Calameños conquistaron los 5.895 metros del Kilimanjaro
HAZAÑA. Felipe Carrazana, Ricardo Berríos y Pablo Gutiérrez, llegaron a la cima de la tercera cumbre más alta del mundo. Los andinistas tuvieron una preparación de tres meses ante de viajar a Tanzania.
Hace aproximadamente tres meses y con la determinación de escalar una de las siete cumbres más altas del planeta, tres experimentados andinistas de la Región de Antofagasta, miembros además del Club de Montaña del Sokol, tomaron la decisión de viajar hasta la costa este de África Central (Tanzania) y afrontar el reto de llegar a los 5.895 metros del Pico Uhuru del Kilimanjaro.
Por un momento, Ricardo Berríos (Calama), Pablo Gutiérrez (Antofagasta) y Felipe Carrazana (Calama), dejaron de lado sus preocupaciones y tareas habituales, para asumir el importante desafío de llegar a la cima del monte africano y lo terminaron consiguieron con creces.
Durante cinco días y a miles de kilómetros de Chile, el cuarteto antofagastino no tuvo mayores inconvenientes para completar la ruta de uno de los 10 volcanes extintos más impresionantes del planeta, aunque convivieron con distintas situaciones.
Orgullo
De hecho con respecto a este logro, la dirigente y representante del Club de Montaña del Sokol, Jianara Salinas, señaló que desde los cinco años que llevan funcionando como agrupación, siempre estuvo la intención de ir a este lugar, que durante los 356 días del año es visitado por personas de diferentes países.
"Siempre estuvo las ganas de ir a escalar un lugar como este. De hecho esta expedición se planificó hace como tres meses, sin dudas que es un hito sumamente importante para nuestro club y para la Región de Antofagasta", dijo.
También agregó que "me siento orgullosa de cada logro que realizamos como cordada. Siempre tratamos de hacer las cosas con mucha perseverancia, fortaleza y claridez, estando siempre vigente en vía", comentó.
Expedición
Con este logro ahora son parte de las cientos de expediciones que se han efectuado a aquella cumbre. No olvidar que la primera ascensión fue el de octubre de 1889, encabezada por Hans Meyer, Ludwig Purtscheller y Yohana Lawdo.
Si bien los expertos en la materia califican la ascensión al Kilimanjaro como técnicamente fácil, la presión atmosférica, el clima cambiante y las temperaturas que pueden llegar hasta los 15 grados bajo cero, pueden pasarle la cuenta hasta el más experimentado de los montañistas.
Considerando aquello y tomando los resguardos y medidas de seguridad necesarias, los andinistas locales dividieron la ruta al monte en cuatro etapas, todas con características variadas.
Teniendo planificado y gestionado hasta el más mínimo detallada, los antofagastino comenzaron su ansiado periplo con un viaje de 45 minutos desde Moshi (910 metros) hasta la Puerta de Machame (1828 metros), siendo testigos privilegiados y durante casi siete horas de la densa selva tropical del sector.
Ya en el tercer día de expedición, tomaron rumbo hasta la meseta de Shiram, a 3.847 metros, ruta que completaron en cerca de cinco horas. Mientras realizaban su caminata y pese a lo empinada que era la ruta, se encontraron con un paisaje lleno de páramos y pastizales.
No obstante en la noche tuvieron que soportar temperaturas que cayeron por debajo del punto de congelación, absolutamente extremas.
Sin embargo desde la cuarta jornada rumbo al Kalimanjaro, las condiciones cambiaron drásticamente para los representantes de la Región, teniendo que pasar de un clima frío a uno semidesierto y rocoso, todo ello para llegar al sector de Lava Tower (4642 metros), que en este entonces era el objetivo del día.
La última jornada antes de arribar a la cima, fue Barafu Camp (4681 metros), lugar donde debieron aclimatarse a los vendavales comunes del sector y al hielo de la noche.
Finalmente el ascenso al Pico Uhuru inició a las 23.30 horas, caminata o trekking que duró cerca de 8 horas. Todo el trayecto estuvo repleto de nieve y fuertes vientos, pero aquello no fue para nada un obstáculo.
"Tuve la oportunidad de hablar con los tres, se comunicaron conmigo. Estaban muy contentos y emocionados por lo que consiguieron allá en África, para ellos era un sueño y lo cumplieron. Era primera vez que ellos subían esta cumbre, no obstante anteriormente y hace dos años, Pablo Gutiérrez participó en una expedición que ascendió al Aconcagua (6.962 metros de altura). Mencionar que desde que nacimos como club la idea es escalar las siete cumbres mal altas del mundo", apuntó Salinas.
Club
Los loínos, que comenzaron un trabajo con miras a conseguir otras de las "cimas del mundo", partiendo con la conquista del Aconcagua, posiblemente en 2019, se lanzaron a esta aventura como final de un proceso que partió en el mero entusiasmo y ya está en la etapa de tener personalidad jurídica.
Carrazana explica que "en la medida que seamos un grupo conformado legalmente podremos sacarle provecho a las certificaciones que hemos ido consiguiendo en estos años. Con ello, podemos atraer a colaboradores de empresas patrocinadoras o incluso, por medio de proyectos disponibles en el 2% de fondos concursables de la región".
El grupo loíno, con sus compañeros que residen en la capital regional y que se fueron consolidando "en terreno" conforman la primera agrupación oficial de montañismo en la zona y dentro de los proyectos que tienen están empezar a sumar más entusiastas y aprovechar las condiciones naturales para el alpinismo en la región.
meses se preparó el grupo representante de la Región de Antofagasta, para ascender el Monte de Kilimanjaro. 3
días duró la expedición a la tercera cumbre más alta del planeta. El camino a la cima fue por etapas. 5