Pese a las advertencias desde la Casa Blanca, miles de migrantes centroamericanos reanudaron ayer su marcha hacia Estados Unidos. Bajo un sol ardiente, la gran columna de migrantes (en su mayoría hondureños) comenzó a caminar hacia Huixtla, unos 40 kilómetros al noroeste.

Donald Trump culpó ayer a Guatemala, Honduras y El Salvador por no impedir que la gente salga de sus países. "Ahora comenzaremos a cortar, o reducir sustancialmente, la ayuda externa masiva que se les da habitualmente", advirtió.

Las Naciones Unidas estimó que la caravana está integrada por más de 7.200 personas. El portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq, dio la cifra a periodistas en la sede de la organización en Nueva York y dijo que la Organización Internacional para las Migraciones informó que un gran número de personas seguían llegando a México camino a EE.UU.