Seis heridos de gravedad y diecisiete leves, resultaron de un bus interprovincial que se volcó a 70 kilómetros de Huara, cerca de Iquique, después de haber partido de Antofagasta en la noche del miércoles. Al momento del accidente iban 54 personas en la máquina. Carabineros dijo que la causa habría sido posiblemente una falla humana.
Desde que se promulgó la nueva Ley que fortaleció la protección de los derechos de los consumidores en el país en marzo pasado, el SERNAC ha estado desplegando las nuevas herramientas y facultades en beneficio de las personas.
Durante los últimos días el Servicio ha anunciado el inicio de Procedimientos Voluntarios Colectivos (PVC) con la empresa sanitaria de Osorno ESSAL, con Lippi y con Puma, gestiones que tienen como propósito lograr compensaciones para miles de consumidores afectados por problemas de consumo.
En el caso del PVC con ESSAL, el SERNAC busca que la compañía sanitaria compense adecuadamente a todos los consumidores que se vieron afectados por los extensos cortes de agua en Osorno.Por ejemplo, montos en que debieron incurrir los consumidores para proveerse de agua, suplir el servicio o mitigar sus efectos.
Pero además, a través de esta gestión, el SERNAC verificará que la empresa aplique los descuentos automáticos que establece la Ley en caso de suspensión injustificada de servicios básicos, los que deben aplicarse en la cuenta del período siguiente, y que equivale a diez veces la facturación diaria por cada día de interrupción del servicio.
En el caso del Procedimiento Voluntario Colectivo con Lippi y Puma, el objetivo es que ambas empresas entreguen propuestas compensatorias adecuadas para todos los consumidores que se han visto afectados por diversos problemas tras haber realizado compras por internet, entre ellos, retardo en la entrega de los productos y cancelación unilateral de las transacciones por falta de stock.
Es importante recalcar que los Procedimientos Voluntarios Colectivos vinieron a fortalecer las antiguas mediaciones colectivas que existían anteriormente, estableciendo requisitos estrictos para aceptar una propuesta de solución.
Entre ellos, que la empresa deje de realizar la conducta; que realice las devoluciones, compensaciones o indemnizaciones que procedan; que sea una solución proporcional al daño causado que alcance a todos los consumidores afectados; y que se comprometa la forma en que se hará efectiva la solución.
Asimismo, establece un plazo acotado para encontrar una solución.
Hace tiempo que se venía gestando una iniciativa de ese orden. Eran muchos los parlamentarios que sostenían que era necesario bajar la jornada laboral de los chilenos de 45 a 40 horas semanales, y agregarle una flexibilidad horaria. La iniciativa era mirada con desdén por sectores que creían que normativas de ese tipo no hacen más que dañar la productividad de un país en franco crecimiento.
Pero sus precursores no se quedaron sólo en las buenas ideas y el viernes dieron un gran paso cuando el proyecto de ley fue aprobado en general por la Cámara Baja. Con ello se abrirá el debate sobre la necesidad de este recorte en el horario laboral y los beneficios que debiera provocar.
Es conocido que las jornadas laborales en Chile son una de las más extensas en el concierto mundial. Por ello se ajustó de 48 a 45, pero hoy se quiere llegar a 40 en un marco de mucho compromiso para que los trabajadores tengan más tiempo para compartir en familia y realizar otras actividades.
Esa fórmula es la anhelada por todo trabajador, pero en ella tiene que abordarse con seriedad otro aspecto fundamental y es que sean horas realmente trabajadas.
En muchas ocupaciones es fácil medir y definir cuantitativamente lo que puede hacer un operario en determinado tiempo. Pero hay otras en que la cuantificación no es posible y depende en gran medida de la concentración y voluntad del trabajador.
El punto central del debate, es lograr que las horas sean efectivamente trabajadas. Una situación que no resuelve la sola fiscalización si no que requiere del compromiso del trabajador.
Con empleadores conscientes y empleados comprometidos 40 e incluso menos horas serían suficientes para lograr una buena productividad.
Una remuneración justa (más allá de lo básico), jornadas flexibles y compromiso podrían ser los factores necesarios para cambiar el actual paradigma laboral y acercarnos a lo que ocurre en las culturas europeas.
Hay que trabajar menos y mejor y así tener tiempo para "vivir la esencia de la vida".