El concejo municipal decidió no renovar las patentes de seis locales nocturnos de expendio de alcoholes, amparados en que los comerciantes vulneraron en repetidas ocasiones la ley y provocaron serios problemas de convivencia con los vecinos.

La decisión fue adoptada tras una larga discusión en el que se analizaron informes entregados por las policías, las denuncias de los vecinos y lo presentado por los inspectores municipales quienes participaron de los operativos de fiscalización o que recibieron las quejas del vecindario.

Tanto el alcalde Daniel Agusto como el cuerpo de concejales manifestaron que no se tolerará que la paz vecinal sea alterada por ciertos comerciantes que no respetan la ley y que desatienden las normas básicas de convivencia.

Y agregan que si bien es una decisión apelable, entregarán todos los antecedentes que poseen para que la determinación se mantenga a firme y se beneficie el bien común.

Junto a ello anunciaron que se continuará con la fiscalización, pero que para ahora cuentan con las cámaras de televigilancia que fueron reparadas y el apoyo del dron que llegó para mejorar la seguridad ciudadana.

"No vamos a tolerar que inescrupulosos actúen al margen de la ley, y menos contraviniendo las normativas que todos quienes poseen patentes de alcoholes deben respetar", puntualizó el alcalde Daniel Agusto.

Con ello se busca que los comerciantes contribuyan con fuentes laborales pero que respeten la ley en lo relativo a horarios de funcionamiento, ruidos molestos y evitar atender a personas que estén en estado de ebriedad.

No hay que olvidar que la venta de alcoholes tiene normativas especiales, porque se trabaja con el expendio de un producto que si no es bien administrado puede acarrear molestias e incluso la comisión de delitos.

Sin el compromiso de los dueños de este tipo de patentes la convivencia social se ve alterada y las autoridades se ven en la obligación de actuar para restablecer el orden y aplicar las medidas que crean convenientes.

Paz a todas las personas, familias, pueblos y comunas de la provincia del Loa. Este fue el deseo que hace pocos días escuchamos de boca de los ángeles a los pastores, en Nochebuena. "Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor" (Lc. 2,14). "Es una aspiración profunda de todo hombre y de toda mujer que peregrina por este mundo, especialmente de aquellos que más sufren por ausencia, de paz y amor".

"El tiempo pasa", es corto, pero suficiente para dejar terminada la obra que se nos ha encomendado. En esto San Pablo nos advierte: "andad con prudencia, no como necios, sino como sabios que aprovechan bien el tiempo, pues luego viene la noche cuando ya nadie puede trabajar". Vivimos suficiente para amar, para dar, para agradecer y pedir perdón.

Si miramos el tiempo como pueblo de Dios, el año que termina nos invita a una profunda acción de gracias y una súplica de perdón. Así entramos al año que comienza con esperanza, alegría y optimismo. "Yo tengo fe que todo cambiará, que triunfará por siempre el amor" (P. Ortega). Yo tengo fe en Cristo, que, contando con la buena voluntad de los hombres y mujeres, podamos hacer un año nuevo, y escribir una mejor página de nuestra historia.

Al terminar año 2018, los creyentes volvemos nuestra mirada a Dios para invocar su bendición: "El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti, te conceda su favor. El Señor se fije en ti y te conceda la paz". (Nm.6,24-26). ¡Qué hermosa bendición para terminar y comenzar un nuevo año! Invocar el nombre del Señor quiere decir tomar conciencia que somos el pueblo de Dios. Que tenemos un compromiso con Él, cuidar su creación -casa común- y trabajar por una sociedad que sea la de los hijos de Dios. Donde la paz no sólo sea la ausencia de conflictos o el silencio de los cementerios, sino aquella que se construye en la justicia, en el amor y la verdad.

Como Iglesia Católica, agradecemos a todos los habitantes de la Provincia del Loa, por haber caminado juntos este año. Por su apoyo y confianza. Gracias a los lectores de nuestra columna y gracias a El Mercurio y sus trabajadores que nos permiten llegar a ustedes.