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ENTREVISTA. marcelo bucarey, dirigente del Sindicato de Supervisores de Chuquicamata:

"La dirigencia no puede ser el escondite de malos trabajadores o de políticos ineptos"

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Cristián Venegas M.

El dirigente del Sindicato de Supervisores de Chuquicamata, Marcelo Bucarey, acaba de sortear con éxito un proceso que buscaba expulsarlo del gremio de Codelco, acusado de infringir los estatutos del organismo que integran 647 profesionales. Proceso que reconoce fue "duro" para él y su familia, y que cree, responde a sus iniciativas para profesionalizar y modernizar el sindicalismo en la división.

¿Qué lectura hace del proceso de expulsión que le tocó vivir?

Me han levantado una acusación sin fundamento alguno, basada en engaños y mentiras, para levantar un caso artificial en mi contra y motivar a la asamblea a que votara mi expulsión del sindicato. Esto viene desde la negociación colectiva, proceso en el que tuve una mirada distinta: Estuve en contra de la huelga, estuve a favor de una negociación anticipada, que fue ofrecida por la empresa y rechazada por mis colegas, que era superior a la que finalmente obtuvimos.

¿En qué punto era mejor?

Como botón de muestra el egreso especial, que finalmente quedó en una carta anexa con fecha de vencimiento marzo de 2020, en la anticipada estaba en el cuerpo principal del libro, o sea, sin fecha de vencimiento. Esta no fue una buena negociación, tuvimos un fracaso por la mala estrategia de la dirigencia sindical.

¿Qué otro argumento, cree usted, que había para expulsarlo?

Tener una mirada distinta y por patrocinar ideas que no son populares en el mundo sindical, como por ejemplo que el dirigente sindical de Chuquicamata tiene que cumplir la ley, el artículo 249 del Código del Trabajo, que señala claramente que el trabajador debe dedicar solo cierto tiempo a la actividad sindical y el resto del tiempo a su trabajo, al terreno, a las áreas donde pertenecemos cada uno de nosotros.

Tampoco es partidario de permanecer demasiado en la dirigencia.

El dirigente sindical no debe perpetuarse en su cargo como dirigente sindical, sino que debe tener acotado los periodos, diría que tres periodos consecutivos como máximo y luego volver a la pega, porque razón, porque eso nos ayuda a mantener el expertise técnico, que es fundamental para aportar en este periodo de transformación de Chuquicamata y despolitizar el movimiento sindical, porque la dirigencia sindical no puede ser el refugio, el escondite, de malos trabajadores, de malos supervisores o de políticos ineptos, que lo único que hacen es tener una lógica de guerra y confrontación con la administración o con la empresa; porque esto pone en riesgo la empleabilidad de nuestra gente.

¿Ese es el contexto de la acusación o hay otros argumentos?

Esto lo levantaron, este caso artificial, y lo hicieron en este tiempo porque las elecciones son en junio de 2019 y la idea era no solo dejarme fuera este año de expulsión, porque los estatutos dicen que la expulsión dura un año; sino también impedir que yo postulara en las próximas elecciones.

¿Hay un respaldo para estas "banderas" que levanta?

Absolutamente, y el sustento no solo es legal, si miramos alrededor nuestros colegas de Radomiro Tomic trabajan, en Gabriela Mistral, Ministro Hales, Casa Matriz, trabajan, y si miramos un poco más allá todos los dirigentes de este país, en cualquier empresa, en la banca, en el retail, todos trabajan. Entonces esta, entre comillas, garantía que tenemos en Chuquicamata no me parece, los dirigentes sindicales tenemos que cumplir a ley, pero lo mas importante es que al cumplir la ley y trabajar, estamos cerca del negocio, capaces de apalancar el giro esencial del negocio, porque la empleabilidad de nuestra gente, se basa en que a Codelco le vaya bien, porque de lo contrario nos vamos todos para la casa.

¿Qué requiere la dirigencia?

Tenemos que profesionalizar y transformar nuestro sindicato, las viejas prácticas si bien es cierto fueron buenas en el pasado, hoy están totalmente obsoletas. La lógica de guerra, la lógica de la confrontación, no nos sirve, hoy necesitamos dirigentes del siglo XXI.

¿Conformará un equipo de trabajo, una lista?

Trabajaré en buscar dos colegas que tengan motivación y las ganas de estar en el sindicato y estar en el sindicalismo del siglo XXI junto a mi. Las elecciones son en junio de 2019 y voy a trabajar duro para eso, porque lo que pretendemos varios es transformar y profesionalizar nuestro sindicato. Quiero recordar que el sindicato de Chuquicamata, de profesionales, es el más grande del país, la responsabilidad que tenemos no es menor, esta es la división más importante de Codelco y Codelco la empresa más importante de Chile.

¿Siente que sus colegas se identifican con su visión?

El respaldo de la gente en esto fue fundamental, prueba de eso es que esto fue como David contra Goliat, porque al frente tenía a un montón de personas y todo el despliegue que se realizó para provocar mi expulsión, y así y todo no se pudo y es por la gente. La tarea es difícil, pero creo que podemos profesionalizar y modernizar el sindicato y hay muchos supervisores interesados en que esto suceda. Queremos recuperar nuestro sindicato para que se ponga al servicio de nuestros asociados.

¿Cómo considera el papel que ha jugado la dirigencia en el proceso de transformación?

Codelco, y en especial Chuquicamata, por razones técnicas y económicas evidentes, no le queda más que transformarse. Si Chuqui no se transforma desaparece, así de sencillo, va a desaparecer después de 103 años entregando excedentes al país en una metodología a rajo abierto, tenemos que irnos a la subterránea. Los dirigentes sindicales o nos subimos al tren de la transformación, que ya partió, o nos quedamos definitivamente abajo. Esa no es la idea, creo que tenemos que sumarnos y eso no solo beneficiará a los trabajadores de Codelco, a todo el país.