Redacción
En la provincia de El Loa se encuentran ruinas de exfortalezas que protegían a los habitantes en período de enfrentamientos, conocidas como Pukarás, el más popular es el de Lasana, pero no es el único.
Uno de ellos es el de Turi, ubicado a 75 kilómetros al este de la ciudad de Calama y a 3.100 metros sobre el nivel del mar. El Pukará de Turi fue la ciudad fortaleza más grande la cultura atacameña.
Los rastros arqueológicos señalan que la ocupación del área comenzó hacia el 900 d.C, finalizando con la conquista española y el abandono del pueblo hacia el 1600. Antes, en el siglo XV, el área fue sometida también a la ocupación inca.
Todos estos antecedentes se traducen en las técnicas introducidas en el desarrollo de su arquitectura. Turi fue una aldea nucleada con características de ciudadela.
En ella se distinguen diversos espacios de especialización: sectores habitacionales, ceremoniales, y funerarios.
En 1982 el Pukará de Turi es declarado Monumento Histórico Nacional.
Actualmente, comunidades indígenas como la Ayquina, entre otras, habitan las áreas aledañas al antiguo pukará, conservando algunas tradiciones que posiblemente sobreviven desde centurias, como el pastoreo de auquénidos.
En Turi el material predominante en la construcción es la piedra volcánica, hacia a fines del siglo XV la conquista incaica introduce el empleo del adobe.