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La historia de Gaspar: El niño hincha que cautivó a jugadores de Cobreloa

SÍMBOLO. El club conoció de su fanatismo a través de una foto en redes sociales y decidió llevarlo a la práctica para conocer de cerca a los jugadores e impregnar ese espíritu de identificación.
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ricardo.pinto@mercuriocalama.cl

El fanatismo por un club no tiene límites, ni condición social ni mucho menos edad. Por ello, lo vivido ayer por la familia de Gaspar Eduardo Olivares Ramírez, de tan solo cinco años de edad, va mucho más allá de un simple cuento de hincha. Lo suyo engloba identidad, pasión y de alguna forma, cercanía de una institución con la comuna a la que pertenece. Y con la que debe seguir forjando lazos.

Fue una foto del pequeño colgado de la reja en la galería sur del estadio Zorros del Desierto durante el partido entre Cobreloa y Coquimbo Unido la que generó la inquietud. El Mercurio de Calama conoció su historia y tras la interacción con el gerente deportivo de "Los Zorros", Boris González, se terminó generando una instancia imborrable para el entorno del novel fanático.

"Vi la foto y de inmediato pensé que esa búsqueda de identidad y de cercanía con la comunidad que estamos buscando al ir a regalar entradas a las escuelas, esa conexión que debemos propiciar entre Calama y su club la conseguíamos con una sola imagen. Y por eso decidimos invitarlo a estar con los jugadores", comentó Boris González, quien presentó al pequeño Gaspar, su hermano Lucas y sus padres al plantel profesional en medio de su entrenamiento del día sábado.

Historia

Eduardo Olivares, el papá de estos dos fanáticos cobreloínos relató, ansioso y un día antes de vivir esta experiencia que "yo estaba en mi trabajo, en la aduana del Paso Jama cuando me llegó la foto y nunca pensé todo lo que iba a generar. La verdad es que yo me sorprendo de lo que hace Gaspar y también Lucas, que siempre quieren ir al estadio, sólo aceptan que los lleve a la galería sur donde está la barra para disfrutar de los cantos y se suben a la reja y la gritan a los jugadores para darles ánimo en los partidos".

Angela Ramírez, la feliz madre de los pequeños reconoce que "ellos vibran con Cobreloa y a nosotros nos gusta. Ayer no más, Gaspar, con lo poco que puede entender andaba gritando algo de 'justicia para Cobreloa' por eso de que les cambiaban los partidos. Además, él está en la escuela de fútbol así es que es fijo que cada sábado anda desde temprano con sus zapatos de fútbol y dice que quiere ser futbolista. Para nosotros como familia, el club es una forma de unión, el ir a los partidos y venir al camping".

Cercanía

Bastó que Boris González presentara la historia del pequeño Gaspar para que el plantel se acercara a compartir con sus jóvenes hinchas. Luis Maldonado, Jorge Luna rompieron el hielo, Arturo Sanhueza se acercó a saludarlo y luego vinieron las fotos de rigor.

"Pablito, quiero conocer a Pablito" decía Gaspar, quien idolatra al volante Pablo Parra, quien se apresuró a saludarlo, firmarle su camiseta y un balón de fútbol que Luna tomó y entre risas comentó "este es un regalo de todos pero lo paga el Tío Boris", además de inmortalizar cada momento con una distendida foto.

"El más chiquitito se llama Lucas y dice que se llama Lucas Simón" contaba Eduardo Olivares mientras el goleador del ascenso dejaba sus ejercicios de elongación para saludar y fotografiarse con los chicos.

Gonzalo Collao tomaba "en andas" al pequeño Lucas a quien se había encontrado alguna vez en un supermercado y le regaló un autógrafo.

"Es que acá uno tiene la oportunidad de ver a sus ídolos en la calle. Siempre ha sido así y que bueno que se esté retomando esa costumbre" comentaba el feliz padre, mientras el grupo recorría cada sector de la cancha del Luis Becerra Constanzo, donde incluso el director técnico, Rodrigo Meléndez paró unos segundos el trabajo de tenis-fútbol sabatino para compartir un momento con los pequeños visitantes.

Identidad

Boris González agradeció la instancia a nombre del club. "En esta última semana hemos tenido todo un tema respecto al partido, al cambio de horario. Y es cierto que a veces, como gerencia y directiva de esta institución nos sentimos un poco solos, como que a ratos uno siente que no todos los estamentos están de la mano con lo que queremos como institución para Calama. Pero llega esto, que es tan genuino que uno se da cuenta que en verdad no estamos solos. Que hay un montón de gente de la comuna que están representados en esa foto de Gaspar, que nos alientan y quieren que Cobreloa vuelva a jugar en primera división por Calama, por la gente que representa".

Es tanto el apego y compromiso que consiguió esta familia con el plantel profesional y la plana directiva de la institución que González asegura que "queremos invitarlos a que estén con nosotros el día lunes, desde la salida de la concentración al estadio, que estén en el camarín, vean cómo se preparan los jugadores y salgan a la cancha en el partido con Puerto Montt. Imagínate lo que es eso para un niño de cinco años. Lo que buscamos es que ese aliento que Gaspar les está dando desde la reja se vea reflejado cada hincha".

Finalmente, el ex lateral derecho del campeón de 2003-04 remarca la intención del club de acercarse a su gente. "Sentimos que el trabajo se está haciendo bien. Hay cada vez más niños que se inscriben en la escuela de fútbol, hay más niños que llegan con su camiseta al estadio. Lo que estamos generando es un sentido de pertenencia, la identidad que es tan necesaria entre un club como Cobreloa y los calameños, una que siempre existió y que estamos retomando con este tipo de cosas", cerró.

La pasión interminable por los colores reflejada en la sonrisa de un niño. Finalmente, esas son las historias que siempre vale la pena contar...