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El misterio Kinzel: la novela negra de cuatro abuelos

La primera novela de Valeria Vargas la protagoniza una investigadora que sigue a cuatro ancianos dedicados a dilucidar crímenes olvidados. Uno de ellos se parece en extremo a un asesino de principios del siglo XX.
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Valeria Vargas es guionista y "El misterio Kinzel" es su primera novela.

Después de una larga cesantía, una oferta de trabajo para recopilar información sobre criminales chilenos de la primera mitad del siglo XX saca del sopor a Laura Naranjo, la protagonista de "El misterio Kinzel" (Hueders, 176 páginas). Esta es la primera novela de la guionista y escritora Valeria Vargas, licenciada en Literatura y Estética de la Universidad Católica y de guión en la EICTV de Cuba. Fue la codirectora del documental Niños del paraíso y del largometraje Allende mi abuelo Allende, además de guionista de series de televisión como Los Archivos del Cardenal y Heredia y Asociados. También, es una de las guionistas de Isla Paraíso, la nueva teleserie de Mega.

Lo que se desencadena de la investigación de Laura, la protagonista del "El misterio Kinzel" es una historia policial que ni ella misma hubiese imaginado. Es una historia que comenzó muchos años atrás y que aún tiene heridas abiertas. Está involucrado "El Alemán", un anciano del barrio que cuenta con más enemigos que amigos. Lo rodean la venganza y una tragedia que sólo él puede explicar.

Valeria Vargas escribió esta novela "porque quería leer una historia que se desarrollara en mi ciudad, en mi barrio, protagonizada por un personaje femenino que no tuviera ningún conocimiento sobre cómo investigar un crimen. Alguien común y corriente. Ni policía, ni detective privado. Una mujer casi normal que se viera atrapada por un misterio lo suficientemente atractivo como para hacerla meterse en toda clase de problemas". Le interesa la novela negra que se adentra en los misterios familiares. "Ese espacio silenciado en el que todo es posible y cualquiera puede transformarse en un asesino", acota.

La protagonista de esta novela, Laura Naranjo, se da cuenta al investigar uno de los crímenes encomendados que el asesino de la foto se parece mucho a "El Alemán".

-¿Quién es él?

-Un anciano que vive en Ñuñoa, su barrio, y decide seguirlo. Al poco andar conoce al viejo y a su grupo, tres ancianos también que dedican su tiempo a resolver esos crímenes de los que la policía no se hace cargo.

- ¿Por qué escogiste personajes adultos mayores?

- Porque son el último eslabón con un pasado que está siendo rápidamente arrasado. Las ciudades que nos heredaron ya casi no existen. Ñuñoa ha sido devastada. Me sabía de memoria sus calles y ahora casi no las reconozco. Me imagino lo que será para ellos, que vieron desaparecer no solo sus barrios sino también su forma de vida. Crecí en dictadura, cuando la violencia ya estaba instalada. Los adultos mayores alcanzaron a conocer un Chile distinto, que ni siquiera imaginamos. Y siguen vivos. Basta hablar con ellos para descubrir buenas historias. En un país que tiende a la amnesia, es un ejercicio que me parece fundamental.

-¿Qué te pasa con la tercera edad?

- En un adulto mayor conviven todas las edades. Basta conversar un poco para que aparezcan el niño, el joven y el adulto que aún viven y coexisten en su interior. Sin embargo, la sociedad los trata como si hubieran nacido viejos y no tuvieran idea de qué se trata la vida. Hay una infantilización muy molesta. Les dicen "abuelitos" aunque no tengan ni un solo nieto. Como si fueran todos iguales y no personas hechas y derechas viviendo una etapa tremendamente exigente. Creo que merecen respeto y políticas de protección adecuadas. Somos un país que envejece velozmente y aún no hemos tomado real consciencia de eso.

-Estudiaste Literatura, pero te habías dedicado a lo audiovisual. ¿Cómo fue pasar a la novela?

-Todo un desafío. Nunca tuve la fantasía de escribir una novela. Estudié Literatura porque me interesaba la investigación. En el camino, por asuntos de destino y azar, terminé desarrollando una carrera en el área audiovisual. Y de repente, hace un par de años, surgió esta necesidad de escribir una novela. Al principio me lo planteé como un experimento. Casi un juego. Quería pasarlo bien en el proceso. Pero con el tiempo, la idea fue creciendo y agarrando fuerza y se transformó en un motor que me llenó de una energía que hasta ese momento no sabía que tenía.

-¿Te gustó escribir una novela?

-Es curioso porque mi trabajo consiste en escribir y cuando se acaba la jornada laboral, sigo escribiendo, pero por gusto. No sé si es condena o vicio, pero eso es lo que hago. Y escribir esta novela fue un proceso apasionante. Cometí un montón de errores que pagué con meses de corrección, pero el aprendizaje fue enorme.

-¿Es muy distinto el proceso creativo de realizar un guión y una novela?

-Los procesos creativos no son demasiado diferentes. Lo que cambia es la ejecución. Los guiones, aunque sea un solo guionista, siempre implican trabajar en equipo. Hay directores, productores, etc. Muchas voces opinantes que deben llegar a un acuerdo antes de obtener una versión final. Haces tu mejor esfuerzo, pero sin olvidar que eres parte de un equipo. Escribir una novela, en cambio, es un ejercicio solitario y libre. Un refugio personal en donde se puede hacer cualquier cosa.

-La historia en un momento lleva a Laura a viajar a Linares para seguir una pista que la acerca más aún al misterio Kinzel, ¿tienes alguna relación personal con ese lugar?

-No, ninguna relación personal. Quería que la investigación de Laura Naranjo la obligara a salir de la capital y la región del Maule siempre me ha parecido un territorio muy misterioso. Los ritmos de provincia y la forma en la que los secretos pueden permanecer sepultados durante generaciones en lugares que parecen detenidos en el tiempo, son ingredientes muy apropiados para una historia de misterio.

-¿Qué tienes tú de Laura Naranjo?

-Compartimos la curiosidad por el mundo, pero ella es mucho más valiente que yo.

-¿Se viene Laura Naranjo para rato?

-Sí, mi idea es crear una saga de novelas con Laura Naranjo como protagonista.

Valeria Vargas Editorial Hueders 178 págs.

$ 12 mil.


"El misterio Kinzel"

Por Magdalena García C.

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