Calama celebrará Año Nuevo sin el festival de fuegos artificiales
SHOW. Desde la Municipalidad de Calama anunciaron que no habrá show pirotécnico en la ciudad.
La tradición para recibir un nuevo año ha sido por mucho tiempo la de apreciar, junto a la familias, luces desplegándose por el cielo: un espectáculo pirotécnico que por lo general es financiado por diversos organismos municipales.
Sin embargo y a pesar de la alegría y la emoción que significa para muchos este acto, desde la Municipalidad de Calama anunciaron ayer y de manera oficial a los medios de comunicación que no habrá fuegos artificiales durante la noche del próximo 31 de diciembre.
Las razones
La decisión se debe, según explicaron las autoridades municipales a través de un comunicado de prensa, a que no fue posible conseguir las autorizaciones necesarias que hacen posible un show de esta envergadura.
A ello se sumó la falta de oferentes para adjudicar el espectáculo pirotécnico tras la licitación respectiva.
Por estas razones el municipio se vio en la obligación de suspender la actividad.
Aunque muchos loínos esperaban la realización de dicho acto tan significativo para un año nuevo, existe otro grupo, que no es minoría, que defiende la decisión.
Algunos por protección a sus hijos; otros, a sus mascotas, ya que para ellos significa un sufrimiento.
Animalistas
Quienes se consideran amantes de los animales entienden el impacto de estas explosiones en los oídos de las mascotas y de los animales que están en las calles.
Esta sensibilización se ha ido expandiendo y es por eso que quienes no comparten la tradición dicen que estos cuidado deben llegar también a personas con discapacidad auditiva, ancianos y niños, quienes tienen una sensibilidad mucho menor a ruidos explosivos como éstos.
Los ambientalistas, por su parte, defienden su postura argumentando que los espectáculos de este tipo, sumado a las condiciones climatológicas de la época, traen consigo un alto impacto ambiental, pues quedan en el aire elementos nocivos que perjudican la salud de los habitantes. Esto sucede, por ejemplo, con el plomo y otras sustancias metálicas que quedan en la atmósfera.