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Aprueban estudio de impacto vial para nuevo rodoviario

TRANSPORTES. Con esta medida se iniciará el proceso para que el terminal pueda iniciar sus funciones y que permita además el traslado de buses hasta el sector sur de Calama.
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La secretaría regional ministerial de Transportes y Telecomunicaciones aprobó el estudio de impacto vial que permitirá que el nuevo terminal rodoviario de Calama pueda utilizarse, como parte de una medida de descongestión de buses en el centro de la ciudad.

La información fue corroborada por el arquitecto de Transportes y Telecomunicaciones en la región, Gabriel Godoy, quien comentó que "el estudio ya fue aprobado por parte de la secretaría y por lo que ahora debe ser el municipio el que retome las gestiones para que el terminal comience a operar y con ello sus funciones", dijo el profesional.

Buses

Dentro de la aprobación de este estudio de impacto vial, se consideró por ejemplo el actual panorama que enfrenta la ciudad en torno al traslado de buses y máquinas que están circulando por la ciudad y que utilizan el sector centro para sus operaciones, tanto en viajes interprovinciales como los que se efectúan a las distintas faenas mineras que rodean a Calama.

Y de acuerdo a lo explicado, las empresas que operan por ejemplo en la avenida Balmaceda o en calle Antofagasta, deberán trasladarse al nuevo terminal una vez que se anuncie el inicio de sus actividades, por lo que la actividad del transporte de personas y trabajadores se deberá efectuar paulatinamente en el terminal rodoviario que se encuentra en el ingreso sur a la ciudad.

Hoy por ejemplo, un número no menor de buses está incumpliendo la medida que establece que al ingresar y al salir de los terminales, las máquinas deben hacerlo de frente hecho que no se cumple puesto que a todas horas del día se puede evidenciar cómo en casos puntuales los buses lo hacen aculatándose e interviniendo la fluidez del tráfico.

En las próximas semanas será el municipio el que deba entregar detalles acerca de cómo operará el terminal que se encuentra concesión a la empresa de transportes Pullman, la que debiese también aportar más información acerca del inicio de actividades y de cómo se efectuará la habilitación que desde hace años se encuentra sin ser utilizada por las empresas de transportes que operan en Calama.

Sobre la aprobación de este estudio de impacto vial, Gabriel Godoy aclaró "es parte de un proceso que traerá un cambio provechoso para el tráfico vehicular de Calama, puesto que concentrará toda la actividad en un sólo punto, permitiendo así que las calles de Calama no tengan efectos como el de atochamientos y con ello sean utilizadas las vías sólo por particulares y la locomoción colectiva, lo que deberá ser definido por el municipio loíno en los próximos días junto a la empresa que operará el terminal", dijo.

Denuncian la falta de control y fiscalización en Yalquincha

COMUNEROS. Advierten que no existen un plan de conservación del oasis patrimonial y además poco interés de las autoridades por mantener y perpetuar el ancestral valle.
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Pablo Orellana G.

El valle de Yalquincha es considerado uno de los últimos bastiones del Oasis patrimonial de Calama, y aún cuando su enclave pareciera estar lejos, o a distancia, de la vida urbana, está comenzando a sufrir los impactos de su cercanía con el mundo industrial.

Al menos así lo denuncian sus residentes, los comuneros agrícolas e indígenas que comenzaron a alzar la voz, ante lo que consideran un creciente daño al ecosistema y también "a las formas de vida que nos rodean y que están en peligro de desaparecer gracias al desinterés de las autoridades por preservar y heredar este hermoso valle", dice Amalia Bautista, presidenta de la Comunidad Agrícola e Indígena de Yalquincha.

Industrialización

Enumerando los impactos negativos que ha comenzado a recibir este valle ancestral "es el de la industrialización uno que nos inquieta bastante. Porque cada día son más las empresas que se instalan acá, utilizando parcelas y loteos para depositar maquinarias viejas, apiñar escombros y también utilizar los predios para verdaderos estacionamientos y garajes, lo que contrasta con lo que es en realidad un valle agrícola, ganadero y arqueológico", alega Bautista como una de las primeras preocupaciones que aquejan a la comunidad.

Esto último porque "las autoridades no han prestado atención a lo que pasa en Yalquincha. No ha habido interés alguno por perpetuar el valle a las nuevas generaciones. Por otra parte en cambio se han instalado acá empresas que dañan el ecosistema de Yalquincha. Y si algunos de nuestros vecinos ha decidido arrendar predios y parcelas a industriales ha sido por la escasa fiscalización al uso real de sus suelos. No existe un plan de conservación, menos aún de control; más cuando el plan regulador no nos protege, no nos asegura que se mantendrá como valle", agregó Bautista sobre lo que los comuneros y las ocho familias más antiguas del lugar han comenzado a denunciar.

Daño medio ambiental

También está muy presente en los argumentos de la comunidad "el daño medio ambiental que se está produciendo acá, donde por una parte no sólo hemos comenzado a lidiar con empresas que se instalaron acá, sino que además con el impacto de tener por la rivera norte parte de Puerto Seco, y en donde algunas empresas y sus actividades han contaminado el valle lanzando escombros, basuras y pertrechos hacia el valle", agregó Amalia Bautista. Además "el daño que se está haciendo a la fauna, sobre todo las aves, porque los sondeos que se efectúan a un costado de la parcela Cinco, han comenzado a estresar y a alejar a patos, garzas, aguiluchos y pequenes -lechuza-, que al parecer están emigrando al alterarse las condiciones de tranquilidad de sus hábitats".

Sobre los sondeos que se efectúan en la parte este de la ribera, Bautista agregó "no hubo consulta previa de estas acciones a la comunidad. No hay respeto. Tampoco se nos considera, porque enviamos a la Superintendencia Medio ambiental los detalles de nuestro malestar, exigiendo que las obras cuenten con un detalle del impacto que tendrán estas obras, pero no escuchan, no hemos recibido respuesta alguna".

Este medio de comunicación efectuó consultas acerca de la labor de control que se efectúa en Yalquincha siendo el Servicio Agrícola y Ganaderos (SAG), siendo esta la única institución que respondió algunas interrogantes. "El SAG no posee jurisdicción, lo que es propio de los Tribunales de Justicia. Lo que ejerce el Servicio es competencia otorgada en la Ley número 18 mil 755, en lo que respecta al ámbito fitosanitario o en normas especiales relacionadas con la subdivisión de predios rústicos o informes de factibilidad de construcción. En la medida que existan situaciones en que sean de su competencia, el SAG interviene", explicaron al respecto.

Desde el Servicio Agrícola Ganadero agregaron que "el SAG, siendo un órgano fiscalizador, ejerce su labor en las materias de su competencia definidas en la normativa que le es aplicable, no encontrándose entre estas materias el fiscalizar actividad industrial", precisaron sobre las consultas en relación a su rol fiscalizador en el valle de Yalquincha.

familias y de las más antiguas aún viven en el valle de Yalquincha. Se trata de descendientes y parientes de quienes eran residentes autóctonos del lugar y que aún viven allí. 8

parcelas existen en Yalquincha, las cuales presentan diversos loteos en los cuales se divide la actividad del lugar y donde hay recintos donde se resguardan maquinaria pesada. 5