Redacción
Son varias las denuncias de abuso sexual cometidos por clérigos de la Iglesia Católica que se han realizado en Chile. La mayoría han sido investigados y las consecuencias han contemplado, incluso, que el Vaticano los expulsara de la iglesia.
En Calama, solo existe un caso que se está investigando y cuyos resultados serán informados al Papa Francisco, para determinar los pasos a seguir.
Se trata de una denuncia que fue informado y confirmado por el obispo de la Diócesis de Calama, Óscar Blanco, el 5 de julio pasado.
En esa oportunidad se dio a conocer públicamente a través de un comunicado leído por el obispo que, en la Diócesis San Juan Bautista de Calama, se recibió una denuncia por presunto abuso sexual a un menor de edad.
El hecho, según los antecedentes que se pudieron recabar, habrían ocurrido en 2003 por parte del sacerdote, Jordi Jorba Navarro, quien ejercía su ministerio en la Parroquia Asunción de la Virgen de la ciudad.
Tras completarse las etapas de investigación previa por parte del organismo definido por la Iglesia de Calama para este tipo de denuncias (Cuidado y Esperanza), la jornada de ayer se informó lo siguiente. "El obispo de la Diócesis, Óscar Blanco Martínez determinó que estos antecedentes sean enviados y puestos a disposición de la Congregación para la Doctrina de la Fe, con sede en Roma, organismo que deberá pronunciarse sobre el fondo de esta investigación", explicaba el escrito que fue enviado.
Medidas
Durante este período se mantienen las medidas adoptadas respecto del ejercicio ministerial del mencionado sacerdote, es decir, suspendido de su tarea pastoral como también de la celebración pública de oficios religiosos.
Además, se informó que los antecedentes respectivos fueron puestos a disposición de la Fiscalía local, quien deberá determinar los pasos a seguir en este caso.
Al hacer públicos estos procesos, "la Iglesia de Calama reafirma su más absoluto compromiso con la verdad y la justicia, en la convicción de que, con esta actitud se contribuye a sanar las heridas ocasionadas por los abusos sexuales, de poder y consciencia por parte de algunos consagrados y junto con ello, garantizar ambientes sanos y seguros que favorezcan la protección de nuestros menores y adolescentes en nuestra comunidad", explicaron a través del escrito.
Desde la Diócesis declinaron entregar más detalles respecto al caso que se está investigando, como por ejemplo saber qué fue lo que efectivamente ocurrió o en su defecto, tener conocimiento sobre el presente de quien sería la víctima de esta denuncia de abuso sexual al interior de la iglesia en nuestra ciudad.
Esto, según se establece en las líneas guías que debe aplicar la Iglesia Católica en casos de abuso, se hace como una medida para resguardar la integridad de la víctima y su familia.
Consultado sobre esta investigación, el fiscal jefe de Calama, Cristián Aliaga Ayarza, explicó que "efectivamente recibimos los antecedentes por parte de la Iglesia sobre esta denuncia por abuso sexual y actualmente, se están evaluando los pasos a seguir para determinar si se inicia una investigación", precisó.