Redacción

Ala fecha en la región se han concretado 127 expulsiones de extranjeros que se encontraban en el país de manera irregular.

La jornada de ayer se realizó el último proceso masivo, en que se concretó la expulsión de nueve de ellos. Dos de los cuales cumplían condenas en Calama.

"Se realizó una expulsión masiva a nivel nacional de 51 extranjeros, de los cuales 32 son expulsiones judiciales y 19 administrativas. Esto dice relación, con dar cumplimiento a quienes se encontraban de manera irregular", explicó el prefecto Eduardo Ullivarri, jefe de la Prefectura Provincial de Antofagasta.

Los que se encontraban en el norte del país, fueron llevados hasta la capital, donde se habilitó un avión especial tras las coordinaciones respectivas para ser enviados a su país.

"La expulsión judicial es de aquellos que están cumpliendo condena por faltas igual a cinco años o menor y hay un artículo que permite conmutar esa condena y ser derivados a sus países de origen que fue lo que se materializó. Antofagasta tuvo siete expulsiones judiciales, Calama dos, aportando un total de nueve expulsados", agregó el prefecto.

En el caso de la región, no hubo expulsiones de carácter administrativas, todas fueron de tipo judicial.

En Antofagasta hubo cuatro extranjeros que cumplían condenas por robo con intimidación y tres por tráfico. En Calama ambos por droga.

El prefecto fue enfático al subrayar que "la labor continúa, solo que ahora fue masiva en el contexto que se desarrolló este operativo de extranjería", remató.

Tras ser expulsados, estos ciudadanos no pueden regresar al país en un mínimo de 10 años.

De hacerlo, deberán cumplir con su condenas.

Regresaba a su hogar como todos los días en su bicicleta, cuando fue abordado por al menos dos desconocidos en el sector de calle Maipú.

Sin provocación alguna, comenzaron a propinarle una golpiza a fin de reducir su capacidad de reacción.

Lo consiguieron y luego concretaron su objetivo. Le sustrajeron lo poco de valor que mantenía en su poder.

Se apropiaron de la bicicleta y también su equipo celular. Si embargo, no se quedaron con eso y fue cuando vino el brutal ataque.

Completamente reducido e inmóvil, le propinaron una estocada en la zona abdominal que lo dejó con graves lesiones.

Sus agresores huyeron del lugar en dirección desconocida, mientras que la víctima quedó abandona en plena vía pública.

Finalmente fue auxiliado e ingresó al Hospital Carlos Cisternas, donde los facultativos establecieron que las lesiones sufridas eran de gravedad.

Su delicada condición de salud hacía imposible que colaboraran con mayores antecedentes de este ataque.