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Proyecto refundido sobre agua desalada sigue su tramitación

LEY. Modificaría el Código de Minería, para fomentar el uso de agua de mar.
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El proyecto de ley refundido que busca que las empresas de la gran minería utilicen obligatoriamente agua de mar sin procesar o desalada en sus procesos, mediante la modificación del artículo 111 del Código de Minería; sigue su tramitación en la Cámara de Diputados según detalló la diputada regional Paulina Núñez, quien impulsó una de las iniciativas que están contenidas en el proyecto (otra de ellas fue elaborada por Marcos Espinosa).

Trámite en el congreso

Sobre el proceso de aprobación que cumple la iniciativa, la parlamentaria de RN detalló que se encuentra en su primer tramite, con informe aprobado de la Comisión de Minería, desde donde pasó a Constitución para informar y remitir a la Comisión de Recursos Hídricos, "pero se debería poner en tabla para su discusión en un par de meses, porque ahora hay proyectos con urgencia del Congreso", dijo.

La modificación que plantea el proyecto, señala que "el uso de las demás aguas necesarias para explorar, explotar o beneficiar sustancias minerales se sujetará a las disposiciones del Código de Aguas y demás leyes aplicables, salvo aquellas aguas de mar sin tratar y/o aguas de mar desaladas, las que serán reguladas por un reglamento que se dictará para tales efectos", y agrega que "las empresas de la gran minería tendrán la obligación de incorporar el uso de agua de mar sin tratar y/o desaladas en sus procesos productivos."

Crece su utilización

Cochilco informó que la cantidad de agua desalada que utiliza la minería del cobre viene experimentando un crecimiento anual cercano al 52% desde el año 2010, utilización que el 2017 alcanzó 3,16 m3/seg (3.160 litros por segundo), lo que representa un 19% del agua total utilizada en minería.

De ese total, 1,63 m3/seg corresponden a agua de mar utilizada directamente en los procesos mineros con un alto contenido de sal, mientras que 1,53 m3/seg es de agua previamente desalinizada.

En la región de Antofagasta, que lidera las construcción de estas plantas en Chile, hay ocho desaladoras en plena operación y otras cuatro en etapa de factibilidad; dos aún no tienen el Estudio de Impacto Ambiental (EIA), y otra tiene la factibilidad detenida.

Principales proyectos

Minera Escondida, líder en estas iniciativas, cuenta con una planta desaladora desde el año 2006, con una capacidad 525 litros por segundo, y el proyecto EWS Nueva Desaladora desde el 2017, con 2.500 l/s. Además de planes para ampliar esta última en 800 l/s.

Aunque explican que "el uso agua desalinizada para los procesos productivos implica un aumento de los costos de este recurso, principalmente por su transporte desde el nivel del mar hasta la faena", es decir, requieren energía y ese insumo aumenta los costos.

Entre los proyectos que están en la etapa de factibilidad, figura la adecuación de la planta desaladora del Distrito Norte de Codelco, que tendrá una capacidad de bombear, inicialmente, 630 litros por segundo, cuando comience a operar en el 2020. Esta iniciativa formaba parte, originalmente, del proyecto RT Sulfuros Fase II de la división Radomiro Tomic.

Zaldívar depende de Monturaqui y Escondida busca una transición

MINERÍA. Ambas empresas impulsan iniciativas para extender la extracción de agua de este sector acuífero hasta 2030-2031, bombeando en conjunto cerca de 853 litros de agua por segundo (l/s).
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Cristián Venegas M.

El último informe de Consumo de Agua en la Minería elaborado por la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), detalla que las mineras de la región de Antofagasta, que en conjunto producen el 52% del cobre de Chile, consumieron un promedio de 4.970 litros por segundo de agua continental durante 2017, en sus procesos de concentración, hidrometalurgia, fundición y refinería.

Cifras que evidencian la importancia de este recurso para la producción cuprífera y explican la preocupación de minera Zaldívar de extender hasta 2031 sus derechos de agua en Monturaqui, acuífero emplazado al sur del salar de Atacama. Mismo sector donde también minera Escondida busca extender sus permisos de extracción por otros 11 años.

Riesgo de cierre

Para Zaldívar la aprobación del proyecto Continuidad Operacional, presentado en junio al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) para su calificación; es un tema de vida o muerte, pues sus instalaciones no están diseñadas para utilizar agua desalada y cualquier otra alternativa para resolver su necesidad de agua resulta económicamente inviable.

Desde Antofagasta Minerals (AMSA), explican que han sido "pioneros" en Chile en el uso de agua de mar en minería y "por supuesto que se realizaron los estudios para saber si se podía usar agua de mar también en Zaldívar, pero por condiciones técnicas y económicas, no es posible hacerlo".

Tampoco es posible, agregaron, bombear agua desde Centinela, ya que opera con agua de mar sin desalar gracias a que sus instalaciones fueron especialmente diseñadas para ello. "Por diseño, Zaldívar no puede operar con agua salada", recalcaron, junto con indicar que la minera "está explotando sus últimos años de mineral con costos de producción desafiantes y difíciles de gestionar. Por eso, lamentablemente, no es una opción posible emplear agua de mar".

Ante la posibilidad que no se apruebe el permiso ambiental para extraer agua de Monturaqui, como lo pide el consejo regional, aunque su opinión no es vinculante; desde Zaldívar precisaron que la operación tendría que cerrar, lo que significa dejar de dar oportunidad de trabajo y desarrollo a más de 2.400 familias, entre trabajadores propios y colaboradores. Además, destacaron que la empresa genera ingresos para la región por casi US$100 millones al año y realiza negocios con 240 empresas locales.

Solicitan MÁS AGUA

Respecto de los alcances específicos del proyecto, desde Minera Zaldívar detallaron que no contempla nuevas instalaciones productivas, pues lo que busca es extender la vida útil del yacimiento para no cerrarlo en el corto plazo. Para ello, solicitó mantener los derechos de agua que hoy tiene aprobados ambientalmente, es decir, permiso para bombear 212,75 litros por segundo hasta 2029, para luego bajar su extracción a 30 litros por segundo hasta 2031, mientras realiza sus actividades de cierre.

En relación a las medidas medioambientales que desarrolla la empresa, indicaron que llevan a cabo una serie de monitoreos en el sector sur del salar de Atacama, lo que le permite vigilar mensualmente el estado de la flora, fauna y agua. El resultado de estos monitoreos se traduce en un informe mensual que es entregado y revisado por las distintas autoridades competentes.

"Respecto al Estudio de Impacto Ambiental (EIA) ingresado este año, al no poder usar agua de mar, la compañía realizó un detallado estudio del sistema hidrogeológico desde donde extrae el agua que hoy utiliza. Sus pozos están en el sector de Negrillar, perteneciente a la cuenca de Monturaqui. Todos los estudios realizados indican que es posible compatibilizar la extracción de agua hasta el 2031 con la preservación del ecosistema, ya que los impactos que se generarán pueden ser debidamente mitigados y compensados con las medidas planteadas", informaron desde Zaldívar.

Proyecto monturaqui

En junio de 2017 Minera Escondida presentó a evaluación el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de su proyecto Monturaqui, que consiste en la extensión de la extracción de aguas subterráneas desde su campo de pozos, por un período de 11 años (2020-2030), con un caudal medio de bombeo de 640 litros por segundo (l/s). Lo que estiman es 46% más bajo que la tasa de extracción vigente.

La iniciativa no modifica obras y actividades del proyecto aprobado mediante Resolución de Calificación Ambiental, acotándose sólo a la extensión de la extracción de agua subterránea desde el campo de pozos de Monturaqui.

Estrategia hídrica

Desde la minera, propiedad de BHP Billiton, explicaron que para mantener el volumen de producción anual en 1,2 millones de toneladas de cobre promedio en la próxima década, deben aprovechar a cabalidad su capacidad instalada de procesamiento. Lo que significa operar simultáneamente sus tres plantas concentradoras aprobadas ambientalmente.

Para enfrentar este desafío, la empresa informó que ha desarrollado una "Estrategia Hídrica" que considera tres ejes centrales: Maximizar el uso de agua de mar (poseen dos desaladoras y planifican una ampliación); aumentar la recuperación y eficiencia del agua en sus procesos; y disminuir el uso de agua de acuíferos.

"No obstante estas medidas, requerimos una transición en el suministro de agua. Por esta razón, el proyecto Monturaqui plantea la continuidad de la operación del campo de pozos de Monturaqui a una tasa 54% menor que la actual y por un período acotado de once años, de modo de no generar impacto ambiental o social incremental", contextualizaron.

En este mismo sentido, desde la cuprera agregaron que "el proyecto Monturaqui es parte integral de la estrategia hídrica que significa una transición responsable hacia un abastecimiento de agua que privilegia el agua desalada. Es un compromiso de cara a la comunidad, que se ve reforzado con la medida de cesión total de derechos sobre el acuífero respectivo, al 2030, lo cual asegura el cumplimiento de nuestro compromiso con las comunidades, la región y el país, de dejar de extraer agua de acuíferos a esa fecha".

Señales negativas

El director de la Unidad de Naturaleza de la Fundación Desierto de Atacama, Jorge Vergara, consultado sobre las iniciativas de Zaldívar y Escondida en Monturaqui, explicó que "si no existe una regla en común entre las empresas para hacer las mediciones, para pronosticar qué va a ocurrir, probablemente pase lo mismo que en Punta Negra, porque en definitiva no hay ninguna certeza que hoy nos indique que las cosas no serán así. No hay datos de la sinergía, de lo que significa estar explotando los pozos".

Sobre lo sucedido en el salar de Punta Negra, el experto detalló que está emplazado al sur del salar de Atacama, "su ecosistema fue completamente alterado y perdió toda su biodiversidad".

En el mismo sentido, dijo que "hoy no tenemos certeza que la cantidad de agua que seguirán explotando en Monturaqui será sustentable, no sabemos si la autoridad ambiental les permitirá seguir haciéndolo sin ningún modelo sinérgico, sin ningún modelo que permita a las comunidades indígenas saber que lo que dicen las empresas ocurrirá. Por qué, porque no hay un modelo único que permita pronosticar qué va a ocurrir, cada empresa tiene su propio modelo y la autoridad ambiental no les exige uno integrado"

"Hoy, los datos nos dicen que no es sustentable, la experiencia nos dice que no es sustentable. Hay una debilidad de los indicadores, una debilidad institucional enorme, los datos oficiales no son correctos y no dan seguridad que el sistema sea sustentable", enfatizó.

Menos agua en la cuenca del salar

Jorge Vergara, de la Fundación Desierto de Atacama, detalló que fue parte de una investigación sobre la disminución del tamaño de las lagunas y vegas que están al sur del salar de Atacama, entre ellas Tilopozo, Laguna Salada y Saladita, La Punta y La Brava; y "pudimos verificar que entre 1979, desde que existen las imágenes satelitales, hasta 2009, descendió el tamaño de las vegas y lagunas. Por ejemplo, la vega Tilopozo había descendido su tamaño en un 40% aproximadamente y también las lagunas".

Interconexión de la cuenca

"Las empresas siempre han negado la interconexión entre los acuíferos. Se han amparado en que no existe interconexión, la Ley Sobre Bases Generales del Medio Ambiente también los ampara, porque no los obliga a hacer análisis de interconexión, sinérgicos, es decir, cada empresa tiene su propio modelo hidrogeológico que trata de explicar los efectos", critica el doctor en ciencias políticas y medio ambiente, Jorge Vergara, sobre la explotación sistemática de agua que hacen las mineras en esta zona.

213 litros por segundo es la cantidad de agua que desea extraer Zaldívar desde el sector de Negrillar en Monturaqui, en un proceso que se extendería hasta 2031, cuando la operación cerrará sus faenas.

640 litros por segundo es el derecho de agua que solicitó Escondida en junio de 2017 como parte de su proyecto Monturaqui, el que permanece en calificación en el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA).

4.970 litros por segundo de aguas continentales utilizaron, en promedio, las empresas mineras de la región de Antofagasta durante 2017, según el informe de Cochilco sobre el Consumo de Agua en la Minería.