Se trata de un hecho que no deja de llamar la atención, pues si bien parecen hacerse habituales los robos al interior de faenas mineras, son las protagonistas de este episodio lo que llaman la atención.

Personal de seguridad de una cuprífera de la zona se encontraba vigilando un sector de las dependencias, cuando se percatan de la presencia de dos mujeres.

Ambas se encontraban escalando un cierre de alrededor de dos metros de altura. El objetivo era claro, ingresar y sustraer restos de cobre para reducirlos en el mercado negro.

La rápida acción del encargado impidió que concretarán su cometido y fueron retenidas hasta la llegada de personal uniformado.

Cuando Carabineros las aprehendió, pudieron verificar la identidad de ambas involucradas en este robo frustrado.

Mayor fue la sorpresa al verse enfrentados con una abuelita de 78 años y su compañera de delito de 59.

Ambas quedaron a disposición del Ministerio Público luego del delito cometido. Un hecho que no es aislado, pero que sorprende por la edad de quienes protagonizaron este nuevo caso.

El propietario de un céntrico y conocido restaurante, revisaba su teléfono para verificar el movimiento de las cámaras de seguridad que tiene enlazadas con su móvil.

Él se encontraba fuera de la ciudad y quiso verificar que todo estuviera en orden. En ese momento descubrió movimientos inusuales que de inmediato llamaron su atención, avisando a personal de Carabineros.

Una vez en el lugar pudieron verificar que efectivamente el ingreso había sido forzado con elementos aptos para cometer delitos.

Al realizar una revisión en el interior del recinto, se percataron que el desorden era total, claro signo de que habían ingresado antisociales.

El encargado del recinto ante la ausencia del propietario, pudo verificar que le había sustraído alrededor de 50 kilos de carne.

Se efectúo un avaluó preliminar que bordea los 300 mil pesos entre todo lo que fue sustraído.

Los funcionarios realizaron un patrullaje por el sector, sin embargo no fue posible ubicar a los presuntos responsables del robo.

Redacción

Tres amigos llegaron hasta la ribera del río Loa, a 50 kilómetros al poniente del radio urbano de la ciudad, para realizar actividades de pesca deportiva.

Cuando estaban en el punto exacto donde comenzarían su jornada, un fuerte olor los alertó de la presencia de un cuerpo humano en medio de los matorrales.

Decidieron ir a confirmar de qué se trataba y fue allí cuando constataron que se trataba de una persona fallecida.

Los loínos dieron inmediato aviso a personal de Carabineros, quienes se trasladaron al sector a fin de confirmar la denuncia.

El acceso era complejo y además de la distancia hasta la zona conocida como "Dos Quebradas", luego debieron recorrer 30 minutos de camino a pie.

En ese momento los carabineros confirmaron la veracidad de lo informado por los testigos, por lo que se dio cuenta al fiscal de turno, que dispuso la concurrencia de personal especializado de Labocar y Os-9 de Antofagasta.

Los antecedentes preliminares que se han conocido sobre este hallazgo, dan cuenta que se trata de un hombre cuya data de muerte estimada es cercana a los seis meses.

El trabajo liderado por la Fiscalía, busca cruzar antecedentes con las denuncias por presunta desgracia que se encuentran actualmente vigentes en Calama.

Efectivamente esta última información puede ser clave al momento de conseguir la identificación, sin embargo han sido cautos y no se ha adelantado ningún probable nombre del listado de personas aún desaparecidas.

En el lugar también debió trabajar personal del GOPE a fin de conseguir el rescate del cuerpo, que luego fue derivado al servicio médico legal.

Al costado del lugar existían un escrito con piedras con la señal S.O.S lo que permite presumir que la víctima quizás se perdió por causas que deberán ser aclaradas por la investigación.

Serán ahora los análisis forenses que realizará el Servicio Médico Legal, los que permitirán saber con certeza el período de fallecimiento y además las causas que provocaron su deceso , confirmando también su identidad.

Un hombre estaba disfrutando en la tranquilidad de su parcela en el sector de Chunchuri Bajo sector sur poniente de Calama, cuando escuchó ruidos que lo alertaron. Algo inusual estaba ocurriendo en la vivienda de su vecino y salió a verificar qué sucedía.

Cuando se acercó se percató de la presencia de dos hombres que no eran residentes del inmueble, cargando una camioneta con diversas especies.

El testigo denunció el hecho a personal de Carabineros, quienes de forma se desplazaron al sector informado.

Mientras esperaba la llegada de Carabineros, el denunciante salió a defender los bienes de su vecino, sin importar poner en juego su seguridad.

Fue así como abordó su camioneta e ingresó al lugar, momento en que los delincuentes se vieron descubiertos de manera flagrantes.

Eso hizo que decidieran subir a la camioneta en la que ellos se trasladaban para escapar del lugar evitando ser detenidos al momento de que llegara al sector personal policial, que ya había sido alertado de lo que estaba sucediendo.

Sin embargo el vecino decidió atravesar su vehículo para evitar la huida, pese a esto los delincuentes insistían en su retirada.

Las maniobras evasivas provocaron que, finalmente, la camioneta que utilizaban para su desplazamiento quedara enterrada.

Al verse sin opción de escapar, descendieron del vehículo y huyeron a pie. Se perdieron rápidamente entre las parcelas del sector.

Al llegar personal de Carabineros, se pudo confirmar que efectivamente el lugar había sido vulnerado por los individuos.

Tras la revisión de la camioneta pudieron observar que habían logrado cargar varias especies, cuyo avaluó era cercano a los doscientos mil pesos.

La acción de este comprometido vecino, permitió que se pudieran recuperar las especies y también la camioneta.

En medio del procedimiento se pudo comprobar que tenía sus patentes adulteradas y que mantenía encargo por robo desde el 7 de septiembre de este año.

Se contactaron con el propietario, quien agradeció el actuar del vecino y de los funcionarios, lo que le permitió recuperar su vehículo.

Si bien los delincuentes consiguieron escapar, no concretaron su objetivo de robar la vivienda.

Una acción osada de parte del vecino, que no permitió que la casa colindante se convirtiera en blanco fácil para esta pareja de ladrones.