La historia del "Tarapacá" que tocó las puertas de la Teletón
CASO HUMANO. Durante años pidió ayuda en la intersección de Tarapacá con Granaderos, pero hoy no puede salir de su hogar y es atendido por su madre.
Quienes nacieron en la Tierra de Sol y Cobre, Chuquicamata o llevan en la capital provincial más de veinte años, se recordarán de Iván Vera, quien se ubicaba en el centro de la calle Tarapacá con avenida Granaderos a solicitar el apoyo de las personas que pasaban en los vehículos que transitaban por esta importante arteria céntrica.
"El Tarapacá" como es conocido, como el nombre de la calle que lo cobijó por años, fue principalmente identificado por colectiveros que transitaban por ahí, con quienes estableció un nexo más cercano. Uno de ellos, Ruperto Villegas, quién hoy conduce un colectivo de la línea 21, pero en ese entonces conducía uno de color amarillo que conectaba Calama con Chuquicamata relató que "cuando pasábamos por ahí, uno le daba ayuda, porque se notaba que tenía cierta enfermedad. Después supe que le daban ataques epilépticos y ahí se quedaba en la calle, varias veces, incluso lo asaltaron, porque le daban ataques y se caía al suelo".
Postrado
Iván hace diecinueve años que está postrado y vive bajo los cuidados de su madre y hermana, Zunilda Ibacache y Susana Vera, respectivamente. Tiene un tumor cerebral y epilepsia cuenta su hermana y en la década de los ochenta envío cartas a Don Francisco para solicitar apoyo, obteniendo como respuesta que "los institutos construidos con los dineros recaudados por Teletón atienden a menores de 18 años con problemas músculo esquelético".
Tanto su hermana como su madre señalan que quizás hoy sea distinto, puesto que la ciudad cuenta con un centro y allí es posible que le entreguen una ayuda profesional.
Las heridas que posee en su espalda y piernas son atendidas por los profesionales del Cesfam de Alemania.
"El Tarapacá" pertenece al programa de atención domiciliaria de personas con dependencia severa y la directora del Cesfam Alemania, Karina González, dice que "cada vez que se les visita a sus domicilios se hace una visita integral y se le entregan los productos asociados a su condición de salud", lo cual señala Zunilda es insuficiente, ya que requiere de muchos pañales y leche.
Y esa es la ayuda que le solicitan a la comunidad loína.
Carta de 1981
"Estimada señora: Don Mario Kreutzberger nos ha hecho llegar la carta que usted le dirigiera, solicitándole ayuda para su hijo mayor de 10 años de edad. Como el instituto de rehabilitación atiende solo a menores con problemas músculo esqueléticos, nos hemos permitido enviar fotocopia de su carta a la Liga Chilena contra la Epilepsia a objeto que ellos le den alguna orientación".