Aunque acabamos de cerrar el mes de mayo, no podía dejar de hacer recuerdo que el pasado 15 de mayo y desde 1994 y por un decreto de las Naciones Unidas se celebra el Día de la Familia, de eso ya se han cumplido 19 años y muchas cosas más han ocurrido en nuestra globalizada sociedad, muchos son los cambios, sociales, económicos, tecnológicos, y de toda índole a los que hemos ido asistiendo.
Hay coincidencia en un organismo como la ONU para promover esta fecha y es, "crear conciencia sobre el papel que juegan las familias en el ámbito social, por su aporte a los valores y por la importancia que tienen en la educación de los niños".
Pareciera ser que muchas cosas, que hace breve tiempo en nuestra convivencia diaria eran naturales y parte de nuestro quehacer familiar han dejado de hacerse, sin embargo, más allá de toda la modernidad que nos asiste diariamente, no dejamos ni dejaremos de reconocer la importancia vital que constituye el núcleo familiar para cada persona, especialmente para cada niño o niña, anciano o anciana, es decir para los más débiles de nuestra sociedad, por ello, más allá de las divergencias o puntos de vista que tengamos en cuanto las concepciones de familia, no debemos dejar de reconocer que, desde que el Señor nos puso en este mundo lo hizo brindándonos este hermoso regalo que es la familia.
El Papa Francisco, respecto de la familia nos dijo recientemente: "Hoy, la familia es despreciada, es maltratada, y lo que se nos pide es reconocer lo bello, auténtico y bueno que es formar una familia, ser familia hoy; lo indispensable que es esto para la vida del mundo, para el futuro de la humanidad" (Palabras dirigidas a los obispos el 20 de febrero, sobre la familia), este es el camino, esta es la mirada católica sobre la importancia de la familia en nuestra sociedad, agrega nuestro Papa, "la familia es la esperanza del futuro" (15 de mayo 2019). La tarea personal que nos queda es contribuir y aportar a construir desde nuestras voluntades la mejor familia para cada uno de nosotros y de quienes nos rodean, si mejoramos nuestra familia, si cuidamos nuestra familia, estaremos construyendo una mejor sociedad y ese mejor futuro que nos dice el Papa Francisco.
Oscar Blanco Martínez,
Obispo de Calama