El Lunes 1 Octubre de 2018 quedará grabado en la memoria de Chile, como el día en que ganó el Derecho Internacional en el pleno respeto a los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentran vigente.
La Corte Internacional de Justicia, instancia a la que llegamos luego que en abril del año 2013, Bolivia presentara una demanda por la obligación de negociar una salida soberana al mar, instancia que fue desestimada por 12 votos a favor de Chile, y resolviendo que nuestro país no tiene obligación de negociar con nuestros vecinos para arribar a un "pleno acceso soberano al Océano Pacífico".
Desde ese lejano abril hasta hace un par de semanas, el show mediático del Presidente Morales en torno a este caso fue permanente, escalando en agresividad, y emplazándonos constantemente con la mirada puesta en las encuestas, entendiendo esto más cómo una instancia de créditos políticos, que una demanda con un verdadero sustento jurídico.
En paralelo, vimos el trabajo serio y contundente del equipo chileno, y de todos quienes pasaron a conformar parte de él. Y es que acá debemos ser claros, en temas de relaciones internacionales, no deben existir colores políticos ni diferencias para defender los intereses de Chile.
Del otro lado de la frontera, es el Presidente Morales quien hoy debe dar explicaciones a su pueblo, por las altas - y falsas- expectativas generadas. Por cierto que para Chile, y en particular para nuestra región de Antofagasta, es importante tener relaciones bilaterales con Bolivia, pero también es importante entender que cuando uno se sienta a la mesa, se sienta con personas que van a respetar los acuerdos.
Es por esto, que junto al senador Manuel José Ossandón, la diputada Paulina Núñez, y el senador José Miguel Durana, le hemos entregado una propuesta a Cancillería, para restablecer las relaciones diplomáticas con Bolivia, estableciendo 12 acciones que debiese tomar el país para enfrentar este nuevo escenario post CIJ.
Necesitamos sentar las bases para establecer un diálogo abierto y constructivo de integración económica y social con Bolivia, entendiendo que el tema limítrofe está zanjado, para ahora dirigir nuestros esfuerzos en los enormes desafíos que tenemos como vecinos en materia de desastres naturales, migración, control de drogas, educación, ciencia y tecnología, cultura e innovación, entre otras.
José Miguel Castro,
Diputado