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Encuentran la tumba del hombre que provocó sanguinaria venganza en la Guerra del Pacífico

HISTORIA. Asociación dio con el sepulcro del esposo de la cantinera Irene Morales, fusilado por autoridades bolivianas.
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"Aquí yacen los restos de Santiago Pizarro, muerto el 24 de sept. de 1878 a las 5 de la mañana a la edad de 25 años".

El mensaje es escueto y se encuentra grabado en la desgastada lápida de mármol de una de las miles de tumbas del Cementerio Municipal de Antofagasta, pero la historia tras este simple sepulcro es potente pues los despojos que ahí yacen es la de un joven cuyo asesinato provocó la acción vindicta más letal durante la Guerra del Pacífico (1879-1883).

Esto, porque Pizarro fue esposo de una joven chilena que al enterarse del aciago destino de su amor, no vaciló en tomar el fusil Comblain motivada por el odio a los ejecutores de su pareja, transformándose así en una de las heroínas femeninas más destacadas durante el conflicto, la cantinera Irene Morales.

Fue la agrupación civil de Los Viejos Estandartes quienes dieron a principios de marzo con el sepulcro, que si bien no cuenta con un registro formal (la mayoría de la documentación de los entierros del siglo XIX desapareció), una serie de coincidencias da luces de que efectivamente el enterrado correspondería a Pizarro.

Historia

La joven era original del barrio "La Chimba" de Santiago (actual Recoleta) y en 1877 llegó a Antofagasta buscando mejor estabilidad.

Hay que recordar que para esos años Antofagasta -entonces boliviana- era el enclave del progreso por su intensa actividad productiva salitrera, convirtiéndose en una especie de California en tiempos de la "fiebre del oro" para muchos chilenos, motivo por el cual esa nacionalidad era la que tenía más presencia en la zona.

Fue en esta prometedora tierra donde conoce a quien sería su segundo marido, Santiago Pizarro, quien trabajaba como músico para una banda de tropa boliviana guarnicional. Ella se dedicaba a trabajar como costurera.

Pero en septiembre de 1878, durante una reyerta entre Pizarro y uno de sus jefes, el chileno asesinó a un boliviano, motivo por el cual fue encarcelado y condenado a la pena capital.

Su joven esposa intentó durante toda una tarde buscar los antecedentes y realizar las gestiones para revocar la condena, apelando incluso al indulto presidencial, pero no ocurrió. Era la madrugada del martes 24 de septiembre de 1878 cuando el cuerpo destrozado de Pizarro cayó de bruces a tierra con 67 tiros que le despedazaron el rostro, cumpliéndose así con la decisión de las autoridades.

La venganza

Fue Morales quien veló y dio sepultura al malogrado cuerpo de Pizarro. Según el diario La Época de 1896, cuenta que "Irene hizo un entierro soberbio a Santiago i, no contenta con esta última prueba de cariño vino a Valparaíso a buscar una elegante plancha de mármol para colocar en su sepultura. Esta plancha ha sido una de las primeras de ese material puestas en el cementerio de Antofagasta (sic)".

Cinco meses después, cuando Antofagasta era anexionada al territorio nacional el 14 de febrero de 1879, habría sido Irene Morales quien jubilosa por la acción, se dirigió al edificio de la prefectura boliviana y arrancó el escudo de esa nacionalidad, estrellándolo contra el piso.

De ahí, se integró al ejército en calidad de cantinera en el Tercero de Línea y vio acción en el desembarco de Pisagua, combate de Dolores y en la batalla de Tarapacá, en donde incluso tomó parte del combate. Fue por este motivo por el que el general Manuel Baquedano le autorizó a utilizar uniforme militar.

Por último, se ha escrito que fue esta mujer quien mandó a fusilar a 67 prisioneros enemigos capturados después del asalto y toma del morro de Arica en junio de 1880, Morales para ese entonces ya contaba con grado dentro de las ramas castrenses y habría dado la orden ejecutarlos en virtud al número de tiros que ella contó del cuerpo de su pareja.

Hallazgo

Marcelo Orellana, personal de seguridad del Cementerio Municipal (quien guía los tours nocturnos como "el monje custodio") dio con el paradero de Pizarro a petición de la agrupación Los Viejos Estandartes.

"Todo comenzó con el deseo de ellos de encontrar los restos de este señor. Así que se me dio la información necesaria y realicé la búsqueda por todos los patios, nicho por nicho hasta que la encontré y calzaba con la información proporcionada tanto por el nombre, la fecha e incluso la hora de muerte y la plancha de mármol, que según la información, lo mandó a poner la misma Morales".

Ana Olivares Cepeda, integrante de la agrupación e investigadora sobre el rol de las cantineras durante la Guerra del Pacífico dijo que "hay poca documentación sobre las mujeres en la guerra, pero damos fe que la tumba es del esposo de Morales, además como agrupación reafirmamos nuestro compromiso voluntario de poner en valor el legado de toda la civilidad involucrada en tal hecho bélico, por sobre todo, nuestra ciudad y región".

Por su parte Rodrigo Castillo, presidente de la agrupación contó dijo "mi impresión es que es importante rescatar este tipo de historia, es bonito investigar y obtener este tipo de resultados donde todo calza, quizás cuantos años estuvo olvidado este señor y ahora logramos hacerlo visible. Además que el murió en el tiempo en que la rivalidad entre chilenos y bolivianos era importante en Antofagasta y está fue una de las tantas muertes que ocurrieron de esta manera a manos de los bolivianos previo al conflicto".

fallece la cantinera Irene Morales, víctima de la neumonía y abandonada en el hospital San Borja en Santiago. 1890

tiros recibió el cuerpo de Santiago Pizarro. Su esposa lo vengaría posteriormente mandando a ejecutar a 67 prisioneros enemigos. 67