eran suyos. Juez pidió desaforar a Cristina Fernández.
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Matías Jullian Velásquez

En calidad de "imputado colaborador" declaró ayer ante la Justicia argentina Óscar Centeno, el ex chofer de Roberto Baratta, uno de los ex funcionarios de Gobiernos kirchneristas investigados por un caso de sobornos que en el país trasandino han llamado "coimas K".

Según una investigación del diario La Nación, Centeno tomó notas durante 10 años de los recorridos que hacía con Baratta y otros ex miembros del Gobierno para recaudar bolsos con millones de dólares (el monto total ascendería a más de US$ 160 millones), presuntamente destinados a funcionarios con el fin de favorecer la concesión de contratos de obras públicas.

A raíz de estas revelaciones, el juez Claudio Bonadio ordenó la detención de una serie de personas (14 ya están bajo custodia policial y otras tres se mantenían prófugas), incluyendo a Centeno, Baratta, otros ex funcionarios de Gobiernos kirchneristas e importantes empresarios de la construcción y del sector energético.

Bonadio citó a declarar, en calidad de investigada, para el 13 de agosto, a la ex Presidenta y actual senadora Cristina Fernández, mencionada varias veces en los ocho cuadernos rellenados por Centeno que están en poder de la Justicia y para quien solicitó al Congreso su desafuero.

Entre los otros 17 indagados sin pedido de detención están Julio De Vido, ex ministro de Planificación y otrora jefe de Baratta, y el ex juez Norberto Oyarbide.

Declaraciones

El primero en declarar fue Centeno, quien lo hizo en calidad de "imputado colaborador", una figura judicial que se prevé para disminuir la pena del arrepentido y avanzar sobre los principales acusados.

En ese contexto, según aseguraron fuentes judiciales a Clarín, el chofer "confirmó que los cuadernos son suyos y aportó información sustanciosa" sobre el caso de "coimas K".

Luego fue el turno de los empresarios detenidos, quienes a juicio del fiscal Carlos Stornelli, a cargo de la causa, son todos partícipes de una asociación ilícita que se dedicó al pago y cobro de sobornos. A los todos se les leyó de forma conjunta la acusación contra ellos, pero los seis se negaron a declarar ante el juez Bonadio y el propio Stornelli.

El único que habló, pero ante la prensa, fue Gerardo Ferreyra, directivo de Electroingeniería, quien aseguró que son víctimas de "un show mediático" y que "no sabemos por qué estamos arrestados".

Las declaraciones de los ex funcionarios de Gobierno detenidos están agendadas para hoy.

El Presidente argentino, Mauricio Macri, aún no se ha referido públicamente a este caso. Pero según consignó Clarín, sí lo hizo en privado durante una reunión de coordinación con sus principales colaboradores. Allí pronosticó que "este escándalo va a salpicar a varios empresarios y es lógico que así pase".

El ministro de Justicia, Germán Garavano, ya había señalado también, en la tarde del miércoles, que para el Mandatario "no importa quién cae sino que se haga Justicia y se termine con años de impunidad".

Fernández rechaza las acusaciones

Javier Fernández, uno de los indagados en el caso "coimas K" e integrante de la Auditoría General de la Nación, rechazó ayer las acusaciones en su contra, asegurando que es "imposible" que pudiera haber participado del circuito de coimas millonarias. También puso en duda que su nombre figure en los cuadernos de Centeno, que dieron origen a la investigación. "Cualquiera puede escribir cualquier cosa, pero estoy muy seguro de lo que estoy haciendo, eso es mentira", sostuvo a radio La Red.

Algunos de los indagados

Julio De Vido Ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios en los Gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández.

Norberto Oyarbide Ex juez federal conocido por haber investigado causas de fuerte repercusión pública en Argentina.

Óscar Parrilli Director General de la Agencia Federal de Inteligencia durante el Gobierno de Cristina Fernández.

Inteligencia de Estados Unidos alerta de "amplia campaña" de Rusia para "debilitar y dividir" el país

INJERENCIA. Los informes llegan a pocos meses de las elecciones legislativas en EE.UU. y después de la cita entre Trump y Putin.
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Las agencias de inteligencia estadounidenses informaron ayer de una "amplia campaña" en marcha de Rusia para "debilitar" y "dividir" al país antes de las elecciones legislativas de noviembre, declaraciones que contrastan con la tibieza mostrada por el Presidente Donald Trump con Moscú.

"Respecto a la implicación de Rusia en las elecciones legislativas, continuamos viendo una amplia campaña de mensajes de Rusia para debilitar y dividir" al país, dijo Dan Coats, director de Inteligencia Nacional, en una rueda de prensa no prevista en la agenda de la Casa Blanca.

Coats precisó, no obstante, que por ahora no se ha visto una esfuerzo "tan robusto" por parte de Moscú para influir en las legislativas de noviembre próximo "como en las de 2016".

La inesperada comparecencia de Coats, acompañado por la plana mayor de seguridad nacional, como el director del FBI, Christopher Wray; la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, y el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, se produce en medio de las críticas ante las insuficientes medidas tomadas por EE.UU. para frenar los intentos de Rusia.

Incluso, ayer, un grupo bipartidista de senadores presentó un proyecto de ley para aumentar las sanciones contra Rusia, "en respuesta a la interferencia continua" del Kremlin en las elecciones estadounidenses.

Las categóricas palabras de los jefes de los servicios de inteligencia de Washington se producen poco después de la cumbre de julio en Helsinki entre Trump y el Presidente ruso, Vladimir Putin.