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Miles de calameños visitaron a sus difuntos en el 1 de noviembre

FERIADO. Muchas personas aprovecharon el fin de semana largo y salieron fuera de la ciudad, esto provocó una baja concurrencia de visitantes a los cementerios durante la celebración del Día de Todos los Santos.
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Macarena Barrera

Como cada año, miles de calameños acudieron a los distintos camposantos que existen en la ciudad con el objetivo de celebrar el Día de Todos los Santos.

Como es habitual, el cementerio municipal preparó con mucha antelación cada uno de los detalles para recibir a las cerca de 15 mil personas que llegan cada año, sin embargo y de acuerdo a información entregada por el administrador del recinto, en esta oportunidad la concurrencia ha sido mucho más baja que años anteriores.

"Como administración del recinto, teníamos pronosticado que llegarían unas 15 mil personas, pero a medida que ha avanzado el día nos hemos dado cuenta que no llegaremos ni siquiera a las 10 mil personas y esto se debe a que hay muchos días de descanso y la gente aprovecha para salir de la ciudad", informó Ernesto Mancilla, administrador del Cementerio Municipal.

En tanto, los cementerios Parque Topáter y Parque del Loa, también afinaron los detalles para recibir a los visitantes, que en esta oportunidad acudieron desde primeras horas de la mañana para capear las altas temperaturas que estaban pronosticadas para hoy.

Ceremonias

Tanto para el 1 como para el 2 de noviembre, el Cementerio Municipal junto a la Diócesis de Calama, tenían preparadas una serie de ceremonias religiosas en ambas jornadas.

En tanto, en los cementerios parques Topáter y del Loa, se realizó solo una ceremonia ecuménica durante el día que tuvo baja concurrencia, sin embargo la denominada "ceremonia de la luz" realizada el día 31 en la jornada de la tarde reunió cerca de 800 personas en ambos parques.

Abel Bugueño, jefe de sucursal de Parques de Chile en Calama, informó "estuvimos de forma paralela en ambos parques realizando esta ceremonia, que finalmente convocó cerca de 800 personas, quienes comenzaron a llegar cerca de las 19 horas y se quedaron en los parques hasta las 12 de la noche. Sin duda el momento más emotivo fue cuando fueron pasando las fotos de los difuntos".

A esto agregó "estamos muy contentos con la actividad porque hubo muy buena recepción por parte de nuestros clientes".

Tradición

De acuerdo a lo informado por la familia Rojas Moreno, la tradición de asistir cada 1 de noviembre al cementerio o en otros períodos del año, se ha ido perdiendo con el tiempo. "Antes veníamos todos los domingos a estar con la familia acá en el mausoleo, pero desde que se murió uno de nuestros patriarcas eso se ha perdido. Para el 1 de noviembre siempre llegamos temprano y nos quedamos casi toda la jornada esperando que vengan todos los parientes a visitar a nuestros familiares que ya están descansado", manifestó Daniel Rojas.

Esta teoría también fue reforzada por el sacerdote Patricio Cortés, quien aseguró que con los años la gente participa cada vez menos de esta tradición. "Me ha impresionado que ha habido poca gente a diferencia de otros años que veía que era una multitud de personas y ahora veo poca gente, parece que estamos más pragmáticos o menos creyentes", informó.

Otra tradición que se ha ido perdiendo con el tiempo, es la elaboración y compra de las flores de papel, antiguamente en los cementerios de la ciudad, se veía mayoritariamente este tipo de adorno en las tumbas, y hoy son cada vez menos personas quienes las fabrican y las compran.

"Cuando antiguamente venía al cementerio, siempre comprábamos coronas de papel para llevarle a mis abuelos, hoy casi ya no se ven, soy muy pocas las personas que las fabrican y acá en el cementerio hoy por lo menos no he visto que vendan", aseveró Matilde Corante visitante del Cementerio Municipal.

Mausoleos

Desde el año 1959, que Ernesto Cruz Berna es el albacea de la tumba de Félix Hoyos, intelectual de la zona que junto al sacerdote Emilio Vaisse en 1896, realizaron el "Glosario de la Lengua Atacameña".

La tumba de este hombre ligado a la cultura en Calama, se encuentra el Cementerio Municipal y es Ernesto Cruz quien se encarga de visitarla, limpiarla y adornarla durante el año y cada 1 de noviembre.

"Yo quedé como albacea de este mausoleo, mi madrina, Gumercinda Hoyos, era sobrina de Felix Hoyos y cuando ella murió en 1959 yo empecé a visitarlos y a mantener esto, porque ellos no tenían más familiares aquí en Calama, además ahora están sepultados aquí mi papá y también mi mamá", manifestó Cruz.

Cabe destacar, que en la actualidad y en el Cementerio Municipal, hay muchas sepulturas y mausoleos que no tienen ningún resguardo por parte de los familiares, ya sea porque no hay nadie que las mantenga o porque hay poco interés de visitarlas y conservarlas. En este caso son los funcionarios del cementerio quienes se preocupan de mantenerlas en buen estado.

Todos los Difuntos

Este 2 de noviembre se conmemora el Día de Todos los Difuntos, jornada que complementa al Día de Todos los Santos celebrada ayer.

Para este día, el Cementerio Municipal abrirá a partir de las 8 horas y hasta las 19 horas, mientras que los Parques Topater y del Loa abrirán en horario normal desde las 9 horas y hasta las 18 horas.

Es importante señalar que el Cementerio de Chuquicamata abrirá sus puertas hasta el domingo 4 de noviembre desde las 9 horas hasta las 16 horas.

"Teníamos pronosticado que llegarían unas 15 mil personas, pero a medida que ha avanzado el día no llegaremos ni siquiera a las 10 mil personas y esto se debe a que hay muchos días de descanso".

Ernesto Mancilla

Administrador Cementerio Municipal"

Mujeres llenan de colores cementerios salitreros olvidados

TRADICIÓN. Con romerías, culminaron los talleres de flores de hojalata, que rescatan una antigua técnica fúnebre.
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Con los acordes de las bandas de bronce rompiendo el silencio y cientos de coronas de flores adornando las añosas cruces, más de noventa personas de Tocopilla, María Elena y Pozo Almonte realizaron una emotiva peregrinación por los olvidados cementerios de la pampa con el objetivo de homenajear - en el marco del Día de Todos los Santos- los restos de quienes dieron vida a la época dorada del salitre.

Organizados

"Flores del desierto", es el nombre de la agrupación que reúne a más de 20 mujeres de la localidad de María Elena, quienes desde hace seis años participan de los talleres "Flores de Hojalata", iniciativa apoyada por SQM, que busca rescatar las tradiciones funerarias pampinas del norte grande.

Los cementerios visitados fueron los de las ex oficinas "Empresa" y "Ricaventura", donde estas mujeres pudieron vivir una de las más significativas tradiciones pampinas.

Al respecto, María Velazco, integrante de esta agrupación señaló: "Es el tercer año en el que participo y me encanta, porque me permite seguir el legado de mi madre que cuando niña me enseñó esta técnica. Es importante seguir con esto porque es parte de nuestra identidad y patrimonio".

Por su parte, Pablo Pisani, gerente de Sustentabilidad de SQM mostró su satisfacción con el resultado de esta actividad: "como compañía estamos comprometidos a continuar apoyando este rescate patrimonial. Vemos que hay compromiso y pasión por parte de quienes participan. Estos ejercicios nos hacen empatizar con lo que es importante para estas localidades", señaló.

Un día después y bajo las nubes de la costa, fueron las integrantes del taller de Tocopilla, quienes continuaron con esta ceremonia, visitando los cementerios de Cobija y Gatico. Su monitora, Elena Gaete, expresó "este año fuimos más de 30 las mujeres que formamos parte de los talleres, y cada vez son más personas las que se entusiasman en participar, eso nos tiene muy contentas porque compartimos historias y experiencias relacionadas con la pampa".

Ambas jornadas fueron acompañadas por alumnos del liceo de María Elena y el colegio Sagrada Familia de Tocopilla, oportunidad en que los jóvenes pudieron conocer y ser parte de esta antigua tradición pampina, y que a futuro serán los encargados de mantener con vida este legado.

Pampa del Tamarugal

En Pozo Almonte, con un desayuno pampino las participantes de este taller dieron inicio a la romería por los cementerios de la pampa del Tamarugal; una tradición entrañable que partió en Iquique, y que, por solicitud de la comunidad, este año por primera vez se trasladó a Pozo, donde estas vecinas y sus jardines de colores visitan los camposantos más olvidados del desierto.