Los esfuerzos se multiplican, pero se hacen insuficientes para enfrentar los delitos que se cometen en las zonas fronterizas de la provincia. Las condiciones geográficas, la cantidad de pasos clandestinos y otras dificultades se confabulan para que el combate contra el crimen organizado de las drogas, venta de vehículos robados y otros ilícitos asociados al contrabando de mercaderías, sea de suyo difícil.
La situación es conocida en la zona. No hay que olvidar que, por ejemplo, el robo de vehículos es uno de los delitos de connotación social que por años se mantuvo en el primer lugar de las estadísticas locales.
Si bien su ocurrencia ha disminuido siguen siendo cifras preocupantes, lo que demuestra que el mercado ilícito sigue vigente ya sea para la venta o para el intercambio por drogas.
Esta realidad, fue puesta en el tapete nacional con el caso de Sebastián Leiva, "Cangri", exfigura de la TV, quien fue encontrado sin vida, junto a uno de sus acompañantes, a pocos kilómetros del paso Hito Cajón, en la frontera con Bolivia.
Las investigaciones, tanto en el territorio nacional como las provenientes del vecino país, indican nexos con alguno de los delitos antes descritos.
Junto a ello, fue de conocimiento público la inmensidad del territorio, en plena cordillera, donde operan las bandas delictivas y las dificultades para combatirlas y dejarlas fuera de acción.
Se han buscado fórmulas como es la inutilización de pasos clandestinos con maquinaria pesada, inversión en personal y tecnología para trabajar en medio del desierto, pero los hechos delictivos no se detienen. Es que la ganancia obtenida obliga a buscar soluciones para vulnerar los sistemas de control y prevención que puedan adoptarse.
Sin embargo, el que la realidad de la zona fronteriza se haya expuesto a nivel nacional sirve para que las autoridades gubernamentales no teman en invertir en recursos humanos y tecnológicos para enfrentar a estos grupos organizados que han demostrado que sus redes se extienden por el resto del país y ponen en serio riesgo la tranquilidad ciudadana.