El autor confeso del atentado contra el candidato presidencial brasileño, Jair Bolsonaro, fue enviado ayer a un penal de máxima seguridad en el que permanecerá aislado.
El candidato ultraderechista, que lidera los sondeos para las elecciones presidenciales de octubre en Brasil, fue acuchillado en el abdomen el jueves durante un acto de campaña en la ciudad de Juiz de Fora, en el estado de Mina Gerais.
Adelio Bispo de Oliveira fue arrestado tras el ataque, y posteriormente admitió la autoría de los hechos, asegurando que lo hizo por divergencias políticas y religiosas con el candidato y "por mandato de Dios". El hombre fue trasladado al presidio federal de la ciudad de Campo Grande, capital de Mato Grosso do Sul.
El agresor, que será sometido a exámenes psiquiátricos a petición de sus abogados y ante las sospechas de que tiene problemas mentales, se encontraba desde el jueves en los calabozos de la Policía Federal en Juiz de Fora.
El traslado a una prisión de máxima seguridad y el régimen de aislamiento fueron ordenados el viernes por la jueza federal Patricia Alencar, que aceptó la denuncia contra el acusado por el delito de "atentado personal por inconformismo político" previsto en la Ley de Seguridad Nacional, una legislación de excepción.
De acuerdo con la magistrada, el traslado fue decidido en parte para garantizar la vida del acusado, que estará en una celda individual y sin contacto con otros presos.
Según sus abogados, De Oliveira llevó a cabo el ataque de forma solitaria, sin ninguna connotación político-partidaria y en reacción contra el "discurso de odio" pregonado por el candidato, cuyos comentarios racistas provocaron su indignación.
Por otro lado, los médicos que atienden a Bolsonaro informaron ayer que evoluciona bien y está "consciente y en buenas condiciones clínicas", aunque permanece en una unidad de cuidados intensivos.