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Calama cuenta con un historial de obras inconclusas o en espera para su ejecución

SITUACIÓN. Mejorar inspección técnica, tener asesorías externas y reforzar el control social ayudarían a solucionar los retrasos.
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Karen Cereceda Ramos

Una decena de obras y proyectos en Calama están en calidad de inconclusas. Ello significa que a algunos les falta su recepción final, otros están a medio terminar, otros pese a tener financiamiento no se sabe cuándo comenzarán a concretarse.

Una situación que no es algo nueva, sino que por el contrario viene persiguiendo a la comuna desde hace varios años.

El ejemplo más emblemático es la obra de ampliación de la escuela D-48, Presidente Balmaceda que luego de dos procesos fallidos de construcción, 14 años de abandono e innumerables procesos de estudio de la infraestructura, recién este año se reiniciaron los trabajos para terminarla.

Algo similar fue lo que aconteció con el nuevo hospital Carlos Cisternas, el que inicialmente debía entregarse en 2012 , pero que tras la quiebra de la primera empresa a cargo de la construcción y después de cuatro años de abandono se retomaron las obras, las que fueron finalmente entregadas este año.

Situación actual

Todos los días, cientos de calameños transitan por el sector del Paseo Ramírez y por la Plaza 23 de Marzo, lugares que fueron remodelados y que si bien están abiertos a la comunidad desde 2017, lo cierto es que hasta el día de hoy estas obras no han sido entregadas oficialmente por la empresa constructora al municipio, por varios problemas que presentan los trabajos.

Esto trae consigo una serie de situaciones negativas, entre ellas que los kiosqueros aún no pueden hacer uso de los nuevos locales, los que incluso ya fueron víctima de actos vandálicos, como rayados y destrozos.

El municipio de Calama desde 2017 que está anunciando la entrega oficial de los trabajos de estas céntricas obras, las que a la fecha aún no se han concretado. Además, mientras no se realice este trámite el municipio no podrá optar a nuevos recursos para hacer algunas mejoras en el lugar.

Otra de las obras que a simple vista se ve terminada, pero que aún no han sido entregadas es la de la primera etapa del parque Borde Río, el que se ubica en el sector del Parque El Loa.

Su inauguración estaba prevista para mediados de 2017, luego se aplazó para fin de año, después para el primer trimestre de 2018, pero a la fecha aún este parque no se encuentra abierto para la comunidad loína.

El motivo de este retraso es, de acuerdo a lo informado desde la Secretaría de Planificación Comunal (Secplac), se debe a problemas del sistema eléctrico.

De solucionarse este detalle, se supone que la entrega sería en dos meses más.

Otras obras

Entre las obras que ya tienen aprobado los recursos, pero aún no tienen fecha para su concreción están, por ejemplo el Memorial Topáter, la nueva etapa de la avenida Balmaceda, la nueva casa consistorial, la ruta Calama- Carmen Alto, la construcción de sombreaderos para plazas y multicanchas de la comuna, entre otros.

Control y asesorías

A juicio del exseremi de Obras Públicas, César Benítez quien también trabajo durante cinco años como jefe de la Unidad Regional de la Subsecretaria de Desarrollo Regional (Subdere), todos los proyectos de inversión tienen dos grandes responsabilidades y ello también están en caso de retraso.

La primera es la responsabilidad técnica, es decir la empresa que está a cargo de la construcción de las obras y la segunda, tiene relación con la responsabilidad política, la que a juicio de Benítez nunca se persigue.

"Si uno empieza a analizar la gran cantidad de proyectos que tenemos en Calama y que han sufrido atrasos, generalmente las autoridades políticas que dirigen esas unidades técnicas nunca asumen esto", detalla la exautoridad del MOP.

En este sentido, agrega que aquí es importante potenciar el control social, el que se puede hacer a través de la presión que realiza la comunidad y que obliga a las autoridades a cumplir con los proyectos. "Son ellos los que debe estar muy preocupados por el avance del proyecto y el control social sería un insumo muy valioso".

Un ejemplo de ello sería la participación activa de consejos de la sociedad civil (cosoci), quienes deberían estar siempre al tanto del avance de las obras y ejercer ese control.

César Benítez, quien estuvo cuatro años dirigiendo la seremi del MOP, en el período anterior del gobierno dice que si uno se pone a analizar quiénes son las unidades técnicas de la mayoría de las obras que quedan inconclusas o están retrasadas, la mayoría de las veces se tratan de los municipios.

Explica que muchas de estas organizaciones carecen de buenos reglamentos que permitan realizar un buen control técnico de las obras.

"Existen otras instituciones que son mas pertinentes en la ejecución de obras. Una de ellas es el ministerio de Obras Públicas y el de Vivienda y Urbanismo (Minvu), pero es porque tienen mejores reglamentos y el reglamento es un instrumento jurídico que te da un marco de acción para la entrada de las empresas, el desarrollo y el término de los contratos", precisa César Benítez.

Agrega que son tres los pilares con los que se debe contar para el éxito del proyecto y que son , en primer lugar un control interno fuerte al interior de la empresa a cargo de la ejecución.

El segundo pilar tiene relación con el inspector fiscal de la obra que es un funcionario público y en tercer lugar es el control externo, que puede ser un grupo multisdisciplinario que apoye al inspector fiscal.

Benítez comentó que en la región existen varias empresa que prestan este tipo de asesorías y que cuentan con buen prestigio. "Tienes tres controles, el control interno de la empresa, el inspector fiscal y el inspector fiscal tiene un apoyo en esta asesoría externa. Si tú tienes esa triada, disminuyes la incertidumbre de que la obra tenga alguna dificultad", manifiesta.

Como propuesta, el ex seremi del MOP dice que los municipios deberían reforzar y dedicarse a la creación de los proyectos de infraestructura y dejar la ejecución a organizaciones con mayor experiencia en la materia como el mismo MOP y el Minvu.

"Hay que ser generoso, hay que velar por el éxito del proyecto. Después nadie se acuerda de quién lo construyó, si no que le cambiaron la calidad de vida a la gente", reflexiona César Benítez.

En tanto, Carlos Ramírez, presidente de la Cámara Chilena de la Construcción en Calama comentó que una de las soluciones podría ir por la revisión y mejora de los procesos de licitación de las empresas.

Dijo que ellos, como Cámara están desarrollando un sistema que permita realizar de mejor forma la documentación y que están disponibles para aportarlo a las autoridades.