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Especialitas extranjeros son el 27.5% de los médicos en el hospital de Calama

MIGRANTES. En algunos casos familias, que decidieron migrar en busca de mejores oportunidades.
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Willy Briceño Romero

Con algo más de 27% de médicos extranjeros que migraron en busca de mejores oportunidades, cuenta el servicio de atención pública en la comuna.

Sin duda, que el aporte de estos profesionales queda de manifiesto principalmente en las distintas áreas de especialidades que está entregando el nuevo Hospital Carlos Cisternas de Calama.

Pero también resulta relevante que sean familias directas en más de una ocasión, como son madre con hijo y nuera, además de hermanos y por supuestos matrimonios.

El director del recinto de salud pública, Héctor Andrade, manifestó que "la integración ha sido fácil. Por cuanto ellos han demostrado además de su gran profesionalismo muchas ganas de trabajar y entregar sus conocimientos, el impacto que ha tenido a su vez en la atención que damos como hospital también es significativo".

Luego agregó que "estamos hablando que de un total de 182 médicos, cincuenta son extranjeros, entonces también ha habido un impacto en la atención y en la diversidad de la atención, porque ellos representan muchas de las especialidades nuevas con que cuenta este hospital".

Hermanos Alcántara Bruna

Continuando con la tradición del padre, quien además de ser médico también fue migrante de Perú a Venezuela, los hermanos Alcántara Bruna, Cinthia, Manuel y Luis, están prestando sus servicios profesionales en las áreas de oftalmología, gastroenterología y médico cirujano respectivamente en el centro de salud pública de la ciudad.

El primero en arribar a la capital de la provincia El Loa, resultó ser el mayor de los tres hermanos, Luis, quien destacó que su arribó a la ciudad se debió a algunos antecedentes que recibió de otro colega venezolano.

Procedente de Caracas el médico cirujano especialista en cirugía reconstructiva llegó a comienzo de 2016, posteriormente fue el turno de Cinthia en octubre del mismo año, y hace poco más de un año de Manuel, los cuales trabajaban de forma mancomunada en una clínica en Venezuela.

Para Luis la mayor traba pasa por "la incertidumbre de como le puede ir a uno", explicó al momento de asumir este desafío de migrar a otro país.

Pero reconoce las bondades de estar en esta tierra de sol y cobre, ya que destaca el clima que resulta similar al de Venezuela, además de la tranquilidad de la ciudad.

"Hay muchos mitos en torno a Calama. Pero son personas que no conocen la ciudad, ya que es tranquila y fácil de movilizarse", lo que ha permitido radicarse y proyectarse con su familia, al igual que su hermana y hermano.

"Esto es muy importante y agradable, estar trabajando con tu familia, con personas que te pueden ayudar en cualquier momento", señaló Manuel, quien agradecido indicó que "Chile nos dio la posibilidad de desarrollarnos de forma profesional".

Mientras que Cinthia, planteó que "migrar es una decisión muy dura, porque nadie quiere partir de su país, emocionalmente es muy duro", tanto en el plano familiar, como de los pacientes y la proyección personal.

A pesar de todo esto valora el estar con su familia, hermanos, además llegó acompañada de su hijo de ocho meses, al cual se sumó recientemente el nacimiento de una calameña.

Familia Gabaldon

Pero no son la única familia venezolana que decidió emigrar a la ciudad, ya que también están los Gabaldón, donde la madre e hijo, además de la nuera Marynes Latouche, prestan sus servicios profesionales en el hospital de Calama.

Con 18 meses en el servicio de atención pública, Fernando Gabaldon, médico cirujano traumatólogo, comparte desde hace un tiempo atrás este espacio laboral con su madre, Mirna Pérez, psicóloga y su esposa.

"Nos toco el honor inaugurar este gran hospital con una infraestructura espectacular que no tiene nada que envidiar a otros en Estados Unidos y Europa", donde el principal objetivo de todos lo que integran el equipo médico apunta a salid adelante para transformarse en el mejor de la región y del país.

La madre, Mirna Pérez. Psicóloga también valoró el estar en familia trabajando, algo que les permite reunirse y enfrentar los problemas de la mejor forma posible.

Matrimonios

Pero en este grupo de profesionales también hay matrimonios, como son el caso de la médico otorrino y el anestesiólogo, María Alejandra Hernández y Jorge Olaizola, quienes reconocieron que fue difícil la adaptación por el cambio climático y también cultural.

Les costó la adaptación por la hija de ellos. Pero ahora están más acostumbrados a este nuevo panorama que tienen por delante.

Algo similar le aconteció al también matrimonio de la oftalmóloga y el anestesista, Verónica Muñoz y Juan Suárez, los cuales al igual que sus pares, se proyectan por un tiempo más en la comuna, donde reconocen lo receptivo de los pacientes con ellos, en torno al trabajo que desarrollan.

Hoy, se realizará la conmemoración del Día Internacional del médico en el hospital de Calama. 11.30

Médicos nacionales son parte del equipo que trabajan en el centro de atención pública, y 50 extranjeros. 132