Histórico jugador de Cobreloa entre los años 1996 y 2002, recordado por su melena platinada y ondulada que le valió el apodo de "El Rockero del desierto", y destacado por su entrega incondicional que le significa ser miembro del lienzo histórico que resalta a los más importantes ídolos del club. Pablo Abdala, orgulloso luce hoy como hincha la camiseta del equipo de sus amores, y espera algún día volver a Calama, lugar que mejores recuerdos le entregó en su carrera como futbolista, y que le brindó la posibilidad de ser padre de su primera hija, la cual nació en el desaparecido hospital de Chuquicamata hace 17 años.
En la actualidad Abdala dirige divisiones inferiores sub 19 en Rosario, Argentina. El ex contención naranja se recibió hace 8 años, y sigue perfeccionándose y mejorando cada día, ya que según detalló, le gustaría "en un futuro no muy lejano volver a Chile donde fui muy feliz, donde hice casi toda mi carrera profesional". Abdala está viviendo actualmente en Roldán, un pueblo afuera de Rosario, y sigue vinculado con el fútbol, y como recalca, "siempre siguiendo los pasos de mi Cobreloa querido".
Es común conocer las versiones de ex futbolistas de Cobreloa que extrañan Calama y la institución, al punto que les gustaría regresar en algún momento. Sea por el club, la zona o la gente de la ciudad, el cariño que se arraiga por tantos profesionales del fútbol se mantiene con el tiempo. Respecto a las razones de aquella situación, el argentino detalla que "la ciudad es muy particular, muy especial. Yo desde que llegué le agarré mucho cariño. Agradecido de toda la vida, todos los seis años que estuve en Calama, en el club principalmente, y bueno tiene que ver también con el sentido de pertenencia, de que todos los clubes que van a jugar a Calama son realmente visitantes", detalló el ex jugador.
Faltó campeonar
Abdala es un histórico recordado además, por ser más contemporáneo que sus pares ochenteros que lo ganaron todo con la camiseta naranja. Sin ir más lejos, es tan meritoria la idolatría que existe por la entrega del "Turco", que sin haber conseguido dar ninguna vuelta olímpica con Cobreloa, su imagen se mantiene como la de un grande en la institución.
"Lo que me faltó sin duda fue un título, me quedó esa espina", analiza Abdala sobre la tarea pendiente que pudo tener en Calama. Sin embargo, sin ser campeón tuvo muchos buenos momentos que recuerda comentando "respecto a alegrías un montón, un montón de clásicos, la final que le ganamos en la liguilla pre libertadores a la Universidad de Chile de manera increíble. De local habíamos empezado ganando 4 a 0 y nos empataron 4 a 4. Íbamos al Nacional con un equipo bastante diezmado. Y bueno sobre la hora 'El Feña' (Fernando Cornejo) clava ese tiro libre, y eso fue una alegría indescriptible. Y bueno después está cada participación en Copa Libertadores que fue muy linda, pasamos a octavos de final, y la verdad que en sí todo fue muy lindo en mi estadía en Cobreloa".
Curiosidad clásica
Recordada es la anécdota que detalla un incidente que vivió Pablo Abdala luego de un partido contra Colo Colo, cuando el mediocampista se salió de sus casillas y golpeó a un hincha. "Eso se dio en una liguilla del 2002. Me acuerdo que el notero de la televisión me quería hacer una entrevista, y yo no tenía ganas, pero al final acepto. Había un montón de hinchas de Colo-Colo después del partido en El Monumental, molestando, empujándome por atrás. Y medio que uno me agarra el pelo, como se dice se me cayó el balde, me di vuelta y creo que la televisión no captó todo lo que pasó. Creo que le pegué a uno, a dos, a tres, a cuatro, al que se me cruzaba le trataba de pegar, y fue muy chistoso (ríe)", recuerda "El Rockero" que continúa su relato subrayando que "también recibí alguna, pero bueno después me individualicé a uno y lo saque corriendo. Hasta que no le di no paré, le metí bastante velocidad al asunto. Pero bueno, fue una anécdota que quedó muy grabada en el corazón del hincha. Fue bastante simpático más allá que no avalo ningún tipo de violencia fuera ni dentro de la cancha", puntualizó este ídolo naranja.