India inauguró esta semana la estatua más alta del mundo, con 182 metros de altura, construida en honor a uno de sus héroes patrios, Sardar Patel -conocido como el "hombre de hierro" -, artífice de la unidad del país tras la independencia de la Corona británica en 1947, y la partición del subcontinente, donde nació Pakistán. "Me inclino ante el hombre que evitó la conspiración que buscaba partir a la India en pedazos, el hombre que puso fin a todas las dudas sobre el futuro de la India", dijo durante la inauguración el primer ministro indio e impulsor del proyecto, Narendra Modi. La gigantesca efigie está ubicada junto al río Narmada, en su estado natal de Gujarat, y costó cerca de US$ 400 millones y cinco años de trabajo. La escultura fue ideada también como un centro turístico, con hoteles, museos e incluso una flota de barcos para llevar a la gente hasta el monumento.