El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, visitó ayer la zona del norte del estado de California, para conocer de primera mano el impacto que ha tenido el incendio forestal más mortífero de la historia de Estados Unidos en un siglo en medio. Hasta ayer, el fuego había dejado un saldo de 74 muertos y más de mil desaparecidos.

Antes de partir a la zona, el Mandatario insistió en que los siniestros son causados por la mala administración forestal. "Estaremos hablando de manejo forestal. Lo he estado diciendo durante mucho tiempo. Debería haber sido una situación muy diferente", dijo Trump.

El incendio "Camp", en el norte de estado, hasta ayer sumaba 71 víctimas fatales, a las que se suman las tres del incendio "Wolsey", cerca de los Angeles, en el sur de California. En Paradise, la ciudad del norte más afectada, ardieron 9.700 viviendas.