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Desarrollan sistema para separar el arsénico del cobre con la ayuda de microorganismos

PROYECTO. La tecnología, que es parte de una investigación del Centro de Biotecnología y Bioingeniería de la Universidad de Chile, utiliza las propiedades de oxidación de organismos aislados de sitios geotermales de la zona y la planta de Ecometales.
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Cristián Venegas M.

De una investigación desarrollada por la doctora y profesora asistente de la Universidad de Antofagasta, Cristina Dorador, que logró establecer que en los sitios geotermales del altiplano existen microorganismos capaces de oxidar y reducir el arsénico; surge el proyecto del Centro de Biotecnología y Bioingeniería (CeBiB) para escalar ese descubrimiento a nivel industrial y aplicarlo en los procesos de Ecometales -filial de Codelco- que desde 2007 separa el arsénico del cobre.

La gestor tecnológico de la Unidad de Transferencia Tecnológica del CeBiB, María Paz Merino, explicó que entre los procesos de Ecometales es clave la oxidación del arsénico, en un proceso que además de costoso es poco eficiente, lo que ha llevado a la empresa a buscar alternativas, como las químicas. Sin embargo, hoy apuesta por la vía biológica, utilizando microorganismos con el apoyo del Centro.

Es que el proyecto, en el que participa la Universidad de Chile, de Antofagasta, de Santiago, La Frontera y Los Lagos; no solo hará más sustentable el proceso de abatir arsénico, sino que además hará más económico el procedimiento de oxidación, destaca la profesional sobre la solución que será aplicada en la planta de Abatimiento de Arsénico y Antimonio (AAA).

Organismos extremos

Merino detalló que de reuniones sostenidas entre el director del CeBib, Juan A. Asenjo, y el gerente general de Ecometales, Iván Valenzuela, surgió la idea de estudiar la posibilidad de complementar la etapa de oxidación del arsénico utilizando microorganismos.

"El proyecto consistió, básicamente, en buscar un microorganismo o un conjunto de microorganismos, que nosotros llamamos consorcio, que fuera capaz de transformar el arsénico para complementar la etapa que tiene actualmente la empresa. Ese fue el hito crítico de nuestro proyecto, nos demoramos un año buscando organismos tanto en el desierto como en los mismos efluentes de la planta de Ecometales", puntualizó.

Sobre este último punto, la investigadora dijo que resultó muy interesante que "el grupo de Antofagasta aisló organismos desde los polvos de fundición, las soluciones ácidas y hay microorganismos que viven ahí y a partir de esas búsquedas logramos tener un grupo que es capaz de vivir en condiciones súper extremas y de oxidar el arsénico".

Como parte de este esfuerzo, los investigadores caracterizaron los microorganismos por secuenciación, para establecer de qué tipo de organismo se trataba (bacterias, arqueas, etc.), con el fin de tener una clasificación general, pues al aclarar esa información, es posible potenciar sus capacidades dándoles las condiciones precisas de crecimiento en cuanto a oxígeno, temperatura y otros parámetros al medio de cultivo.

Siguientes pasos

Respecto del pie en que se encuentra el proyecto, Merino especificó que luego del primer año de trabajo en que se encontraron los microorganismos, el segundo consideró un proceso de adaptación, sometiéndolos a un estrés y hacerlos crecer en condiciones similares a las que se encuentran en la planta, es decir, con arsénico y altas concentraciones de ácido, para su mortalidad se retrase.

"Lo que tenemos que hacer ahora son pruebas para buscar las mejores condiciones de crecimiento, viendo de qué manera podemos favorecer o potenciar que crezcan más rápido y oxiden el arsénico más rápido, porque eso se traduce en un proceso más económico", precisó la agente, quien agregó que "uno de los resultados del proyecto fue que, bajo lo que sabemos hoy, podemos escalarlo, hacer un bioreactor para los microorganismos".

Microorganismos quimiolitótrofos

El grupo de Ecofisiología Microbiana y Extremófilos, liderado por la doctora Cristina Dorador, logró demostrar que el altiplano presenta características ambientales adecuadas para el desarrollo de microorganismos quimiolitótrofos que poseen vías metabólicas para la oxidación de minerales reducidos.

El grupo, además, ha realizado estudios a partir de muestras ambientales desde sitios geotermales cercanos a El Tatio, lo que ha permitido identificar y aislar una gama de microorganismos fisiológicamente y filogenéticamente diversos, capaces de resistir elevadas concentraciones de arsénico, y que incluso estarían participando activamente en su reducción y/u oxidación.

CeBiB y la escorodita de Ecometales

El centro de investigación CeBiB reúne a prestigiosos grupos de profesionales de la Universidad de Chile, de Antofagasta, de Santiago, La Frontera y Los Lagos, que aprovecha las características únicas del país. Desarrolla y divulga investigación científica que resultan en transferencia tecnológica.

En 2018 la Seremi de Salud clasificó la escorodita, producto resultante del abatimiento de arsénico de polvos de fundición y principal proceso productivo de Ecometales, en la categoría de no peligroso, pues se trata de un residuo estable.

2014 surge Cebib tras recibir el Financiamiento Basal para Centros Científicos y Tecnológicos de Excelencia, al ser seleccionado por la Investigación Asociativa de Conicyt.

Planta Sol del Desierto tendrá 230 MW de potencia instalada y operará desde el 2021

ENERGÍA. El proyecto fotovoltaico desarrollado por Atlas Renewable Energy y ubicado a unos 60 kilómetros de Calama, será de los más importantes del país.
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Aproximadamente a 60 kilómetros de Calama, en la comuna de María Elena, se construirá la planta fotovoltaica Sol del Desierto, que contará con una potencia instalada de 230 MW y suministrará 550 GW hora al año. Proyecto desarrollado por Atlas Renewable Energy que a mediados de 2020 comenzará su construcción e iniciará su etapa productiva en 2021.

2019 está marcado varios hitos relevantes para Chile en materia energética y sustentabilidad: es anfitrión de la cumbre ambiental más importante del año, la Conferencia de las Partes (COP 25), y en junio el Presidente de la República, Sebastián Piñera, anunció un cronograma de salida de ocho centrales a carbón de la matriz nacional bajo el concepto "Energía Zero Carbón", el cual busca ser un elemento clave para lograr la carbono neutralidad de Chile para el año 2050.

Es en este contexto, cuando las energías renovables no convencionales toman aún más protagonismo, la empresa Atlas Renewable Energy firmó un contrato de compraventa de energía solar de largo plazo con la francesa Engie, sumando una nueva central limpia para cumplir con la transición energética del país.

Descarbonización

El PPA (Power Purchase Agreement, que es un acuerdo o contrato de compraventa) contempla el suministro de 550 GW hora al año de energía solar fotovoltaica por un período de 15 años, que será cubierta por la planta solar Sol del Desierto de a lo menos 230 MW de potencia, que será construida en terrenos concesionados del ministerio de Bienes Nacionales. Central que desde el año 2014 tiene su calificación ambiental favorable y que será una de las más grandes del país.

El gerente general de Atlas, Alfredo Solar, detalló sobre la iniciativa que "somos una compañía joven, pero que ha crecido muy rápido, transformándonos en un líder indiscutido del mercado solar en Latinoamérica. Tenemos una enorme capacidad de viabilizar proyectos y producir energía renovable en forma eficiente, en línea con lo que se requiere para combatir el cambio climático. Estamos muy orgullosos de suministrar energía limpia y así colaborar con el plan de descarbonización para Chile".

40% de la electricidad que utiliza Chile se genera en 28 centrales termoeléctricas que funcionan con carbón.