Cuando intentamos recordar los mejores momentos de nuestra infancia, no dudo en que muchos serán con los amigos del barrio, de la población. Momentos en que nos reuníamos en la plaza de la esquina, en la cancha de fútbol. Y así era. En esos espacios nos sentíamos felices, libres y tranquilos.
Sin embargo hoy, el crecimiento de las ciudades, las construcciones en altura y el desarrollo industrial han transformado nuestro entorno y dejando a ciudades como las de nuestra región, entre las 7 del país con mayor déficit de espacios públicos. Así lo indica el informe de Infraestructura Crítica para el Desarrollo (ICD) 2018 - 2025 que desarrolló la Cámara Chilena de la Construcción y dio a conocer el primer semestre de este año.
Y por supuesto que es un tema crítico. Hoy es un elemento fundamental del desarrollo de la infraestructura urbana. Ya hace 4 décadas los chilenos alcanzamos niveles de prosperidad que nos permitieron dejar atrás las necesidades de primer orden y tender a lo que hoy se llama: Calidad de Vida.
De ahí nuestra satisfacción al confirmar, con el Informe de Infraestructura realizado por la unidad de Estudios de nuestra sede Calama, que muchos de los proyectos de infraestructura social -que consideran espacios públicos- se encuentran en alguna etapa de ejecución y si estuvieron detenidos ya comienzan a reactivarse.
Satisfacción que también viene acompañada de alegría, de recuerdos de esos momentos compartidos en los espacios púbicos de antaño. Entonces nos viene a la cabeza la pregunta: ¿Por qué razón estuvieron detenidas esas iniciativas?; ¿qué provocó que nuestras familias, nuestros niños estuvieran privados de la posibilidad de reír, saltar y jugar en esas áreas públicas?
Y la preocupante respuesta es que estos atrasos o detenciones muchas veces fueron producto de un mal diseño, de una mala gestión o de una falta de rigurosidad en los plazos o condiciones del desarrollo del proyecto.
Para evitar que estos atrasos continúen debe haber una mayor y mejor revisión de los proyectos desde su origen, certezas de los insumos, de los terrenos y del entorno.
Carlos Ramírez Leaño,
presidente de la CChC Calama